Paysandú, Sábado 11 de Marzo de 2017
Opinion | 11 Mar Insólito y penoso. Mejor no ahondar en otros calificativos porque la lista sería larga. ¿Será así como piensan construir y sostener un país productivo? ¿En qué siglo vivirán esas cabecitas? Según informó la prensa capitalina, un paro sorpresivo de funcionarios de AFE impidió que personal especializado de la pastera UPM que había arribado desde Finlandia realizara un relevamiento de vías férreas que unen Montevideo con Paso de los Toros –donde iría instalada la tercera planta de celulosa, y la segunda de UPM, en Uruguay– y debieron volverse a su nación sin la posibilidad de desarrollar los trabajos previstos.
Es difícil imaginar algo más chapucero. AFE sobrevive subsidiada y a duras penas logra movilizar algunos trenes sobre el territorio nacional, y la de UPM sería una inmejorable inversión para reactivar las vías férreas y para transportar de manera más eficiente, sin romper las rutas, la mercadería, no solo la de la planta de celulosa. Pero no. Siempre es no. Siempre un pero y en este caso un papelón ante inversores extranjeros que vienen a sacar de la modorra a la economía local. Recordar que no existe otra gran inversión entre manos en el futuro próximo. Es la segunda planta de UPM o nada por mucho tiempo.
Los técnicos finlandeses vinieron con un plan bien detallado, como no podía ser de otra manera proviniendo de este eficaz país escandinavo. Para realizar sus tareas en Uruguay, contrataron una locomotora a la empresa Servicios Logísticos Ferroviarios, creada por AFE, y trajeron tecnología específica para realizar la revisión de las vías. Pero al enterarse, el sindicato –la Unión Ferroviaria– decidió actuar anunciando un paro parcial sorpresivo de cuatro horas. Los finlandeses esperaron ese tiempo para luego comenzar las labores, pero los sindicalistas le extendieron el paro. Hasta luego, nos vemos.
La Unión Ferroviaria quiso llamar la atención de este modo y sacar a relucir sus reinvindicaciones, como una reestructura de AFE y una queja por el uso de Servicios Logísticos Ferroviarios, porque hace que los trabajadores pierdan salario. La medida de fuerza causó una “fuerte molestia” en el directorio del ente, informó El Observador, y no es para menos. Los jerarcas entienden que el paro fue intencionado con el fin de impedir lo previsto por UPM.
El gobierno también cuestionó la postura de los trabajadores de AFE. El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, dijo ayer que es “lamentable” y una “ironía” que quienes deberían ser los principales interesados en la reactivación del ferrocarril imposibilitaran el trabajo de los técnicos de UPM. Pero hizo un matiz. El ministro entiende que el paro fue coincidente con las actividades que pensaban desarrollar los ingenieros de la compañía y que su regreso a Finlandia no es una consecuencia del hecho de que no hubieran podido realizar la tarea, según comentó a El Observador.
Este medio hizo un repaso sobre los conflictos entre sindicatos e inversores extranjeros. Son varios. Primero nombra a Montes del Planta, la planta de celulosa que se encuentra en el departamento de Colonia. Durante su construcción de la planta Montes del Plata, el Sunca –el gremio de la construcción– realizó numerosos paros (llegaron a quejarse de todo, hasta del suculento menú). En julio de 2012 un grupo de trabajadores quiso obligar a obreros alemanes a plegarse a la movilización. Un trabajador le metió un cabezazo a un obrero alemán y le fracturó la nariz. Luego de ese y otros episodios, trabajadores extranjeros evaluaron la posibilidad de irse del país.
En Ancap también hay cosas para decir. De acuerdo El País, la empresa deberá pagar unos 550.000 dólares a una firma afectada por medidas gremiales realizadas en 2011, según falló la Justicia de lo Contencioso Administrativo. La empresa, contratada para realizar trabajos de mantenimiento de cañerías en la planta de La Teja, alegó que medidas sindicales “limitaron e impidieron” el desarrollo de las actividades asumidas.
En tanto, en noviembre de 2014, la ensambladora de vehículos Lifan, ubicada en el departamento de San José, se cansó de la conflictividad generada por la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines (Unmtra) y anunció que replantearía el fin del proyecto automotriz. A fines de 2015 Lifan cerró la operativa que fue retomada el 1º de marzo pasado. GKN Driveline, multinacional dedicada a la fabricación de autopartes que se focalizaba en la exportación y que cerró tras varios años de producción, la fábrica de látex –de capitales malayos– que estaba por la kilómetro 25 de la ruta 74 y la construcción de la planta de ciclo combinado de UTE en Punta del Tigre (San José) que comenzó en 2012 y lleva un considerable atraso debido a sucesivos conflictos del Sunca, son otros ejemplos de cómo los reclamos sindicales –que muchas veces pueden ser legítimos, por supuesto– han servido como palo en la rueda al desarrollo.
El gobierno y UPM aún están en la primera fase de las tres previstas hacia la concreción de la planta de celulosa que la empresa proyecta en la margen del río Negro. No hace mucho la firma recordó, justamente, que estaban en la primera etapa de las conversaciones. Por las dudas. La medida de los funcionarios de AFE, que se suman ya a reclamos del Sunca respecto a la construcción de la nueva planta –muchas veces por fuera de la realidad– pueden desalentar a cualquiera y hacen calentar a un muerto, o a un finlandés.
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