GUARISMO PROPIO DE PAÍSES DESARROLLADOS

Locales | 27 Jul Paysandú registró una tasa de mortalidad infantil en 2014 que se ubica entre los mejores del mundo, de 4,1 por mil niños nacidos vivos, mejor que la ciudad de Nueva York (4,6 en 2013) y al mismo nivel que países como Reino Unido, Portugal, Australia, Bélgica, Dinamarca, Israel, Corea del Sur, Irlanda y Suiza. Asimismo, a nivel nacional se ubica entre los tres primeros registros, detrás de Flores (3,3) y Salto (4). Tomando en cuenta el año 2013, la reducción porcentual de la tasa en el departamento fue de alrededor del 60%.
La información fue proporcionada por el director departamental de Salud, Juan Gorosterrazú, quien dijo sentir “felicidad” por la tasa alcanzada, que en 2014 representó siete muertes antes del año de vida. “De todas formas, para las familias afectadas es un cien por ciento, así que hay que redoblar el esfuerzo”, agregó.
Uruguay tiene una tasa de 7,78 por mil nacidos vivos, según información proporcionada por el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, en el Consejo de Ministros realizado en Melo, en abril pasado. El año pasado se registraron 48.309 nacimientos y 376 fallecimientos. Entre los fallecidos, la mayor incidencia en la mortalidad ocurrió durante la etapa neonatal, es decir, vinculada a la prematurez, malformaciones, trastornos genéticos, consumo de drogas –incluyendo cigarrillo y alcohol– o ausencia de controles de embarazo.
Los datos de Paysandú indican que en 20 años se redujo la mortalidad infantil de 25,2 por mil nacidos vivos menores de un año a 4,1 en 2014. En 1995 se produjo la tasa más elevada de mortalidad infantil, falleciendo 57 de unos 2.000 nacimientos. El año pasado hubo 1.699 nacimientos. En los últimos 20 años fallecieron 499 niños antes de cumplir un año, siendo los años 1995 y 1996 los de mayor impacto, con 103 fallecimientos en ese período.
En 2004, con la descentralización de las policlínicas (sistema primario de atención) comenzó un período de sostenido descenso. Ese año se redujo un 70% la mortalidad infantil, pasando de 29 en 2003 a 17 en 2004. La tasa bajó de 14,2 a 8,3, manteniéndose con altibajos hasta el año 2013, cuando trepó a 10,1 para bajar de manera acelerada el año pasado, alcanzado el 4,1.

AGRADECIMIENTOS
“Hay que expresar un especial agradecimiento a los equipos de salud, los sociales y a todas las instalaciones que han trabajado en este tema. Para Paysandú, tener en 2014 una mortalidad infantil de 4,1 por mil nacidos vivos nos compromete a seguir trabajando en la misma línea, para poder reducir aún más la mortalidad infantil, ahora entre las mejores del mundo. Cuba tuvo 4,2 por mil en 2014, que si bien es un país, el indicador se toma con las mismas pautas”, indicó Gorosterrazú.
“Hay además un reconocimiento a cada uno de los equipos de salud de ASSE, Comepa y la Intendencia, que han trabajado fuertemente con este objetivo”, agregó. Sostuvo que para llegar a ese nivel de mortalidad infantil “se ha trabajado mucho con una estrategia de atención primaria para llegar mejor al control de embarazo, al ajuste de las metas de asistencias tanto de los prestadores públicos como privados, a la mejora de la calidad asistencial, de acuerdo a la complementación entre públicos y privados, y por supuesto a la incidencia del CTI pediátrico”.

MEJORÍA EN POBREZA
Por otra parte, el director departamental de Salud dijo que “también hay que tomar en cuenta la mejoría de los indicadores de pobreza, que hacen que se profundice la educación, en un esfuerzo colectivo interinstitucional que demuestra que, sin lugar a dudas, vamos por el buen camino y que tenemos que continuar en la búsqueda de mejorar ese resultado”.
Gorosterrazú recordó además que en 20 años América Latina redujo la mortalidad infantil de una tasa de 54 por mil nacimientos vivos a 23, lo que destaca aún más lo alcanzado por Paysandú, donde se partió prácticamente de la misma cifra, pero que dos décadas después se está en menos de un diez por ciento del número inicial.
No obstante, recalcó la gravedad de que siete familias tuvieran un recién nacido fallecido, por lo que se ha determinado realizar auditorías de historias clínicas “para saber en qué estamos errando, porque para esas siete familias que pasaron por esta lamentable situación es del cien por ciento”.
Asimismo, Gorosterrazú sostuvo que se busca “fortalecer la Mesa Operativa de Primera Infancia, integrada por fiscales, la directora del INAU (Elizabeth Ipar), salud pública y privada de primer, segundo y tercer nivel de atención, Mides (Uruguay Crece Contigo y Equipos Territoriales de Atención Familiar), Educación Inicial, CAIF, Intendencia y otros, que han visto un ámbito de articulación interesante”.