Policiales | 04 May Ya no hay más dolor para él pero sin duda sus familiares y amigos seguirán inmersos en el desconsuelo. Franco Darío Monzón de los Santos, una promesa deportiva, se fue. El hijo, el hermano, el nieto y vivaz compañero, ha partido. Y el dolor colma los corazones porque su muerte fue injusta, porque el destino --o como se le quiera llamar-- nuevamente truncó una vida inocente y porque dos delincuentes que huían tras cometer un robo lo chocaron y dejaron gravemente herido. Esa noche, fatídica para Darío y su familia, fue la más oscura que les había tocado vivir, hasta ayer en que tuvieron que despedirlo.
El 29 de junio de 2015, el joven se desplazaba en su moto Yumbo 110 cc, por avenida Soriano al oeste. Lo hacía junto a otros amigos, quienes iban unos metros adelante en otros birrodados. Minutos antes habían estado participando de la “pintada” de 15 años de su hermana menor, Natalia. El plan era fácil: irían hasta la casa de algunas chicas para que se cambiaran, ya que habían quedado cubiertas de harina y huevo del clásico festejo. Luego volverían a su casa donde la fiesta recién comenzaba. Darío se retrasó unos metros del grupo, ocasión en que --al cruzar en la intersección con Guayabos-- fue chocado violentamente por una motocicleta en que circulaban dos muchachos. Inmediatamente, el conductor --posteriormente identificado como Facundo Sebastián Fernández Castro, de 23 años-- se incorporó y se dio a la fuga, dejando a su secuaz caído. Éste, al pretender fugarse, fue aprehendido por un vecino que observó lo que pasó. En tanto, Monzón quedó tendido sobre el pavimento, boca arriba, con abundante sangrado en la cabeza, por lo que se solicitó una ambulancia. El diagnóstico médico indicó que había sufrido politraumatismo grave, traumatismo encéfalo craneano con pérdida de conocimiento y fractura en rodilla derecha. Debido a su estado, fue intervenido quirúrgicamente y posteriormente se lo derivó al CTI, donde estuvo 50 días, para luego permancer durante casi un año al cuidado de su madre en el hogar familiar. Sin embargo, el último mes y medio lo pasó nuevamente en CTI, a causa de un retroceso en su salud.

LO DETUVIERON
En la mañana 28 de noviembre la Policía --que tenía la pista certera de la ubicación de éste-- efectuó una vigilancia en una finca de la zona este. Allí, vieron llegar a un sujeto a bordo de una moto y con el rostro oculto bajo un casco. Se trataba de Fernández Castro. Al momento de pretender detenerlo, familiares de su novia salieron en defensa y lastimaron a cuatro policías, produciéndoles erosiones, hematomas y rasguños. Además del prófugo, cuatro de los familiares de la novia fueron detenidos por desacato y agresión.
Ante esto, el juez subrogante de Segundo Turno Marcelo Silva dispuso el procesamiento con prisión de Facundo Sebastián Fernández Castro por un delito de lesiones culpables gravísimas en reiteración real con un delito de omisión de asistencia. Ahora, además es culpable de la muerte de Darío Monzón.

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