Paysandú, Martes 07 de Marzo de 2017
Rurales | 05 Mar Durante la conferencia inaugural de la Expo Durazno, titulada “Uruguay, ¿potrero del mundo?”, el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), ingeniero agrónomo Federico Stanham, señaló que “hay que mirarse en el espejo de Australia al momento de delinear la estrategia de mejora de acceso a los mercados de exportación de carne vacuna”.
El titular del instituto cárnico fue parte del panel de expositores de la actividad desarrollada en el marco de la 104ª Exposición Agropecuaria de Durazno, junto a Marcelo Secco, CEO de Marfrig en el Mercosur, y Gerardo Zambrano.
Stanham sostuvo que si Uruguay redujera a cero los aranceles de acceso a los mercados, “significaría una mejora de 11% en el valor medio de exportación de la carne vacuna. Esto puede parecer mucho o poco, expresó, pero “ojalá tuviéramos un precio 11% superior”, según un informe de Tardáguila Agromercados. El profesional dio una visión de mediano y largo plazo con la mirada puesta en “construir futuro, que es lo que precisa la ganadería en el país”.
En su exposición se refirió a las preferencias arancelarias de los países que destinan la mayoría de su producción de carne vacuna al mercado internacional, caso de Nueva Zelanda, Australia, Uruguay y Paraguay. En el caso uruguayo las preferencias arancelarias son bajas, lo que contrasta con otros países que tienen beneficios arancelarios altos o muy altos al momento de acceder a los mercados de destino.
El presidente del INAC dijo que entre esos países el que se puede tomar como referencia para “copiar lo que ellos hacen” es Australia, porque el futuro de la ganadería “pasa por allí”, en lo que refiere a las favorables condiciones de acceso a los principales mercados de destino. “El precio de exportación comanda la cotización de la materia prima”, aseguró Stanham en base a la evolución del valor medio de exportación y el precio que la industria paga por el novillo.
Desde su punto de vista, el período de expansión de los ingresos está cumplido y estima que los precios estarían estabilizados entre U$S 3.300 y U$S 3.400 por tonelada. La tendencia a nivel país, según los datos de INAC, muestra que la variación de los precios de la hacienda acompañan los cambios de los precios internacionales, por lo tanto “el precio de la exportación comanda el precio de la materia prima. La zafra y la poszafra puede existir o no”. Aclaró que además es lógico que las variaciones climáticas también tengan su peso e incidencia en el mercado.
DRESSING
El presidente de INAC explicó el decreto de dressing o como el mismo señaló: “Voy a ver si puedo vender lo que se llama el decreto de dressing o la discusión del pago en tercera balanza”. Para Stanham, es una ventaja para el sector ganadero el saber exactamente qué es lo que vale cada animal al compararlo con el sector agrícola, donde dijo que la industria de granos toma una muestra del lote, mientras que la hacienda se pesa individualmente.
Indicó que para entender y darle valor a la cuarta balanza, el productor debe considerar que en el desosado es el lugar del frigorífico donde se agrega más valor a la producción y que el 90% del valor del animal es carne y el resto, que es importante porque es un negocio, no llega al 10%.
Una medición más objetiva de la calidad de la canal en la cuarta balanza permitirá, según Stanham, una “herramienta para que el ganado valga más”. Explicó que el decreto también apunta a la tipificación electrónica que brindará una medición objetiva de la canal, porque dijo no creer en el indicador de porcentaje de rendimiento de faena, el cual es muy valorado por los productores.
Su posicionamiento respecto al indicador del rendimiento se basa en la muy baja correlación entre los rendimientos de faena y el tratamiento de los animales, según estudios de INIA. Según Stanham, hay 31 millones de dólares en pérdidas por machucamiento, que representan el 2% del monto total exportado de carne.
PESO PARA EL PAÍS
Por su parte, Marcelo Secco, CEO de Marfrig en el Mercosur, manifestó en su exposición que es “un sector que, más allá de las modas pasajeras, tiene un peso relativo muy importante para el país”. “La agroindustria es 15% del PBI y emplea de forma directa más de 200.000 personas, y a pesar de eso ayer no nos nombraron”, dijo, aludiendo al discurso de 40 minutos del presidente Tabaré Vázquez el pasado miércoles, al cumplirse dos años del período presidencial.
Durante su participación en la conferencia inaugural de la Expo Durazno, Secco dijo que a pesar de que Brasil exporta no más de 20-22% de la carne que produce, tiene la capacidad de “en dos minutos meter 50.000 toneladas en el mercado internacional”, con el impacto que eso puede tener sobre las cotizaciones.
El integrante de Marfrig sostuvo que en la medida que crece el PBI mundial, crece el consumo de carne, no importa la región del mundo de que se trate.
Aunque recordó que se debe competir con otras carnes que son el grueso de la producción y del consumo, tanto el cerdo como el pollo. “No somos ajenos al mundo, lo que pasa en China o en Europa, mientras curamos un ternero abichado, nos afecta”, agregó. Ejemplificó con el hecho de que si China devalúa 15% y su economía se enlentece, eso nos afecta, porque perjudica la capacidad de compra del consumidor chino.
Secco también se refirió al peso de los aranceles de acceso a los mercados de la carne. Es un tema que está en la agenda, pero no se está avanzando, expresó. “Es un tema que hay que empezar a resolver”, agregó el industrial.
MEJORÓ EL NEGOCIO
Por su parte, Gerardo Zambrano aseguró en la Expo Durazno que sin ninguna duda la cuota 481 mejoró el negocio ganadero, por lo que la eventualidad de que quede de lado es un elemento que preocupa. Para Zambrano, la cuota, así como la exportación de ganado en pie, son sumamente importantes para la eficiencia de la ganadería en el país. En esto último discrepó con la postura de Marcelo Secco durante la misma conferencia.
Dijo que la exportación en pie es imprescindible para el crecimiento de la ganadería. Desde su punto de vista, lo que se debe hacer es buscar alternativas al mercado de Turquía, que hoy es el destino de más de 90% de esta corriente comercial.
El ternero fue la única categoría que no bajó de precio en el último año en los remates de Plazarural. Y para Zambrano eso se debe a la influencia de la cuota 481 y de la exportación en pie.
El operador de mercado opinó que el endeudamiento volvió a ser un problema en el agro, con una deuda total de U$S 2.500 millones. La ganadería está mejor que otros rubros del sector, pero el problema no le es ajeno, aseguró.
También se refirió a los costos del país y al atraso cambiario, el cual situó en el eje de 25%, lo que “nos deja fuera de concurso en muchos ámbitos”. Consideró que el país se debe plantear cuál es el costo “de ser un ejemplo”. El productor tiene que hacer tanto trámite, espera, intervención de profesionales, para vender su ganado, que más allá de los U$S 12 por animal que implica, no le queda otra que “hacer las cosas mal”.
“Nos tenemos que preguntar para qué nos sirve ser un ejemplo”, expresó. Puso como ejemplo el precio del novillo gordo, de U$S 2,93, y el costo del gasoil, de U$S 1,47 por litro, el décimo más caro en el mundo.
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