LE HABÍA DADO TRABAJO DE CAPATAZ

Policiales | 09 Abr La Justicia procesó al capataz de una estancia, de 30 años, que aprovechó que su patrón estaba en Argentina para hurtarle y vender varias vaquillonas y terneras que contaban con caravana del Sistema de Identificación y Registro Animal (SIRA). Asimismo, un empresario del rubro transporte de carga también fue procesado por haber adquirido al menos siete de los animales.
De acuerdo con información recogida por EL TELEGRAFO, un productor argentino de 61 años denunció ante el Departamento de Seguridad Rural (ex Bepra), que dirige el comisario mayor Gésner Gómez, la falta de 12 vaquillonas de entre uno y dos años, así como de 39 terneros de raza Aberdeen Angus desde el establecimiento de su propiedad, en el kilómetro 20 de la ruta 90. Las primeras actuaciones policiales consistieron en indagar al capataz de la estancia, quien dijo desconocer dónde podrían encontrarse los animales.
Junto a la policía, el capataz --de iniciales J.M.C.L., carente de antecedente penales-- recorrió las 185 hectáreas a fin de constatar si alguno de los animales podría encontrarse por la zona o bien hallar evidencia de por dónde podrían haber sido sacados del campo. Una vez finalizada la inspección, el capataz admitió que tenía uno de los terneros en su domicilio, a medio kilómetro del campo de su empleador, y que su interés era devolverlo.
Asimismo, reconoció que había vendido al menos cinco de los restantes 38 a un estanciero vinculado al negocio de camiones, de iniciales R.A.O.B., quien le pagó 15.000 pesos por cada uno. Tras ello, se efectuó una recorrida por el campo de R.A.O.B. y hallaron cinco terneros Aberdeen Angus, que fueron reconocidos por el denunciante.
Ante esto, la jueza penal de Cuarto Turno resolvió el procesamiento con prisión de J.M.C.L., por ocho delitos de abigeato, siete de ellos especialmente agravados, y de R.A.O.B., por siete delitos de abigeato especialmente agravados en régimen de reiteración real.