Deportes | 26 Mar BRASIL 2 URUGUAY 2
Escenario: Estadio Arena Pernambuco de Recife. Árbitros: Néstor Pitana. Líneas: Juan Pablo Belatti y Ezequiel Brailovsky (Argentina).
Brasil: Alisson, Dani Alves, Miranda, David Luiz, Filipe Luis, Luiz Gustavo, Fernandinho (66’ Philippe Coutinho), Renato Augusto, Willian (84’ Lucas Lima), Douglas Costa (77’ Ricardo Oliveira) y Neymar. DT: Dunga.
Uruguay: Fernando Muslera, Jorge Fucile, Mauricio Victorino, Sebastián Coates, Alvaro Pereira, Carlos Sánchez (80’ Christian Stuani), Matías Vecino, Egidio Arévalo Ríos, Cristian Rodríguez (46’ Alvaro González), Luis Suárez y Edinson Cavani. DT: Oscar Tabárez.
Goles: 40’ Douglas Costa (B), 25’ Renato Augusto (B), 31’ Edinson Cavani (U), 48’ Luis Suárez (U).
Amonestados: Neymar, Dani Alves, David Luiz (B); Luis Suárez (U).

Estaba dificilísimo. A tal punto que pintaba feo. Primero porque se movió la pelota y Brasil pegó de la nada; Willian recibió largo por la derecha, Coates salió desesperado a cortar y el centro terminó encontrando a Douglas Costa ganando entre Victorino y Fucile.
Iban 46 segundos. Pero imposible. Uruguay lo sintió. Quedaba todo el partido, importante por estas eliminatorias rumbo al Mundial 2018.
Para colmo se lo perdió Neymar, y a los 25’ llegó el otro mazazo. Un pase en profundidad, error de “Palito” Pereira, y Renato Augusto dejó por el camino a Muslera para decretar el segundo.
Y sí; pintaba feo. Porque Uruguay no le encontraba la vuelta. Atrás quedaba la esencia de la selección. No se afirmaba en la mitad de la cancha, no podía contener la rotación permanente de este Brasil que marca por todos lados y se suelta igual, de la mano de Neymar.
Entonces aparecían los fantasmas de las bajas, de las ausencias; de la reformulación que tuvo que hacer Tabárez para este partido.
Pero Cavani encauzó todo. Un centro de Álvaro Pereira al segundo palo, la bajó Sánchez, y el delantero del PSG le pegó fuerte, con rabia, de frente al arco.
Y ahí cambió el partido. Brasil sintió el golpe, y más allá de que en los últimos minutos Uruguay pareció afirmarse, y de que Neymar estuvo cerca de anotar el tercero, las cosas se fueron así al descanso.
Ahí, en el vestuario, se reformuló la historia. Tabárez, que acertó en las variantes, mandó al “Tata” González a la cancha por el “Cebolla” Rodríguez.
Uruguay apareció mejor parado, abroquelado. Y Suárez, en su esperada reaparición, hizo lo suyo: definió fuerte, cruzado, abajo, batiendo las manos del golero y haciendo delirar a todo un país.
Definitivamente la historia cambiaba con ese gol del “Pistolero”, que marcó su gol 45º con la camiseta celeste.
Uruguay se plantaba firme en la cancha. Miró fijo a este equipo brasileño desorientado, sorprendido por una reacción insospechada. La Celeste daba pelea, y poco a poco se hacía del control del terreno. Al punto que en los 15 últimos minutos fue protagonista. Tanto, que pudo haberlo ganado.
Más allá de una gran atajada de Muslera ante remate de Coutinho, su colega, del otro lado de la cancha, tuvo dos atajadas que mantuvieron el tanteador.
Primero ante Suárez, que saboreó el gol y no tuvo más remedio que tomarse la cabeza y lamentarse.
Y poco después salvó ante remate del “Tata”.
Así terminó Uruguay. Pasó de sufrir un primer tiempo para el olvido, a ser protagonista y a merecer la victoria en esos últimos minutos en los que Brasil sufrió y tragó saliva esperando el pitazo final.
Uruguay podría haber ganado. Pero se trajo un puntazo, con sabor a susto para los brasileños.