Locales | 05 Jun Un automóvil que con el paso de los años entró en la órbita de los llamados “históricos” y se presume que no quedan más de tres o cuatro sobrevivientes en el país; se trata de un automóvil Dodge modelo Victoria, fabricado en 1930.
Un dos puertas cerrado, con motor de 6 cilindros, pintado de gris, con el techo y los guardabarros de tono negro.
No sabemos a ciencia cierta cuántos habrán llegado hasta estas tierras del Plata. Carlos Filotto, su propietario, nos dice que este auto le fue comprado a un residente sanducero. Hace poco, este Dodge Victoria fue reparado en las áreas relacionadas con el motor y embrague, y también hubo restauraciones en chapa y pintura que dejaron el auto en muy buenas condiciones y presentación.
La carrocería corresponde a uno de esos modelos cerrados “cuadrados” que las marcas de ese tiempo construían. Un chasis de gran fortaleza, con un motor de buena potencia. Dos grandes faros ubicados sobre una barra junto al capó. Dos faros pequeños a los lados junto a las puertas delanteras. Parabrisas plano, con una visera. Dos amplios cristales por lado, uno en la puerta, otro fijo detrás. La luneta trasera, amplios guardabarros delanteros unidos a los traseros más cortos y redondeados por un largo estribo.
Atrás se ubica un amplio baúl portaequipajes y adosada a él, la rueda auxiliar. En el interior, dos butacas adelante y el asiento trasero.
Los entendidos dicen que en la década del treinta, los productos Dodge se vendía por su funcionalidad. Por otra parte se trataba de unidades de diseño atractivo, como en el caso del modelo Victoria, que se destacaba en el mercado.
Pues bien, para los nostálgicos, para quienes gustan de los autos antiguos, este Dodge Victoria significa indudablemente todo un atractivo.