Deportes | 04 Abr Cuatro meses más tarde se verán en la cancha. El 28 de noviembre del pasado el Chapecoense sufrió un accidente que marcaría al fútbol mundial: cuando la delegación se trasladaba a Medellín para disputar la primera final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional, el avión cayó en tierras cafeteras provocando la muerte de prácticamente todo el plantel. Fueron 71 las vidas que se perdieron.
Rápidamente, el plantel del Atlético Nacional pidió, con el apoyo de su dirigencia, que la Conmebol designara como campeón de la Sudamericana al Chapecoense.
Y pocos días más tarde el organismo rector del fútbol sudamericano no solo aceptó el pedido, sino que reconoció a los cafeteros con el premio “Centenario Conmebol” al juego limpio.
Esta noche, los dos equipos se verán las caras en la ciudad de Chapecó, para disputar el partido de ida de la Recopa Sudamericana, que enfrentará a los cafeteros como campeones de la Copa Libertadores, y a los brasileños como ganadores de la Sudamericana.
El Chapecoense pidió autorizar como excepción su escenario, el Arená Condá, para el partido de ida. Es que no solo se vivirá un partido de fútbol, sino que los brasileños quieren demostrar el cariño y reconocimiento que se tiene al Atlético Nacional, al que se homenajerará esta noche.
Ayer, la delegación de los colombianos fue recibida con todos los honores en el aeropuerto.
Es que más allá de que estará en juego hoy que comenzará a la hora 19.15 y el próximo día 10, cuando se juegue la revancha en el Atanasio Girardot, la Recopa Sudamericana, la emoción será parte indispensable de lo que no serán solo dos partidos de fútbol.
Cuatro meses después, colombianos y cafeteros jugarán, por otro torneo, el partido que nunca pudo desarrollarse.
Hoy comenzará a definirse el nuevo campeón de la Recopa, hoy en poder del argentino River Plate.
Pero más allá de todo, el destino quiso que se enfrentaran dos equipos que, a partir de una tragedia, quedaron hermanados para siempre.