Locales | 13 Jul El ómnibus va a ingresar por la entrada del “túnel” de seis metros de largo, y un detector dará la “orden” de comenzar el lavado completo de carrocería con laterales, techo, el frente y la parte trasera. Los eyectores lanzarán primero el agua con jabón, luego comenzará el trabajo de los cepillos y finalmente vendrá el enjuague. Todo eso de manera automática y sin la participación humana, excepto para controlar que el proceso se cumpla perfectamente, y el ómnibus salga a los cinco minutos por el otro extremo completamente limpio, aunque aún mojado.
Ese será el proceso para lavar entre 30 y 40 ómnibus por día --sumando los 22 coches que hacen el servicio interdepartamental y los otros 20 que cumplen el servicio urbano-- en el nuevo lavadero automático marca Ceccato que compró Copay, que “es completamente automático y cuesta 78.000 dólares ya instalado y en marcha”, dijo a EL TELEGRAFO el presidente de la cooperativa de transporte de Paysandú, Álvaro del Pino.

ANHELO CUMPLIDO
“Ese fue otro anhelo cumplido por este consejo directivo, ya que nos preocupaba mejorar las condiciones de trabajo de los compañeros que están en el lavadero, todo el día mojados y en un ambiente totalmente húmedo”, explicó. No se trata de reducción de personal, sino que “los trabajadores van a ser redistribuidos en otras funciones donde se está necesitando gente, con lo que también mejoramos la calidad del trabajo, y ahora solamente va a quedar gente para limpiar adentro del ómnibus, nadie va a seguir mojándose en invierno y verano, porque no es fácil estar trabajando con agua, y más en invierno, con los resfríos y la gripe”. De las 15 personas que están trabajando actualmente en el lavadero, “por lo menos a cinco los vamos a trasladar a otro puesto”.
La idea “estaba hace tiempo, pero no se nos daban las condiciones para comprar la máquina, que además también es un ahorro porque utiliza menos agua, menos productos de limpieza y menos mano de obra que se puede destinar a otras secciones”. Dijo Del Pino que el costo de la máquina, con estos ahorros de cinco salarios y productos, se cubre en menos de un año. Además, la estructura tiene una garantía de nueve años, y los cepillos están garantizados por siete años.
El equipo es común en las empresas de transporte urbano de Montevideo, y “nosotros evaluamos con ellos el uso de las máquinas y es lo mejor. Por ejemplo, Cutcsa tiene cuatro máquinas de este tipo”.

PRONTO EN AGOSTO
La lavadora será instalada en el terreno de Felippone y Washington, frente a las oficinas centrales de Copay, y deberá colocarse una planchada para luego instalar la máquina que tiene seis metros de largo, cuatro metros y medio de ancho y lava ómnibus de hasta 4,60 metros de altura, y que estará operativa desde agosto.
La versatilidad de este equipo posibilita lavar tanto los micros del servicio urbano de Copay hasta los coches del servicio carretero, sensiblemente más altos, y el equipo está compuesto de un gran cepillo horizontal, cuatro cepillos más chicos y dos cepillos verticales, semáforo, aplicación de champú, sistema de arranque automático y una bomba de agua. También tiene un sistema automático que salta los espejos retrovisores salientes que proporciona reducción de roturas sin pérdida de calidad de limpieza en la parte delantera del vehículo.
Además de mejorar las condiciones laborales de los cooperativistas, al no tener que manejar más mangueras con agua, Copay logrará importantes economías en el lavado, ya que “tenemos que tratar de ahorrar y la única manera de hacerlo es mediante estas inversiones, que están acordes a las necesidades que uno tiene”.
Del Pino dijo que se lavan diariamente entre 30 y 40 ómnibus, detallando que “los carreteros se lavan todos los días, y los urbanos a veces podemos hacerlo día por medio, si el tiempo está bueno”.