Paysandú, Lunes 13 de Marzo de 2017
Rurales | 12 Mar Procurando sintetizar información que ayude a la toma de decisiones en conjunto del sistema, se desarrolló en las instalaciones del Paysandú Golf Club la jornada “Productividad o aprovechamiento... ¿Dónde poner el foco?”, promovida por la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran) y el Instituto Plan Agropecuario (IPA), enmarcada en el ciclo de charlas en base a la producción de forrajeras.
La actividad contó con la exposición del ingeniero agrónomo Diego Vercellino, quien presentó los resultados de la 6ª Edición de Campos demostrativos de forrajes, para posteriormente desarrollarse una mesa redonda con panelistas invitados. Fueron parte Vercellino por Copagran, el ingeniero agrónomo Sebastián Mari por PGG Wrightson Pass, el ingeniero agrónomo Pablo Soca por la Facultad de Agronomía y el ingeniero agrónomo Danilo Bartaburu por el Plan Agropecuario, siendo el moderador el ingeniero agrónomo Rómulo Cesar, técnico en Paysandú del mismo plan.
Previamente, el ingeniero agrónomo Jorge Beceiro, gerente de insumos y semillas de la cooperativa, dijo a EL TELEGRAFO que “no son los materiales los que hacen la diferencia en el sistema, sino que pensamos que el arte de no quedarse sin pasto y de producir una base importante pastoril, es la forma de abaratar los costos, y pasa por la combinación de distintas especies que cubran las necesidades forrajeras de todo el ciclo”.
Recordó que es el sexto año de los campos demostrativos en forrajeras, con el objetivo de brindar información válida a los productores. Entiende que es una zafra “lenta” porque los números “están ajustados y la gente saca mucho las cuentas. Pero además, hemos tenido un verano muy bueno y hace que la gente retrase las decisiones de la compra de pasturas para enfrentar el invierno”.
De todas maneras, entiende que hoy el productor “está más maduro en este tema, y sabe que los pastos que tenemos hoy no los vamos a tener en el invierno y, por lo tanto, hay que armarse, y estamos aguardando que en los próximos días se formalice más el mercado”.
Se refirió al desarrollo propio del Paspalum Notatum (Pensacola), que “viene dando muchas satisfacciones”. Además, algunas licencias tras acuerdo de Copagran con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), “con el Lotus INIA Rigel, o el Titán, o la Avena Columba, y un amplio menú”.
GRAMÍNEAS PERENNES
En su exposición, Vercellino se refirió a todo lo relacionado a las gramíneas perennes, “espacio en donde se ha desarrollado un importante trabajo desde la cooperativa. Es el caso del Paspalumn Notatum (Pensacola), alternativa que se está imponiendo en la zona y los productores de a poco lo van adoptando con muy buen resultados”, dijo el profesional.
Sostuvo que el Paspalum “surge ahora con bastante fuerza, porque hay una nueva entrada de especies para verano y las características positivas de esta variedad es que es perenne y tiene muy buena resiembra, determinando que es una pasturas para varios años con buen manejo”.
Presentó en su exposición un sistema que se viene monitoreando, que “va hacia praderas de larga duración, con festucas en invierno, y en verano procurándose prescindir de los cultivos forrajeros anuales, por el alto riesgo y costo, pasándose en el verano a las áreas en donde está el Paspalum”. Aclaró que “aunque no tiene un período tan extendido como las invernales, es de altísima producción y soporta altas cargas que vienen de las áreas de invierno, con menores áreas de Paspalum”.
Vercellino recordó que el año pasado fue muy malo para los forrajes: “Hubo zonas que en abril de 2016 llovió hasta más de 1.000 milímetros, no se pudo sembrar, y la gente del norte del país es algo reacia a sembrar raigrases muy temprano en marzo, y se quedó un poco para atrás y pasó a sembrar en mayo, con la consecuencia de que hay menor período de crecimiento y tasas más bajas”.
SIN PRIMAVERA
Sobre la situación actual de las pasturas en esta época del año, el ingeniero agrónomo Danilo Bartaburu indicó a EL TELEGRAFO que “prácticamente la primavera no existió, porque fue muy corta y fría, y eso se notó en la información que poseemos de crecimiento de pasto en octubre y noviembre, que estuvo un poco por debajo de los promedios”. El jefe de la Regional Litoral Norte del Plan Agropecuario estableció que “después se dieron condiciones excepcionales de crecimiento de las pasturas a partir de diciembre y enero, con lluvias muy abundantes, y lo único que nos hacía acordar que estábamos en verano eran las temperaturas, porque después las pasturas tienen un volumen y calidad excepcional, que no es de esta época en realidad”.
La gran interrogante para el técnico sanducero “es con qué calidad van a entrar esas pasturas al invierno y cómo manejar esa situación”. Estableció que para esta región las pasturas naturales “sigue siendo el recurso de mayor importancia en la ganadería del basalto y de Uruguay, y nos otorga niveles de competitividad muy importantes”. A esto se suma que la mayoría de los productores “tiene la necesidad de producir más, porque hay costos crecientes, y por lo tanto para afrontar esas realidades, hay que aumentar la productividad e intensificar los procesos de producción”. Como interrogante planteada en su exposición en la mesa, Bartaburu se preguntó si hay un solo camino de intensificación para los ganaderos de la región. El profesional está convencido que “en vista de la gran heterogeneidad de situaciones a nivel predial que existen, no hay un único camino de intensificación para los ganaderos de la región, sino que hay múltiples alternativas, adecuadas para los distintos establecimientos”.
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