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Paysandú, Martes 21 de Marzo de 2017

Corrupción en Brasil también llegó al sector cárnico

Rurales | 21 Mar Una bomba económica, social y política de alcances imprevisibles en Brasil tiene como epicentro a las mayores empresas brasileñas del sector frigorífico, entre ellas la multinacional BRF (de origen brasileño), que concentró casi todas las marcas de su país, también de Argentina (donde tiene ocho plantas), y JBS, que en Uruguay es propietaria de una planta.
En el gigantesco operativo, bautizado “Carne débil”, participaron 1.100 agentes federales. La causa para semejante despliegue es la venta en el mercado interno y para exportación de carnes putrefactas, con salmonela o adulteradas. Para cometer esos delitos fue preciso coimear los más altos niveles en Brasilia, que “habilitaron” gracias a los sobornos “la ceguera” frente a tamañas irregularidades.
Las gigantes BRF y JBS –principales investigadas– fueron “corruptoras” activas e “incentivaron” un gigantesco esquema de corrupción que tuvo como uno de sus ejes al Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (Mapa), hoy comandado por el “rey de la soja” Blairo Maggi.
No es este el único ministro del presidente Michel Temer que se encuentra comprometido. En idéntica situación está el titular de la cartera de Justicia, Osmar Serraglio, nombrado hace menos de un mes en ese puesto por el jefe de Estado brasileño. Hubo en total 38 detenciones. “Los agentes públicos, que utilizaban el poder de fiscalización del cargo, actuaron para facilitar las adulteraciones de productos emitiendo certificados sanitarios sin ninguna vigilancia efectiva”, reveló el juez del caso, Josegrei da Silva.
Lo cierto es que esta brutal deflagración judicial produjo una inmediata caída en la Bolsa de Valores de San Pablo (Bovespa). Las acciones ordinarias de JBS y BRF cayeron respectivamente 11% y 7,5%. Esto produjo un retroceso significativo del índice Bovespa, que venía desde hace un tiempo en alta; el viernes bajó 2,39%. Y las explicaciones dadas por los operadores remitieron al caso “Carne débil”.
El holding de BRF es dueño de las marcas más famosas de Brasil como Sadia y Perdigao. En Argentina compraron empresas de primera línea. Hoy son dueños de salchichas Vieníssima y Wilson, las hamburguesas GoodMark y los fiambres Tres Cruces y Hammond (además de las margarinas Manty y Delicia).
En los mercados bursátil y financiero indicaron que las pérdidas de las acciones de estas compañías son consecuencia del daño a la imagen de las empresas. Y no solo por la corrupción. También por los delitos cometidos. Son suficientes dos ejemplos: la comida de la merienda escolar en Brasil fue adulterada. Prometían carne pero mandaban sustitutos de soja. El otro caso procede de Italia: el país europeo tuvo que frenar un embarque de carnes que estaba contaminada con salmonela.
La Policía Federal indicó que son 40 plantas frigoríficas las que cometieron diversos tipos de delitos: “Estas corrompían a los fiscales responsables por la vigilancia sanitaria. De esa manera, conseguían colocar en el mercado productos que no atendían los criterios mínimos de calidad”.
Reveló también que en el caso de una planta de la BRF en Goiás (estado provincial del centro geográfico de Brasil) “se envasó carne aviaria con salmonela”. La historia es pesadísima. Estas estructuras productivas, de empresas de alcance mundial, usaban elementos reconocidos como cancerígenos para “maquillar” la carne en mal estado.

DEMOSTRACIÓN
Para demostrar la buena calidad de las carnes brasileñas, el presidente Michel Temer convidó el pasado domingo a la noche un “churrasco” a embajadores extranjeros, pero los diarios brasileños sospechan que fueron degustados cortes de ganado importado.
El diario Folha de São Paulo y otros medios publicaron el lunes la foto de Temer en el restaurante Steack Bull, de Brasilia, saboreando carne junto a los embajadores de China y Angola. “El gobierno minimiza crisis de la carne y rebate argumentos de la Policía Federal”, escribió el diario.
Sin embargo, empleados de Steack Bull declararon que ese restaurante se abastece también de carne importada de Australia y que desde que estalló el escándalo de la carne en mal estado, compran menos productos brasileños. Al finalizar el ágape, el mandatario dijo que después de saborear las delicias brasileñas los diplomáticos “van a abogar” para que sus países sigan importando productos sudamericanos.

URUGUAY
El escándalo de corrupción y adulteraciones de las certificaciones de carne vacuna y aviar que vive Brasil podría llegar a beneficiar la carne bovina uruguaya en algunos mercados clave como China y Unión Europea, entre otros.
Los beneficios podrían verse en el corto plazo, principalmente en China –primer comprador en volumen, en el caso de la carne vacuna uruguaya– y Unión Europea, donde van los cortes de mayor valor. En mercados como China, la carne bovina brasileña y las menudencias tienen una fuerte presencia y en años anteriores llegaron a desplazar a los productos uruguayos, causando caídas fuertes en los negocios.
Previo al Consejo de Ministros a celebrarse en Canelones, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, reflexionó que el problema no debe generar consecuencias para Uruguay. El secretario de Estado marcó las diferencias: “En el país vecino fallaron los controles y hay un problema de corrupción muy grande. En Uruguay nos diferenciamos por la implementación de normas claras y mecanismos de control y fiscalización seguros”. Es que uno de los frigoríficos involucrados en el escándalo tiene presencia en Uruguay, donde maneja la planta de Frigorífico Canelones (JBS SA).


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