Paysandú, Lunes 05 de Junio de 2017
Locales | 22 Abr Nuevamente debió ser evacuada maquinaria de empresas operadoras y dependencias de la Administración Nacional de Puertos (ANP) en el puerto de Paysandú, como consecuencia del incesante avance de las aguas, apenas tres meses después de que una crecida obligara a desalojar la terminal portuaria sanducera, en la que todavía no se habían recuperado elementos afectados por el anterior desborde.
El administrador de la terminal sanducera, Jorge Granja, indicó a EL TELEGRAFO que el puerto no se encuentra operativo y que desde el miércoles la ANP dejó de trabajar y ha quedado solo Prefectura, en tanto los elementos de trabajo fueron trasladados a un sector de mayor altura en la eventualidad de que el río siga subiendo y alcance el lugar donde funciona esta dependencia.
Asimismo se han trasladado los equipos de los operadores que tienen instalada maquinaria en la terminal, en procura de ponerla a resguardo del embate de las aguas, que han superado el nivel del muelle pero que ya por la zona norte están rodeando los accesos al puerto, por lo que solo queda la posibilidad de conexión por el lado sur.
Asimismo, en el marco de la operativa de hace pocos días, en la descarga de cebada cruda para la planta malteadora local se detectaron problemas de insectos en el granel que se bajaba de las barcazas, por lo que debió suspenderse la operativa y realizarse un tratamiento con insecticida, tal como establecen las normas incorporadas al protocolo.
Granja dijo que “este miércoles a las 18 evacuamos, porque debimos sacar todas las cosas, y dejamos los elementos de trabajo un metro más arriba del nivel que alcanzó la crecida de diciembre, pero igualmente mantenemos la tarea. Específicamente yo en mi caso como administrador, a través de los controles in situ y contactos telefónicos e informáticos correspondientes, naturalmente”.
Señaló asimismo que ante las previsiones de que en pocos días el río llegaría a unos 7,50 metros, se decidió adoptar las medidas aconsejadas para estos casos, y las empresas que trabajan con el puerto “retiraron maquinaria como cinta transportadora, y Kios dejó solo la rampa, mientras que el portacontenedores Provincias Unidas fondeó fuera del puerto porque estaba subiendo mucho la marea y se estaba quedando sin muro de atraque”.
Asimismo ha sido desarmada la balanza, habida cuenta de que tiene componentes electrónicos muy delicados que se verían afectados por las aguas, por lo que se ha optado por repetir el desarme de hace pocos meses ante una circunstancia similar.
Por otro lado, desde la otra crecida todavía no se han repuesto los vidrios de ventanas y puertas que resultaron destruidos durante el desborde de diciembre en el salón de actos del puerto, teniendo en cuenta que en aquel momento se había previsto una nueva crecida para estos meses, como efectivamente se ha dado.
El buque portacontenedores en esta oportunidad no alcanzó a cargar los contenedores refrigerados con cítricos, como se había previsto y está esperando que baje el río para poder efectuar las maniobras, en tanto los contenedores vacíos --como en la anterior oportunidad-- fueron trasladados desde la playa de operaciones al sector del muelle de alto nivel, al sur de las instalaciones portuarias. A la altura actual, el muelle queda sin posibilidades de operar, incluso si el agua no lo ha rebasado, por cuanto el buque queda sin muro y a la vez la grúa multicargas no tiene la posibilidad de maniobrar adecuadamente el brazo para mover los contenedores, explicó el administrador de la ANP.
Amplió Granja que con toda seguridad esta semana no se va a poder operar “y veremos en los próximos días, porque nos han informado que la represa de Salto Grande seguirá largando entre 20.000 y 21.000 metros cúbicos por segundo, en tanto las previsiones sobre nuevas lluvias en la zona e incluso hacia el norte, dan la pauta de que la tendencia de crecida todavía no se ha revertido, lamentablemente”.
BARCAZAS CONTRA LA ISLA
Mientras tanto, hace pocos días se debió interrumpir la operativa de descarga de cebada cruda desde las barcazas, por cuanto “se habían descargado catorce camiones, pero se encontraron insectos en la cebada cruda y hubo que fumigar, en el marco del protocolo previsto para estos casos. Hay que fumigar con Fosfina, y el protocolo establece que hay que sacar enseguida el buque del muro, llamar a una empresa calificada de fumigación, para aplicar el insecticida en la barcaza, que se retira. Se deja unos siete días para que actúe el producto, y se abren las tapas de la barcaza para dejar un día de aireación de forma de después volver a muro y continuar con la maniobra de descarga”, señaló.
“Tenemos por lo tanto las barcazas fondeadas en la isla junto con el remolcador Pampero, esperando para volver a operar”, explicó el administrador del puerto sanducero.
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