Paysandú, Domingo 26 de Marzo de 2017

Solicitada

Locales | 19 Mar DE LA VALORIZACIÓN DE RSU Y
LA ELIMINACIÓN DE VERTEDEROS
Paysandú genera un promedio de entre 50 y 60 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos (RSU), cuya gestión, sobre todo en el sitio de disposición final, aún resulta un problema serio para la ciudad. Según la procedencia y la naturaleza de estos residuos, los mismos pueden clasificarse en: residuos domiciliarios; voluminosos (de origen doméstico, tales como grandes embalajes, muebles, etcétera); comerciales y de servicios; residuos de limpieza de vías y áreas públicas (procedentes de las actividades de limpieza de calles y paseos y de arreglo de parques y jardines).
En relación específicamente con la naturaleza de los RSU, debe señalarse que la misma es enormemente variada y debe estudiarse en cada momento y en cada localidad, debido a que en los hechos, los RSU varían según: su origen (pueden ser domésticos, procedentes de industrias o de establecimientos comerciales, de la limpieza de las calles o de los edificios públicos, etcétera); el lugar de procedencia (las zonas urbanas producen más papel, plásticos y residuos de manufactura, enlatados, etcétera; las zonas rurales tienen una producción de residuos más orgánica); la variación climática (en verano se suelen consumir más verduras y frutas y en invierno se suelen producir más cenizas); el nivel de vida (en las zonas residenciales suelen producirse más residuos y reciclarse muy poco, en tanto en las zonas deprimidas además de consumirse menos, se recicla la mayor parte de los materiales de desecho) y las variaciones estacionales (en verano, con las vacaciones, se produce una migración considerable de los residuos desde las ciudades hacia las zonas turísticas, además de que los residuos de los ciudadanos que quedan en las ciudades suelen ser muy distintos a los residuos de los días laborables).
Sin duda alguna, la naturaleza o composición de los RSU resulta una variable esencial a conocer a la hora de gestionarlos adecuadamente. De acuerdo con un estudio desarrollado por la Dirección de Limpieza y Talleres y la Unidad de Gestión Ambiental de la Intendencia de Paysandú, en el marco del nuevo sistema de Girsu, en el mes de mayo de 2012, los RSU del área urbana de la ciudad, presentan la siguiente composición: orgánicos 48,2%, plásticos 17,6%, nailon 12,2%, cartón y papel 9%, trapos 8,78%, vidrios 2,25%, latas 2,02%. Según el anuario estadístico del Ayuntamiento de Madrid, la composición de los RSU en esa ciudad es la siguiente: materia orgánica 49,4%; papel 20,3%; plásticos 12,9%; vidrio 6,6%; metales 3,7%; textiles 3,6%; varios (goma, caucho, pilas, madera, otros) 3,5%.
De las variables mencionadas como incidentes en la composición de los RSU, una que resulta significativa es el cambio de vida de sus habitantes, la cual es también el factor más influyente a largo plazo para su gestión. La disposición final de los RSU no debería constituir un problema en ningún país, pues existen técnicas adecuadas para resolver cualquier casuística que se plantee en esta materia. Sin embargo, gestionar el sitio de disposición final con el volumen de RSU que genera Paysandú a diario, aún resulta un problema serio para la ciudad.
Atendiendo a esta realidad y tomando como ejemplo la situación del mundo desarrollado, el proyecto de Girsu procura brindar un servicio ambientalmente sustentable, basado en la recuperación de materiales y desechos existentes en los RSU a través de la valorización de los mismos. En este sentido y establecida una línea de base en relación con la composición de los RSU en la ciudad, el proyecto apuesta a la educación de la población y la recuperación previa a través de la colocación de contenedores específicos como son los Centros de Entrega Voluntaria (CEV) en distintos puntos de la ciudad, para la disposición diferencial en ellos, de los residuos reciclables como el vidrio, el plástico, metales, papel y cartón.
De esta forma, se promueve separar del resto de la basura aquellos residuos que ya sea por el alto valor que alcanzan en el mercado, o para evitar una posible contaminación por la presencia de metales pesados o productos especiales que no deben entrar en contacto con la basura, interesa clasificar previamente. La valorización de los RSU, recuperando y aprovechando los reciclables, resulta en una disminución del volumen de residuos que se destinan a disposición final en vertedero, generando ahorros importantes en el funcionamiento de estos sitios, además de los beneficios ambientales, en la salud de la población en general y de inclusión social que esto trae consigo.
Los países del mundo desarrollado tienen esto claro desde hace tiempo y han logrado implementar sistemas de gestión de RSU tan avanzados, que prácticamente se han deshecho de los vertederos, sustituyendo los mismos por una mejor gestión, basada fundamentalmente en la recuperación y el aprovechamiento de la fracción reciclable que compone la basura y la valorización energética del resto. En otras palabras, el desenlace exitoso de lo que se comenzó a implementar en Paysandú desde el año 2012.
En este sentido y para que se tenga una noción más cabal de lo que se menciona, según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) la media europea de almacenamiento de residuos en vertederos al año 2013 era del 31%, el reciclado de los residuos sólidos alcanzaba un 28% (siendo el segundo tratamiento más utilizado), la valorización mediante la incineración se situaba en el 26% y por último un 15% de los residuos se convertían en compost.
Sin embargo, los casos de Alemania, con 18% de sus residuos convertidos en compost, 47% reciclados (presenta la tasa de reciclaje más alta de la Unión Europea) y una valorización mediante la incineración del 35%, lo cual resulta en la eliminación total del almacenaje en vertederos; y de Suecia, reciclando el 36% de sus residuos, convirtiendo en compost el 16%, destinando el 47% a valorización mediante incineración, lo cual resulta en un mínimo 1% de los residuos destinados a vertedero, constituyen dos ejemplos notables de lo que se pretende para el Paysandú del futuro, desde la implementación del Girsu.
Cerrar los vertederos de las ciudades de Quebracho y Guichón, así como de todos los basureros de las localidades en el eje de las rutas 3 y 90 entre esas ciudades y Paysandú, de forma de eliminar el almacenaje en vertedero en esos sitios, donde la gestión también es problemática, sumaría a seguir ubicando a Paysandú en el rumbo de estos ejemplos notables.
Completar el proceso iniciado entre 2010 y 2015 para el cierre del actual vertedero de Paysandú y la construcción de un nuevo relleno sanitario que permita sostener al menos una aceptable gestión de los RSU, mientras se recorre el largo camino en materia de educación de la población, legislación ambiental e innovación, para alcanzar los objetivos del mundo desarrollado de reducir al mínimo, cuando no eliminar por completo, la disposición final de los residuos en vertedero en la ciudad de Paysandú sería otro gran paso.
El proyecto original de Girsu aporta las herramientas y la metodología para alcanzar una gestión de los RSU en el departamento de Paysandú, que lo acompase con los países desarrollados. Depende de la conjunción de saberes, trabajo, actitudes positivas y decisiones apropiadas, que los objetivos originales se alcancen.
Lic. Martín Appratto Mathisson


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