Locales | 03 Mar En su cuenta de Facebook, el intendente Guillermo Caraballo analizó su gestión en los últimos 20 meses y realizó fuertes críticas a la oposición. Explicó que “muchas cosas se han logrado y otras están en proceso. Así como una parte importante de la sociedad reconoce las mejoras, algunos dirigentes políticos se empecinan en poner trabas. Alguien podría decir que eso es la vida política, con sus grandezas y sus miserias. Tal vez tenga razón. Pero como ya lo hemos dicho en otras ocasiones, el juego político debería tener un límite”.
Recordó, aunque sin nombrarlo, los hechos ocurridos en torno a la Alcaldía de Porvenir, en oportunidad de la asunción de Ramiro Ayende y señaló que, “a esta altura poco importa que el primer día después de asumir como intendente hayamos tenido problemas con un alcalde para ingresar al municipio e instalar su funcionamiento” y el plan estratégico de obras, “consensuado con gran parte de la sociedad (para dentro de otros objetivos destinar más recursos en la recuperación de conectores viales en la ciudad e interior)”, que tampoco fue votado.
“Parece que no importa que hayamos logramos obtener del gobierno nacional 90 millones de pesos para comenzar con las obras de acceso al puerto de Paysandú y no nos hayan votado la herramienta para administrar y ejecutarlo, entre otros. Será la gente quien evalúe”, consignó.
FOGONEADO POR LA OPOSICIÓN
Según Caraballo, “sí importa el presente y el futuro, cuando los palos en la rueda continúan perjudicando el progreso de nuestra sociedad” y ejemplificó con la instalación de la Zona Azul, que “es resultado de la demanda de mucha gente, que planteaba la necesidad de organizar el centro de nuestra ciudad”.
Para el intendente, “todo el mundo decía que el centro así no podía seguir, que era intransitable, estresante, que no se encontraba lugar para estacionar. Es más, en el período pasado, el gobierno nacionalista, advirtiendo esta situación, elaboró un proyecto, lo consultó con empresas privadas, redactó los términos de los llamados, pero como se venían las elecciones, hizo cálculos electorales y no se animaron a implementarlo. Así de simple”.
Caraballo definió que la medida se enmarca en “una política integral de tránsito” y recordó que la auditoría efectuada al comienzo de su gestión reveló que “en términos promedio la administración anterior 'sacó' discrecionalmente unas 10 mil multas”. Luego de reuniones con el Centro Comercial, comerciantes de la zona afectada y el análisis técnico, resultó “una medida que implementan gran parte de las ciudades del país y del mundo, pero en Paysandú, a escasos días de haber comenzado a aplicarla, algunos dirigentes de la oposición, sin ningún tipo de evaluación seria, se dedican a fogonear la protesta”.
El titular del ejecutivo comunal sanducero cuestionó: “¿Cómo puede crecer una sociedad dejando todo como está? ¿Cómo podemos recuperar y ser dignos del espíritu avanzado de nuestros abuelos si no nos animamos a cambiar, si apenas implementada la medida salen algunos opositores vaticinando su fracaso cuando cualquier persona puede comprender que se necesita más tiempo para evaluar una medida de este tipo? ¿Realmente queremos ser una sociedad moderna? ¿Hasta cuándo vamos a tener oposición así?”.

BARRIO EL ESPINILLO
Según Caraballo, la oposición ha “querido responsabilizar a la Intendencia” de la situación de los vecinos del barrio El Espinillo. Es “la misma oposición que durante décadas mostró su falta de sensibilidad social, que ha promovido modelos de exclusión y desempleo, ahora, esa misma oposición aparece con un fingido gesto de preocupación por la problemática social de los vecinos de barrio el Espinillo”, cuando “todos sabemos que fue nuestro gobierno el que, junto a otros organismos, ingresó a un lugar de muy difícil contexto y comenzamos a trabajar con esos vecinos”.
El intendente se comprometió a continuar con un trabajo “planificado” y preguntó: “¿hasta cuándo vamos a seguir con un juego tan dañino, tan poco productivo?”. Definió que seguirá “trabajando con cosas planificadas, modernas, con sensibilidad social. Hemos dicho que si implementamos algo y que no funciona como estaba previsto, lo vamos a revisar. No somos necios. Pero a los ponchazos no solamente no nos van a correr, sino que fomentan la división y retrasan la modernización de nuestra sociedad. Quisiera creer que este tipo de reacciones responden más bien a la torpeza que a la mala fe, pero…”, resaltó.
En su opinión, en el departamento “hay muchos problemas por resolver, que son difíciles porque vienen desde hace 20, 30 o más años”, y enumeró que “durante mucho tiempo se perdonaron multas por amiguismo, se permitió la evasión tributaria, se permitió el vale todo en el tránsito, se permitió el mal uso del espacio público, se maquilló la situación de las calles sin soluciones serias para ganar algunos votos, se fomentó la instalación de viviendas en zonas inapropiadas”. Concluyó que “durante décadas se dejó caer a este departamento. Y ahora, cuando estamos empezando a revertir esa situación, los que provocaron el daño tratan de impedir el progreso. La política es una actividad noble, pero con muchas miserias. En lo que a mí respecta, continuaré poniendo mi energía en las soluciones que aún faltan”.