OPINIÓN

Locales | 16 Abr ZONA DE RECAUDACIÓN,
TAMBIÉN LLAMADA AZUL
Ordenar el tránsito es una de las funciones de todo Intendente. Ahora, cuando se usa este pretexto con un afán netamente recaudatorio, lo único que se logra es esto último y el resto queda librado a una pura y exclusiva improvisación donde solo surge un ganador, las arcas municipales, que se van en sueldos de cargos de confianza y funcionarios ingresados para pagar deudas de la campaña política. Mientras tanto, el resto de la población es la perdedora.
En la administración anterior se contrató a un técnico reconocido en toda la región para llevar adelante la tarea de ordenamiento, el señor Lucas Faccello de la misma forma que se hizo con otro técnico, Remo Monzeglio, para traer inversiones privadas, con tal resultado que el actual Intendente sigue hasta hoy inaugurando obras iniciadas en la administración anterior.
Ahora, como son conscientes de todas las cosas buenas que hizo la anterior administración, se han puesto a revisar cajones para apropiarse de cuanta idea quedó a medio camino. El problema es que han sustituido a los excelentes técnicos contratados por el ex intendente Bentos por improvisados directores, cuya única virtud es ser de su partido, y esto no alcanza, se necesita ser lo suficientemente capaz para llevar adelante estos proyectos, en lugar de pensar única y sobre todas las cosas en la forma de recaudar para así salvar sus carguitos hasta el final.
¿A quién beneficia la Zona Azul? Se quejan los trabajadores de la zona céntrica porque deben parar a más de cinco cuadras de su lugar de trabajo; los vecinos que quedaron dentro se quejan por tener que pagar, los que quedaron fuera porque ahora se ocupan todos sus lugares de estacionamiento por quienes no quieren pagar. Los comerciantes porque ven disminuidas sus ventas y de hecho la IDP es consciente de que están siendo damnificados, ya que el Día de los Descuentos se libera la Zona Azul para facilitar las ventas. Para quienes necesitan estacionar rápido y por poco tiempo, con la Zona Azul que existía y a lo sumo seis cuadras más era suficiente extensión.
Concluyendo, el único beneficiado es la tesorería municipal para pagar más empleados y más sueldos altos a sus cargos de confianza, acrecentando la carga fiscal en forma desproporcionada que, por supuesto, ¿quién paga? Usted, señor contribuyente, usted que una vez más ha sido timado y lo quieren convencer que es por su bien y el de todos, y cuando se les hace ver sus groseros “errores”, nos dicen que en toda reestructura hay ganadores y perdedores. El problema es que aquí el único ganador es la voracidad por recaudar de la Intendencia, y el perdedor, señor contribuyente, es usted.
Javier Pizzorno, edil
del Partido Nacional