MIGUEL BRECHNER

Locales | 11 May El Plan Ceibal cumplió en diciembre pasado los diez años de vida, y este miércoles y jueves lo celebra con un intenso evento en las instalaciones del LATU en Montevideo. El presidente del proyecto desde su inicio, Miguel Brechner, habló ante un numeroso público en el pabellón Los Robles e hizo un repaso de lo que ha sido el Ceibal en esta década y de los desafíos que tienen por delante. Dejó en claro que hay que seguir innovando y que no existe tiempo para detenerse.
Brechner comenzó su exposición con una alusión a la resistencia al cambio común que generan las ideas nuevas, como el Plan Ceibal. Señaló que él mismo era de ese modo cuando, en los años de 1990, se resistía a utilizar celular. Hoy tiene dos. “Vivimos en una etapa donde la humanidad está cambiando a un ritmo difícil de creer. A veces, tenemos que cambiar para seguir activos y partícipes de la vida”, subrayó.
“Este es un país que dedica un tiempo infinito a diagnosticar y opinar todo lo que nos queda por hacer. En general, esos diagnósticos muy rara vez vienen acompañados de cómo hacerlo. Nosotros, desde Ceibal, hemos llevado a la práctica la cultura del hacer. Podemos equivocarnos, pero lo hacemos. No hacer es postergar”, continuó a modo de filosofía de vida.
En esa línea, insistió en que introducir variantes “no es nada fácil”. “Lo que hacemos nosotros es equivalente a cambiar la rueda con el auto en movimiento. Cuando lanzamos el Plan Ceibal hace diez años, fuimos a Villa Cardal, en diciembre de 2006, con el presidente (Tabaré Vázquez, en su primer período)”, relató. La entrega de las primeras computadoras se llevó a cabo el 10 de mayo de 2007 en la escuela N° 24 de ese pueblo del departamento de Florida.
“En aquel momento, recién empezaba Twitter y Facebook, y no había WhatsApp ni teléfonos inteligentes. Cuando diseñamos el proyecto, previmos 10 kbps por usuario. Hoy estamos entre 80 y 100 veces por encima de ese número”, se enorgulleció Brechner. Por este motivo, añadió, hay que reflexionar sobre la importancia de contar con una política pública que permite “concentrar y racionalizar recursos”.

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