Paysandú, Lunes 05 de Junio de 2017

DESCUBIERTO TRAS COLABORACIÓN DE DIARIO EL TELEGRAFO

Procesado por pornografía infantil tomaba fotos de niñas sanduceras

Policiales | 29 Ago La Justicia dispuso el procesamiento sin prisión y tratamiento siquiátrico de un joven de 24 años tras comprobarse su responsabilidad en un delito comprendido en la ley Nº 17.815 que abarca delitos de “Violencia sexual comercial o no comercial cometida contra niños, adolescentes o incapaces”.
La investigación de la Policía comenzó cuando EL TELEGRAFO presentó en la Dirección de Investigaciones un pendrive que había sido encontrado por un lector, en un local céntrico. En el mismo había material con alto contenido pornográfico bajado de Internet, con menores de edad –de entre 3 y 12 años, en su mayoría–, así como fotos “robadas” a niñas en la vía pública e interiores de lugares con mucha asistencia de vecinos en Paysandú.
El lector que lo había hallado tirado en el piso, al notar el morboso registro de la memoria electrónica decidió acercarlo al diario, y desde esta casa efectuamos la correspondiente denuncia con entrega del objeto en cuestión.

HALLAZGO DEL MATERIAL Y CONTENIDO
El pendrive (dispositivo electrónico de almacenamiento de datos) fue hallado próximo a las 22 del martes pasado en un ciber ubicado en la zona céntrica. Se encontraba tirado en el suelo, a escasa distancia de una de las computadoras de alquiler.
Quien lo descubriera, lo conectó a un equipo con el fin de obtener algún dato que permitiese devolvérselo a su propietario. Pero al ingresar a las carpetas que éste contenía, notó que contaba con fotografías, capturas de pantalla y videos de contenido sexual perturbador en que los protagonistas eran menores de muy corta de edad. En su mayoría se trataba de pequeñas de entre 3 y 15 años, protagonistas de videos sexuales con hombres mayores –incluso ancianos–, así como fotografías de niñas en la playa y otras en diferentes poses en las cuales enseñaban sus partes íntimas al desnudo, entre otras aberraciones. Al ver el contenido, el lector optó por afinidad hacer entrega del mismo a EL TELEGRAFO.
Una vez en la Redacción, se analizó el contenido y se pudo encontrar algunas carpetas con los archivos antes mencionados. Así, se contabilizaron 27 videos pornográficos en alta calidad, con nombres en inglés, lo que daba la pauta que habían sido descargados de Internet. En ellos, se muestran actos sexuales con pequeños (algunos nombres de archivos indican edades de 3 a 12 años) incluida una violación a un varón de 6 años por un adulto.
En otra de las carpetas, la cual figuraba titulada como “imágenes lindassss!” (textual), contenía al menos 88 fotografías de niñas menores de 9 años en trajes de baño, tanto de catálogos online como obtenidas de álbumes familiares, las cuales serían de otros países.
Pero lo más alarmante es que entre esas fotografías, se encontraron unas doce imágenes que inmediatamente fueron identificadas como tomadas en Paysandú. Si bien las fotos “robadas” (tomadas sin que la persona esté al tanto) no contenían un trasfondo sexual o erótico, sí correspondían a niñas en diferentes actividades: subiendo a un automóvil en la esquina céntrica de 18 de Julio y Dr. Luis Alberto de Herrera; una imagen de cuerpo entero de una niña de unos 12 años que aguardaba ser atendida en una despensa que funciona en una casa de familia no identificada, a través de una reja de una ventana; otra de una pequeña de aproximadamente 7 años que estaba comprando en un almacén; otra niña sentada en un banco dentro de un edificio que –por su característica– podría tratarse de un centro barrial o lugar similar; otra de una jovencita ingresando a una finca; así como capturas de distintos ángulos, en que éste hizo un seguimiento de una niña rubia que se hallaba junto a su familia en lo que aparenta ser una policlínica o lugar de atención social, entre otras. En tanto, también el pendrive contenía una carpeta con música, principalmente de la década del ‘90 que podría configurarse con el perfil del depravado.
Debido a las características del contenido hallado y a que se podría estar frente a un potencial pedófilo o violador –o hasta podría haber consumado un acto de esa naturaleza–, se concurrió de inmediato a la Dirección de Investigaciones a hacer entrega del dispositivo y radicar la denuncia correspondiente; aportándose además otros elementos que podrían ser utilizados a favor de las averiguaciones.

TRABAJO DE LA POLICÍA Y DETENCIÓN
Con todo este material, personal de la Dirección de Investigaciones llevó a cabo un trabajo de alto profesionalismo con total hermetismo, en acuerdo con EL TELEGRAFO, para evitar que el depravado pudiese ser advertido de que estaban tras sus pasos y borrara evidencias o incluso se diera a la fuga.
El primer movimiento fue acceder al registro de las cámaras de seguridad del ciber donde fuera encontrado el pendrive, donde se pudo apreciar que una pareja –conformada por dos jóvenes– se retiraban del local momentos antes del descubrimiento. Sin establecer claramente que éstos fuesen los propietarios del dispositivo, la Policía siguió reuniendo pruebas que permitieron identificarlos.
Librada la orden de captura del hombre de 24 años y su compañera de 21, los efectivos continuaron tratando de establecer las conexiones del contenido con otras aristas de investigaciones similares. Finalmente, la pareja fue detenida en ocasión en que acertaba pasar por las inmediaciones de la Jefatura de Policía y fuera reconocida como la pendiente de captura.
Una vez en la dependencia e indagado, el hombre, de iniciales G.R.R. –carente de antecedentes penales–, admitió que desde hacía un tiempo a la fecha había concurrido a diferentes cibers de la ciudad –algunas veces en compañía de su novia– y que estando allí aprovechaba la ocasión para obtener material pornográfico de Internet. Expresó que muchas de las fotografías solamente las observaba, mientras que optaba por descargar otras para luego reproducirlas en su hogar; las que tenían como fin “satisfacerlo”. Respecto a las imágenes tomadas con celular en diferentes lugares de la ciudad, el detenido precisó que las niñas le habían “llamado la atención”.
De igual forma fue indagada su pareja, quien manifestó que desconocía lo que G.R.R. hacía en el ciber, ya que si bien concurrían juntos, ella utilizaba otro ordenador para contactarse con amigas a través de la red social Facebook. Aunque sí precisó que en ocasión en que éste se estaba bañando, ella tomó su celular y pudo ver que había fotos pornográficas, hecho por el cual habían mantenido una discusión.
Enterada la Justicia, el juez de Cuarto Turno, Gerardo Azarola, dispuso que ambos permanecieran detenidos y se efectuara un allanamiento en su finca, ubicada en la zona suroeste de la ciudad, desde donde fueron ocupados preventivamente 27 CD y DVD de películas pornográficas, según indican en su carátula, que se hallaban bajo el colchón de la pareja, así como el celular del denunciado y otros efectos personales.
Finalizadas las actuaciones, el magistrado resolvió el procesamiento sin prisión de G.R.R., por la “comisión de un delito previsto en el artículo 3 de la ley 17.815 (Facilitamiento de la comercialización y difusión de material pornográfico con la imagen u otra representación de una o más personas menores de edad o incapaces) en calidad de autor, imponiéndole como medidas sustitutivas su atención sicológica y/o siquiátrica” por el plazo máximo de seis meses.


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