Rurales | 09 Abr Paulatinamente va iniciándose la cosecha de soja en el país, apareciendo en las plantas de silos los primeros camiones cargados con la oleaginosa, al igual que con viajes de sorgo. Se está frente a una cosecha que oscila entre 3.000 y 3.500 kilos por hectárea, lo que confirma los potenciales de rendimiento y buena zafra que técnicos y productores tenían previo al inicio de la actividad.
Debido a que recién se está iniciando --el grueso de la zafra se desarrollará a mediados de abril--, los técnicos consideran “prematuro” hablar de rindes con tan escasa área. “No da para sacar muchas conclusiones porque son recortes que se van haciendo de las zonas más altas o en donde la soja se aprontó primero”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Luis Simean.
Aunque son los primeros viajes, “todo hace indicar que vamos a estar frente a una muy buena zafra”, dijo el gerente de la Copagran filial Paysandú. Y apuntó que las primeras chacras “oscilan en el entorno de los 3.000 kilos, o sea dentro de las expectativas de rendimiento que había”.
Sostuvo que la falta de precipitaciones desde hace varias semanas no conspiran contra el éxito de la zafra, ya que “en el perfil de los suelos hay agua y los cultivos culminarán sin problemas en el llenado de grano”. La soja que está saliendo “viene con buena calidad, aunque también es importante aclarar que aparecen viajes con algunos de estos problemas de las malezas prohibidas en el protocolo firmado entre Uruguay y China, que se están tratando de resolver con prelimpieza y las medidas que estaban previstas”.
Por su parte, el ingeniero agrónomo José Cristaldo, de Baselto, dijo a EL TELEGRAFO que “merced al buen tiempo y altas temperaturas de los días anteriores, las chacras en realidad se apuraron y las primeras cosechas son con humedades de recibo, por debajo de 14%, muy buena calidad y rindes aceptables”.
Precisó que chacras cerradas “son muy pocas”, y lo cosechado hasta el momento “está en el entorno de los 3.000 kilos”. De todas maneras, el técnico sanducero estableció que “de concretarse los anuncios de lluvias para este fin de semana, cuando se reinicie la actividad en las chacras” –seguramente a mediados de Semana Santa--, “la cosecha se concentrará fuerte en la zona”.
Indicó que la calidad de grano “se ve muy bien y desde ese punto de vista no habrá problemas”. Aun así, reconoció que la preocupación está “en las malezas cuarentenarias, que lleva a extremar medidas en toda la cadena”.
El ingeniero agrónomo Federico Nolla, técnico de la empresa Agrocentro, señaló que los rendimientos que están “obteniendo hasta el mediodía de este sábado oscilan entre 2.600 y 4.000 kilos en cultivos de secano, y por arriba de los 4.000 en algunos casos en donde se hizo riego”. “Estamos hablando de chacras ubicadas en los departamentos de Paysandú y Río Negro, aunque también tenemos datos de una chacra en Rocha en donde el promedio obtenido fue de 3.500 kilos por hectárea”, dijo a EL TELEGRAFO.
Acotó que “lo obtenido es de calidad muy buena, el peso de grano es alto por el buen período de llenado de grano”. De todas formas, “tenemos que esperar este fin de semana de lluvias, para ingresar ni bien se pueda a continuar con la cosecha, en donde tenemos muchas expectativas”, afirmó.
Por otra parte, Ignacio Tellechea del establecimiento Manguera Azul, en el departamento de Río Negro, manifestó que la cosecha “viene muy bien, y se escucha de todo en cuanto a rindes, que oscilan entre 2.500 y 4.500 kilos por hectárea”. Aunque aclaró que “la mayoría de las sojas de primera están dando aproximadamente unos 3.200 kilos”. Y acotó que “es una zafra que viene rápida y con semilla de muy buena calidad”.
En tanto el ingeniero agrónomo Jorge Andrés Rodríguez, en el departamento de Soriano, expresó que “la mayoría de las chacras cosechadas andan entre 3.000 y 3.300 kilos por hectárea”. En Semana Santa se ingresaría “a ciclos más largos y hay mayores expectativas”.

