ZONA AZUL

Locales | 25 Mar El edil frenteamplista Jorge Dighiero abordó las diferencias en las disposiciones del gobierno departamental relacionadas con la ampliación de la zona azul comparando lo planeado por la administración anterior y la actual, a cargo del intendente Guillermo Caraballo. Destacó el “coraje cívico del gobierno departamental por el costo político inicial que hubo que pagar”. Asimismo, calificó como de finalidad “absolutamente recaudatoria” lo proyectado en la administración nacionalista que recogía las sugerencias del señor Lucas Faccello, por entonces asesor de la Intendencia en lo relacionado con el tránsito.
“Voy a hablar otra vez de la Zona Azul y repetiré alguna cosa que ya dije en esta sala, pero que hay que reafirmarla para que la gente tenga toda la información en este tema. Al asumir, nuestro gobierno se encuentra con que el tránsito es uno de los grandes problemas a resolver y luego del análisis, se elaboró el Plan de Mejoramiento del Tránsito en Paysandú, que se puso en marcha a mediados de noviembre de 2015. El gran objetivo era reinstalar a la Intendencia en el dominio y contralor de la vía pública e implementar una política departamental de tránsito”, indicó.
LAS DIFERENCIAS
De acuerdo con las resoluciones oficiales, “las diferencias entre lo proyectado en 2014 son que antes en ningún momento se sugería que (el tema en general) fuera aprobado por la Junta Departamental, sino que iba a ser aprobado por resolución del Ejecutivo. Tampoco se incluía a la calle Sarandí, pero el resto del área era exactamente la misma, se fijaba un precio para el 1º de enero de 2014 de 22 pesos la media hora y 36 pesos la hora (actualizados serían 28 y 48 pesos respectivamente) y no 20 pesos la media hora y 30 pesos la hora como marca el decreto en vigencia. En 2014 no se asignaba el destino de los recursos y se fijaban los mismos días de vigencia pero de 7 a 19 horas y no de 9 a 18, como es ahora”. Dighiero argumentó que “el aspecto laboral comprendía a 140 personas y aunque el gobierno había quedado de concertar el diálogo entre el concesionario y los trabajadores, se lograron soluciones para que nadie perdiera sus posibilidades laborales y todos las mejoraron al estar en regla con la seguridad social”. Respecto de la movilización vehicular, “del estudio surge que en el microcentro circulan 300.000 vehículos y este ha sido un juego de ganar-ganar. Se mejora el orden en el tránsito, se mantienen los puestos de trabajo y se habilita considerable economía de combustible. Quiero felicitar al gobierno departamental que tuvo el coraje cívico de llevar adelante medidas que mejoran y cambian la circulación de vehículos, a pesar del costo político inicial que hubo que pagar”, concluyó.