Deportes | 09 Mar Y un día volvió el fútbol argentino. Después de 80 días de parate, de intentos para arreglar una AFA que parece incontrolable y que nuevamente postergó las elecciones, de que la Comisión Normalizadora que lidera Armando Pérez hiciera cintura por todos lados, ayer se levantó la huelga de jugadores y hoy comenzará a rodar la pelota.
Hasta el gobierno estuvo metido en el medio, y no solo por haberse roto el vínculo de Fútbol Para Todos, sino porque el Ministerio de Trabajo intimó al gremio de los jugadores a acordar un arreglo de pago por las deudas que mantienen los clubes.
Sí: decretó la conciliación obligatoria.
Y hubo humo blanco tras duras negociaciones que se extendieron a lo largo de varios días. Ayer, por ejemplo, por un momento se jugaba y en otro no, hasta que los papeles se firmaron para que la competencia de Primera División se retome hoy con la disputa de la 15ª fecha.
Claro que antes hubo que encontrar dinero, lo que no fue poca cosa, y contrarreloj. El principal sponsor del torneo aportará 40 millones de pesos argentinos para terminar de saldar las deudas, aunque 10 millones serán los que se entreguen mañana.
Esta cifra de 40 millones se suma a otra igual que había aportado la empresa que compró los derechos de televisación de la B Nacional y la Primera B. Y Torneos y Competencias sumó otros siete millones para alcanzar la suma que exigía el gremio para seguir cubriendo deudas, por las que ya se saldaron en los últimos días 305 millones de pesos distribuidos entre 144 clubes.
Igual, quedó en claro que la empresa que se quede con los derechos audiovisuales del fútbol argentino deberá desembolsar de un saque 1.200 millones para cancelar definitivamente todas las deudas con los clubes, técnicos y jugadores, aunque habrá que esperar al menos hasta abril. Lo cierto es que hoy, a partir de la hora 21, Vélez y Estudiantes se enfrentarán en el José Amalfitani y la pelota comenzará a girar después de demasiado tiempo, en un balompié argentino convulsionado.