RECOMENDACIONES
Las exigencias que surgen este año para la cosecha, ha generado mucha preocupación, pero también la alerta desde las empresas acopiadoras de granos para que no surjan las malezas que se indican en el protocolo firmado el año pasado entre Uruguay y China.
“Se debe tener el mayor cuidado posible y estar muy atentos a nivel de chacras en donde se pueden tomar las primeras medidas de previsión”, afirmó Luis Simean. Citó como ejemplo, “evitar los bordes de chacras con algunas de las malezas que están prohibidas, cuidar que la máquina cuando ingresa de la calle no vaya levantando alguna de esas malezas, tratar que los camiones estén limpios”.
A nivel de planta de silos también están previstas algunas medidas. “Hay silos para hacer segregación, además de medidas operativas en las plantas”, pero reiteró que las medidas más importantes “están a nivel de chacra, evitando que los camiones lleguen con malezas”.
Para “Pepe” Cristaldo, en lo posible “hay que evitar en las chacras las zonas complicadas y mandarlas aparte”. Además “es un año bien complicado, porque hubo nacimiento de malezas durante todo el ciclo, extremándose las medidas para que las chacras lleguen lo más limpias posible, pero no es un año fácil”, subrayó. Agregó que a medida que “las sojas comenzaron a tirar hojas y a dejar huecos, siguen naciendo otras camadas de malezas”.
Todas las medidas que se adopten para sumar “son bienvenidas”, dijo el técnico de Baselto. “La limpieza de bordes, limpieza de desagües, la revisión de los equipos cuando ingresan a trillar, tanto cosechadoras como tolvines, son aspectos a tener muy en cuenta. Los equipos deben llegar bien limpios, y si hay alguna máquina que llegue de algún sorgo, evitar que entren con grano”.
Mientras que el ingeniero agrónomo Federico Nolla, de Agrocentro, indicó que “nadie se ha quejado al momento del tema prelimpieza. Vamos pocas chacras y no hubo problemas de recibo”.

ELIMINAR MALEZAS
Como lo indicara oportunamente a EL TELEGRAFO el ingeniero Guillermo Pérez, director del Laboratorio Analítico Agro Industrial (LAAI), “actualmente son diez malezas y un hongo, integrantes de plagas cuarentenarias, los que el nuevo protocolo declara estar libre”. Se deben eliminar pues no pueden ir en los barcos que se exporten con soja hacia China.
De las diez malezas que se mencionan en el protocolo, hay algunas que “no son problemáticas porque son fáciles de separar o por el momento vegetativo en que se encuentra la soja están en un estado que probablemente no generen ningún tipo de complicación, como es el abrojo o el revienta caballos (Tutía), malezas no muy complejas para su extracción”. En el caso del abrojo, “es muy grande y la misma cosechadora muchas veces la logra separar, pero hay otras, como es la Cepa de Caballo, sorgo Alepo o Ambrosía, que son más difíciles de separar”.
Pérez entiende que hay plantas de acopio que “hoy están con la incertidumbre y aguardan las primeras trillas para ver realmente qué eficiencia pueden tener para separarla, en particular con el caso de la Cepa de Caballo”. La experiencia con el sorgo de Alepo establece que se debe trabajar con flujo en la zaranda y en la prelimpieza, que son muy bajos.

MAÍZ Y SORGO
Comenzó a entrar lo cosechado de las primeras chacras de maíz y sorgo en las plantas de silos de Copagran. También con muy buenos rendimientos, como ser chacras de sorgo por encima de los 6.000 kilos por hectárea. Cristaldo explicó que se ven chacras con potenciales de rendimiento “muy buenos”. A diferencia de lo ocurrido años anteriores, “el llenado de los sorgos ha sido espectacular, apreciándose buena calidad y buen tamaño del grano”. Las chacras cerradas aún son muy escasas, puntualizó.

NUEVAS TARIFAS
Se determinó un aumento de 5,8% sobre la referencia de la zafra 2015/16 en la reunión efectuada la pasada semana, al momento de definir las nuevas tarifas para la logística de soja en la cosecha entrante. La mesa de negociaciones es integrada por los productores (Federación Rural, Asociación Rural del Uruguay y Cooperativas Agrarias Federadas), la Asociación de Comerciantes de Granos y la Intergremial de Transporte Profesional de Cargas (ITPC).
Los transportistas solicitaron un aumento de la tarifa de 11,68% sobre la zafra anterior dada la retracción del dólar, el aumento del salario real y los costos. Los participantes de la actividad indicaron que se llevó una negociación razonable, acordándose un ajuste de 5,8%.