Locales | 15 Abr La primera edición del Paysandú Tattoo Fest, que se desarrolla en el estadio cerrado 8 de Junio, concluye en esta jornada con diferentes atractivos vinculados con la cultura del tatuaje. La fiesta logró una muy buena convocatoria, tanto de público como de artistas y de emprendimientos relacionados que se acercaron a participar.
El evento cuenta con algo más de cien tatuadores que han llegado desde diferentes lugares de nuestro país, Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Venezuela.
A lo largo de la primera jornada, los artistas trabajaron con los modelos en sus diseños para los concursos en diferentes categorías. Hoy comenzarán a tatuar a las 9, pero se abrirá al público a partir del mediodía, con entradas a $100. Las categorías que se trabajan hoy son: “Tradicional”, “Realismo”, “Full Color”, “Cómic”, “Acuarela”, “Estilo libre” y también se premia al “Mejor del día”.
Los tatuadores se ubican alrededor de la cancha y en las galerías detrás de las tribunas, mientras que la parte central de la cancha queda liberada para la exposición de los premios y para los diferentes números que se presentan, por ejemplo ayer hubo destrezas en telas y en esta jornada habrá una exhibición de suspensión, con una persona que se eleva mediante ganchos que se insertan a través de la piel. Eddy Barreto, uno de los integrantes de la organización, destacó el entusiasmo que se apreciaba entre los espectadores. “Veo que la gente está sorprendida por el espectáculo, por la propuesta. Vinieron más de 100 estuvieron trabajando desde las 9 de la mañana, la competencia empezó a eso de las 21”, dijo. Previo al inicio del concurso, se realizó una inauguración formal.
En su segunda jornada el festival nuevamente abrirá sus puertas entre las 12 del mediodía y las 12 de la noche, “va a haber expresiones artísticas, baile con Mixdance, vamos a tener el show de telas de Nati, un show con fuego, acá afuera, y el show de suspensión de Dani Pier; por acá anda también Víctor Peralta, el hombre más tatuado del mundo, un genio”, señaló Barreto. Además de las cosas poco frecuentes que uno podía encontrarse en el festival, era llamativo ver la numerosa presencia de niños entre los espectadores. Barreto indicó que “los gurises tienen para divertirse, hay un espacio, hay castillos inflables, camas elásticas”. No obstante, la mayoría de ellos disfrutaba paseándose entre los puestos de los tatuadores e incluso algunos se animaron a un tatuaje temporal, con el permiso de sus padres, seguramente. En la explanada del estadio también hay una cantina, barras de tragos y cerveza artesanal, y el escenario donde se realizan los espectáculos musicales.