Deportes | 17 Abr Le importaba poco el paso de los años. La herramienta era parte de su cuerpo, y todos los días llegaba al trinquete de Pelotaris, con su infaltable bolsito, para simplemente pelotear o para jugar un partido sin importarle el rival.
Luis Bell no necesita presentación, guste o no la pelota. Fue uno de los grandes deportistas que dio este Paysandú, cuyo nombre fue diseminado por las canchas del mundo gracias al "Pibe".
El trinquete era su casa. El lugar donde disfrutaba a pleno. Y quiso el destino que dejara de existir en el lugar, luego de jugar un partido con los amigos de siempre.
El sábado, Luis Bell tuvo su homenaje. Con la presencia de sus familiares, de autoridades del club, viejos amigos y jugadores, se descubrió una plaqueta en el ingreso al trinquete, su casa, luego de emotivas palabras que reflejaron el cariño que dejó el "Pibe" no solo en Pelotaris.
"Es un homenaje a un grande, que fue muy importante para este Pelotaris", dijo el presidente del club, Marcelo Rodríguez. "Está en el ADN de Pelotaris, y hay que recordarlo con alegría. En todas las canchas desplegó su magia", indicó en tanto el presidente de la sub comisión de pelota, José Parietti.
Roberto Valiente, entrerriano exintendente de Colón, confesó que "tuve la suerte de convivir con el 'Pibe', que recorrió el mundo jugando a la pelota y nos dejó una gran enseñanza. Murió en la cancha, donde él lo hubiera querido. A los 79 años venía todos los días a jugar con todos. Hay que valorarlo e imitarlo".
Zubillaga, viejo pelotari y amigo de Bell, no dejó pasar la ocasión para asegurar que "tenía la que fue considerada la mejor zurda paralela del mundo". Luego, uno de los hijos de Luis, confesó sus miedos: "Le decía siempre que un día me iban a llamar para decirme que se había muerto en la cancha. Hoy, recordémoslo jugando a la paleta".