Paysandú, Lunes 05 de Junio de 2017
Locales | 07 Oct Con una inversión de 20.000.000 de pesos (680.000 dólares), la Intendencia Departamental de Paysandú bituminizará los 15 kilómetros entre la ruta 26 y Pueblo Gallinal. Esta población de unos 800 habitantes, fue construida casi en su totalidad por planes Mevir, por lo que lleva el nombre del fundador del programa Mevir, Alberto Gallinal Heber. Es una de las dos juridiscciones que aún no ha podido transformarse en municipio, por lo que su administración se realiza a través de la Junta Local de Cerro Chato.
Después de que el lunes se reuniera con vecinos de Gallinal, el intendente, Guillermo Caraballo, anunció que “en estos días” comenzará la transformación del camino de acceso, que quedará listo “antes de fin de año”.
Junto al secretario general, Mario Díaz; el director general de Obras, Gonzalo De Lima, el subdirector general de Obras, Marcelo Romero; y el director de Vialidad en ejercicio, Gastón Giles, Caraballo explicó que la obra “es largamente demandada por la población, desde hace unos 20 o 25 años, según lo que nos contaron los vecinos”.
“La reparación ordinaria o extraordinaria, a la que debe ser sometido el camino por los planes habituales de caminería rural, exigen que en tres, cuatro y hasta cinco veces cada año se tenga que volver a hacer, por el tráfico pesado que lo utiliza, especialmente por los emprendimientos forestales, citrícolas y ganaderos de la zona”, dijo De Lima.
Por esa razón, “resulta claro que pensar en una solución más completa es mucho mejor y redunda en beneficio de todos, incluidos los vecinos, que deben usar el camino para ir o salir de su pueblo”, agregó. “La principal empresa de transporte del departamento, Copay, también ha demandado una reparación total del camino para poder cumplir mejor con sus servicios”, dijo más adelante.
El camino “será tratado con una doble capa de bitumen”, porque se tiene en cuenta que lo utilizan “unos 1.000 camiones por mes, con una carga promedio de 45 toneladas cada uno”, según informó Díaz. Esto implica un impacto de 45.000 toneladas por mes sobre el pavimento, que provocan una fatiga en los materiales y desembocan en roturas. “Se cree que tendrá una duración en buen estado de más de cinco años”, destacó De Lima.
“Ponemos sobre la mesa las dos áreas: el transporte de la producción, que es muy importante, pero también el tránsito de los vecinos, porque tener un buen camino implica que la empresa Copay pueda tener un buen desempeño en cuanto al cumplimiento de su servicio al pasajero. Hay ejemplos de que, cuando llueve, se le hace difícil a Copay poder cumplir con sus frecuencias. La idea, como dijo el intendente, es ir por un tratamiento definitivo a nivel de pavimentación, con tratamiento doble del asfalto y obviamente que será una inversión importantísima, pero esto está en función de una lógica de optimizar los recursos”, expresó ahondando en detalles De Lima.
“Ya estamos desembarcando en la zona con la primera cuadrilla, que está trabajando en la etapa de conformación, buscando avanzar lo más que se pueda. Se tiene en cuenta el factor climático, que es lo que más condiciona; la idea es llegar a fin de año con la terminación del camino”, subrayó.
LA VOLUNTAD POLÍTICA
DE HACER EL CAMINO
“Lo que hicimos fue analizar qué cosas vamos a hacer en esta primera etapa de gobierno y en el quinquenio”. En ese contexto, “tomamos la decisión con voluntad política de hacer el camino”, dijo con firmeza Caraballo. “Hacemos la obra ahora o no la hacemos, porque después cuando empiece a transitarse el período uno tiene que cubrir múltiples demandas que hay en la sociedad”, agregó.
“Todos los gobernantes queremos hacer las cosas bien y cuando uno toma la decisión de hacer una cosa, sabe que hay otras cosas que no va a poder hacer”, reflexionó el intendente. “Esta decisión es una señal de cómo queremos trabajar. No solamente por haber ido a hablar con los vecinos y las empresas de la zona, sino que realmente le cambia la vida a la gente”, indicó a renglón seguido. Y advirtió que quizás el mayor desafío sea lograr una “mayor comprensión en la ciudad”, ya que se destinarán poco menos de 700.000 dólares para una obra en el interior del departamento. “Las palabras inclusión y participación, deben traducirse en acciones, obras y realidades”.
Aseguró la construcción de la obra, con fondos municipales, aun cuando se manifestó convencido que también recibirá el apoyo en aportes presupuestales de las empresas que se beneficiarán directamente por esta transformación vial. Pero fue claro al indicar: “yo soy el dueño del proceso, esto quiere decir que manejo las variables. Tomo la decisión de hacer la obra y si yo, en el transcurso, me encuentro con apoyos, mucho mejor”. Y subrayó que “hay algo que tiene que quedar muy claro: esta obra se planificó, se analizó, se presupuestó, se buscaron recursos de diferentes lugares y se está buscando el compromiso de las empresas. Quedaron planteadas instancias bilaterales para ir ajustando los aportes y no está mal que se diga, porque estamos planteando algo serio, responsable. Lo importante es que al camino lo vamos a hacer”.
Aseguró que las empresas participarán con el permiso para el uso “de canteras” y la provisión “de lugares donde los funcionarios puedan instalarse y pernoctar”. En ese sentido, informó que Copay “ofreció que cuando va hacia Gallinal, puede llevar a funcionarios; ese es el tipo de comunidad que queremos construir. Queremos dejar de ser espectador para ser integrador de la comunidad, por eso entiendo que en términos políticos es muy relevante, más allá del dinero, más allá del camino. Hemos notado una mayor integración de la comunidad cuando fuimos a darles la noticia” el pasado lunes.
Asimismo, dijo que su administración tiene “la aspiración de continuar la obra hasta Cerro Chato. En este momento, no estamos comprometiéndonos con esa etapa. Es nuestra voluntad, pero acá hay que gobernar con cosas concretas y claras, para que la gente no quede en el aire”.
OBRAS PARA VARIOS AÑOS
Marcelo Romero, subdirector general de Obras, recordó que la manera clásica de realizar las obras viales, “que se viene usando desde hace varias décadas y que todos tenemos el resultado a la vista, es la de tapar el bache, intervenir un día y a los tres meses estar interviniendo nuevamente o la de empezar a generar obras estructurales”. En cambio, con una obra como la que se llevará a cabo en el camino que conecta Gallinal con ruta 26, “se jerarquiza y se transforma el lugar que se interviene”.
Advirtió que “es una obra demandada hace muchos años que va a transformar de manera decisiva el desarrollo, desde el punto de vista de las producciones, pero también desde el punto de vista social. Son obras que transforman el lugar donde se interviene. Nuestra intención es generarlas; los recursos empleados ahora posibilitan que por varios años no tengan que disponerse otros y sí puedan destinarse a otros lugares donde hacen mucha falta”.
FACILITAR EL TRÁNSITO
Mario Díaz anunció que la obra se financiará exclusivamente con recursos municipales y dijo que “seguramente, para los habitantes de la ciudad de Paysandú no represente nada, pero para los que radican y trabajan en esa zona es de una gran importancia” agregar bitumen a ese camino.
“Es una población que requiere y se merece una obra de estas características, porque les va a cambiar sustancialmente las condiciones de vida, en la medida de facilitar la entrada y salida a la localidad en mejores condiciones que las que se viven hasta este momento”, agregó. “Solo una de las empresas citrícolas tiene 500 trabajadores zafrales, lo que indica la alta concentración de población en esta época del año”, subrayó el secretario general de la Intendencia.
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