Locales | 01 Feb Los primeros abrigos ligeros aparecieron en la noche final de la 29ª Fiesta de la Prensa. Y vaya final. En plaza Artigas, miles de personas se reunieron para ver cómo Tania de los Santos Bicco, de 18 años, era coronada Reina, tomando el trono que dejaba en ese momento Rosina Retamar Rodríguez, de 20 años, soberana de la edición 2015.
Junto a Tania, Sofía Ayelén Morales Benítez, de 16 años, fue electa Princesa y las participantes eligieron a Natasha Stanko, de 17, como Miss Simpatía.
Las dieciséis finalistas desfilaron primero en ropa sport, luego en malla de dos piezas y finalmente en vestido de noche. Cada una de ellas era apoyada por familiares y amigos que aplaudían, vivaban sus nombres y levantaban carteles animándolas.
Delante, también en el centro de las miradas, el jurado, integrado este año por Liliám Silvera, directora de Cultura de la Intendencia Departamental de Paysandú, Jorge Armentano, Fernando Nan por Veterinaria Nan, Silvia Fernández por Plaza Flores Mallas y Andrés Oberti por EL TELEGRAFO.

ÁGIL DESARROLLO
A las 21.05 comenzó el show de elección de la Reina de la Fiesta de la Prensa, que precisamente cierra un mes de celebración, un mes muy particular este año, pues la primera quincena estuvo signada por la inundación, lo que precisamente motivó un reconocimiento a Fucvam, por su apoyo solidario a los desplazados, junto a EL TELEGRAFO.
Los presentadores, Carlos Gamarra y Antonella Arbelo, dieron la bienvenida y rápidamente convocaron a las finalistas, que subieron en sport al escenario. Por entonces, los sueños de las dieciséis estaban intactos, pensando en ceñir la corona al final de la velada. Y la presentación en ropa sport permitió al jurado apreciar la desenvoltura en escena y la simpatía de cada una de las participantes.
Por su orden desfilaron Flormaría Soria, Chabelli Favilla, Milagros Villalba, Erika Merelo, Valentina González, Natasha Stanko, Alfonsina Pastorini, Sophia Cáceres, Julieta Perochena, Aldana Medina, Lucía González, Sofía Morales, Silvia Erro, Fanny Aguzzi, Tania de los Santos y Valeria Fagúndez.
Fueron preparadas para la escena por Gisella Cernicchiaro, del Instituto de Danzas Laura Galin, y peinadas y maquilladas por el equipo de Stella Arrospide. El sonido y las luces de Storm apoyaron sus desfiles, captados por las cámaras de Enfoque Digital.
Con la agilidad que caracteriza a las elecciones de reina de la Fiesta de la Prensa, en unos diez minutos fueron presentadas todas, para dar paso al reconocimiento a la gestión solidaria de la Brigada Solidaria de Fucvam, que fue representada por William Guerrero, en tanto EL TELEGRAFO lo fue por su gerente, Luis Rolla.
Y de la entrega de una plaqueta, prácticamente sin pausas, a la gran atracción musical de la noche, la banda sanducera Sonido Cristal, que inició su gran show con el éxito “Le hace falta un beso”, del mexicano Arturo Leyva, de la que muchos grupos han hecho su versión, desde El Chapo de Sinaloa hasta los sanduceros de Sonido Cristal. Precisamente este tema, profundamente romántico, fue el final también del show, al término de la segunda entrada, pues fue el bis elegido para despedirse del público. La segunda presentación de las finalistas fue en malla, ocasión en la que el puntaje del jurado se enfatizó en la belleza. Cada una seguía soñando, cada cual buscaba uno de los más preciados galardones de belleza de la región. Y luego, con cierto nerviosismo, pero fundamentalmente sabedoras que eran protagonistas de una noche que difícilmente olvidarán, volvieron a reunirse en la carpa que les servía como camerino, no para descansar, sino para prepararse para el último y definitivo desfile, en traje de noche.
Antes, una nueva presentación de Sonido Cristal, una banda sanducera que demostró un alto nivel, con muy buenas voces y una orquesta afiatada. “La mordidita”, el éxito de Ricky Martin, que escribió en colaboración con Pedro Capó, José Gómez, Yotuel Romero y Beatriz Luengo fue un digno final, aun cuando el público pidió “una más”, la ya mencionada “Le hace falta un beso”, cuyo video fue grabado en Paysandú.
En el escenario, junto a Sonido Cristal, bailando y disfrutando, la presencia especial, esperada y aplaudida de Rosina Retamar Rodríguez, Micaela Litvinov da Cunda, y María Belén Juan De Agostini, Reina, Princesa y Miss Simpatía 2015.

SE DEVELA LA INCÓGNITA
Habían pasado ya las 23. En la carpa-camerino 16 finalistas hacían esfuerzos por contener los nervios. En la plaza, miles de personas veían crecer la ansiedad. Y el iluminado escenario sería el espacio en que en minutos se resolvería la cuestión que había convocado a todos, en el gran final de la 29ª Fiesta de la Prensa.
En traje de noche, para que el jurado pudiera apreciar la elegancia de cada una de ellas, las aspirantes al cetro desfilaron y luego se colocaron en fila, esperando el dictamen de Silvera, Armentano, Nan, Fernández y Oberti.
La primera incógnita resuelta fue la de Miss Simpatía. Natasha Stanko, de 17 años, ojos color miel y cabello castaño fue la dueña de la primera alegría, de la espontánea sonrisa que iluminó su rostro. Quizás disfrutaba el momento tanto como cuando hace acrobacia en tela. O como cuando toma mate con sus amigas.
Luego, el turno de la Princesa. La electa fue Sofía Ayelén Morales Benítez, de 16 años. Quizás sintió en su alma esa misma sensación que le produce el boro-co-to-chas-chas del candombe, que la atrapa. Quizás sintió ganas de bailar. Pero permaneció junto a su compañera ya electa, recibiendo plácemes y regalos. El final, el momento más esperado de la noche, con catorce palpitantes corazones, se resolvió cuando la voz de la propia participante, diciendo su nombre, develó quién era la Reina. La electa, Tania de los Santos Bicco, tiene 18 años, ojos marrones y cabellos castaños. Estaba fresco, pero seguro sintió calor. Esa calidez que da saberse triunfante. Y el abrazo de sus compañeras, tanto como el aplauso del público. Cosa curiosa, después de todo, su nombre. De origen ruso, Tacianus significa “la bella princesa”. Bien y equivocado. Bella sí, pero toda una Reina.
La Reina de la 29ª Fiesta de la Prensa de EL TELEGRAFO, que poco antes de la medianoche culminó, en medio de la plaza que ha sido testigo a lo largo de décadas de parte de la historia de la ciudad, de sus mejores momentos como de sus agitadas instancias. Han pasado casi tres décadas ya de una fiesta que demostró que se pueden vivir y disfrutar muchas cosas en enero. Casi. Porque en un año sí, será ese instante especial de los treinta años. Aún hay mucho por vivir, sentir, hacer y disfrutar hasta que otro enero llegue. Tania, Sofía y Natasha estrenan coronas. Y gozan su momento.