Locales | 31 Jul MONTEVIDEO, 30. (Por Enrique Julio Sánchez). Fueron largas las horas de negociación, fue corto, cortísimo el período de plenario. Fue un concilio que duró unas siete horas y una sesión plenaria que se extendió apenas dos minutos y medio. Cuando ya era noche, el Congreso de Intendentes aprobó el mensaje que será enviado al Poder Ejecutivo para ser incorporado al Presupuesto Quinquenal Nacional, tras ser acordado por las tres bancadas y con el visto bueno del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), cuyo subsecretario, Pablo Ferreri, llegó a última hora para participar del pleno.
El acuerdo establece que el Poder Ejecutivo se compromete a mantener los aportes a valores 2014 en pesos corrientes (pesos más IPC) y por otra parte destinará 12.500 millones de dólares a obras de infraestructura que podrán ser realizadas mediante la modalidad Participación Público Privada (PPP) –se estima que un 25% de la cifra total–, así como a través de ministerios, empresas públicas y entes autónomos. Por otra parte, se aumentarán los aportes a los municipios, tanto con aportes del gobierno central como de los departamentales, comenzando por 100 millones de pesos.
En total, se comprometen 13.000 millones de pesos por año (65.000 millones en el quinquenio), de los cuales a Paysandú corresponderán entre 550 y 600 millones de pesos por año (2.750 y 3.000 millones en el quinquenio). El porcentaje que recibe el departamento es –en el grueso del aporte– del 5,61%.
El gobierno mantendrá el aporte constitucional, del 3,33% del Presupuesto Nacional, pero a la vez “ha determinado un paquete enorme de inversiones que lógicamente aumenta notablemente el monto global que beneficiará a las 19 intendencias”, comentó Gastón Núñez, subdirector general de Administración en la Intendencia sanducera y a su vez principal negociador por Paysandú en el congreso. El venidero Presupuesto Nacional incorporará “un nuevo concepto que se define como 'caminería departamental' y que une a los programas anteriores de caminería rural y de forestal. A su vez el gobierno establece que las intendencias deberán mostrar un mayor involucramiento en el mantenimiento de su caminería, no solamente al tomarlo a su cargo, sino en el aporte, porque el gobierno aportará el 70% y las intendencias deberán hacerse cargo del restante 30%”, destacó Núñez.
Las intendencias “quedaron conformes con este mensaje que luego votaron los intendentes, porque mantiene en términos reales las partidas, sin perder valor, y porque además hay un evidente mayor involucramiento del gobierno nacional en el direccionamiento de los fondos, que no solamente beneficiarán a las intendencias sino también al tercer nivel de gobierno, los municipios”, dijo más adelante.

EXTENSAS NEGOCIACIONES
Más allá de las sonrisas al final del plenario más corto que se recuerde, la tarde fue de mucho trabajo y esfuerzo para los intendentes y sus asesores financieros. Guillermo Caraballo, el intendente de Paysandú, estuvo desde el mediodía en el Palacio Municipal de la Intendencia capitalina, acompañado por Núñez y por María Guedes, su secretaría privada.
Los intendentes, como es de uso en estos casos, se separaron por bancadas. Los del Frente Amplio instalaron su búnker en la sala de acuerdos del segundo piso, y el Partido Nacional en su lugar habitual, en el sobrepiso de la sala del plenario. El intendente de Rivera y segundo vicepresidente, Marne Osorio, estuvo hasta media tarde y tras asegurar al presidente Sergio Botana su apoyo a lo que el plenario definiera, abandonó el lugar.
No fue el único. Es que las largas horas de negociación extinguieron el tiempo disponible de algunos intendentes, caso de Adriana Peña de Lavalleja y Carlos Enciso de Florida que debieron retirarse. Por lo demás, los asesores de cada bancada iban y venían con papeles manuscritos con porcentajes, intercambiando avances entre las bancadas, porque cada Intendencia luchaba por el mejor resultado posible que el informe conjunto y consensuado con el Ejecutivo pudiera dar.
Alrededor de las 19 se filtró la información de que la decisión podría dilatarse hasta el viernes, pero la llegada pocos minutos después de Ferreri dejó en claro que –tal como estaba planeado– todo iba a definirse en poco rato más.
Llegados al plenario, se solicitó trabajar en régimen de comisión general, sin la presencia de la prensa y de asesores. Pero Botana, quizás mirando los cansados rostros de sus colegas o sintiendo su propio cansancio, anunció que la votación se iba a realizar en general (levantando la mano) y sin leer el informe a enviarse al Poder Ejecutivo. “Ya todos sabemos muy bien de qué se trata y qué dice en detalle. Así que señores, quienes estén por la afirmativa, levanten sus manos”, dijo. Y tras un momento, repitió el consabido “aprobado por unanimidad”, que ha caracterizado a las sesiones de plenario del Congreso de Intendentes en los últimos años.
Aunque muchas veces para llegar a esa unanimidad se deban invertir horas y horas de discusiones y organizaciones para acercar a las partes. Una vez logrado eso, recién entonces el tema llega al plenario, para mantener ese mensaje de fortaleza y unidad que ha caracterizado a los intendentes de todo el país y que parece será idéntico mensaje el que la nueva integración del pleno seguirá dando en los años porvenir.
Después, apretones de mano, algunos abrazos, también sonrisas, y apresurados pasos hacia la salida por calle San José, porque a esa hora ya estaba clausurada la principal por 18 de Julio, rumbo a sus vehículos, a las rutas, a sus departamentos. Excepto, claro, Daniel Martínez, el montevideano que también está muy ligado a Paysandú, por su padre y su abuelo.
Historias que el congreso aporta, entre discusiones y proyectos, buscando cada intendente logros para su pago. Todos los pagos todos, han quedado conformes con lo obtenido para el venidero Presupuesto Nacional, que quedará vigente el 1º de enero de 2016. Y que en cinco años entregará a Paysandú unos 3.000 millones de pesos.