Locales | 14 Nov La ONG Amigos de los Animales organizó una marcha desde plaza Constitución hasta plaza Artigas y demandó que el maltrato animal pase al Código Penal, con la configuración de un delito. “Esperábamos más público, pero estamos acostumbrados y somos las mismas caras. En general, todos protestan por Facebook u otras redes sociales, pero cuando necesitamos presencia, no aparecen”, dijo la presidenta de la ONG, Laura de León.
La marcha se llevó adelante en repudio a la ejecución de un balazo de un perro pitbull, protagonizada por un hombre de 28 años oriundo de Guichón, que subió la filmación a las redes. Wanda, la otra perra que se encontraba en el domicilio de este hombre, fue levantada por la ONG a raíz “de su compromiso frente al juez”.
De León recordó que “estaba preñada del perro que mató, pero ya se encuentra esterilizada y en adopción superresponsable. Sabemos que no es una raza destinada a cualquier hogar porque no todos estamos capacitados para tener un pitbull y además es una perra que ha sufrido violencia. Es así que preferimos que vaya a un lugar totalmente cerrado, donde no haya otro animal y con personas adultas, es decir, sin niños”, recalcó.
Tras la actuación judicial, el responsable del hecho quedó en libertad. “No puede ser que estas personas hagan esto y sigan impunes, sin ninguna consecuencia. Lo único que se logró es que se le sacara el arma que pertenecía a su padre y a esta persona se le aplicó solamente la ley de faltas por el disparo de arma de fuego en un centro poblado. Ahora el Juzgado de Paz de Guichón le asignará trabajo comunitario; pero por matar al perro, filmarlo, publicarlo e incentivar a la violencia de la forma en que lo hizo, no hay consecuencias”, añadió.
Paralelamente, rechazan el pasaje de la Comisión Nacional Honoraria de Bienestar Animal (Conahoba) desde el Ministerio de Educación y Cultura al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. De León señaló que “las jaurías que matan ovejas en los campos se conforman por la tenencia irresponsable y si se atacara ese tema, no se llegarían a estas condiciones".
"Si los productores aportaran su granito de arena para hacer las castraciones masivas, tampoco tendríamos esta problemática, porque esos perros han sido abandonados por cazadores furtivos o al costado de las rutas y así parece un problema de difícil solución”, concluyó.