Deportes | 10 Jun URUGUAY 0 VENEZUELA 1
Escenario: Lincoln Financial Field (Philadelphia). Público: 23.000 personas. Árbitros: Patricio Loustau, Ezequiel Brailovski y Ariel Scime (Argentina).
Uruguay: Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, José María Giménez, Diego Godín, Gastón Silva; Carlos Sánchez (Nicolás Lodeiro, 78), Egidio Arévalo Ríos, Alvaro González (Matías Corujo, 80), Gastón Ramírez (Diego Rolan, 73); Edinson Cavani y Christian Stuani. DT: Oscar Tabárez.
Venezuela: Dani Hernández; Roberto Rosales (Alexander González, 8), Wilker Angel, Oswaldo Vizcarrondo, Rolf Feltscher; Alejandro Guerra, Tomás Rincón, Arquímedes Figuera (Rómulo Otero, 78), Adalberto Peñaranda; Josef Martínez y Salomón Rondón (Luis Manuel Seijas, 77). DT: Rafael Dudamel.
Gol: Salomón Rondón (36).
Amonestados: Josef Martínez, Arquímedes Figuera, Luis Manuel Seijas (V).

Dos partidos bastaron para que Uruguay saliera por la puerta de atrás de la Copa América Centenario. Dos derrotas, ante México la primera, y la sorprendente cosechada anoche ante Venezuela, por 1 a 0, determinó que la Celeste quedara rápidamente eliminada del Grupo C de este torneo continental especial, con olor a fracaso.
Uruguay no pudo reponerse al golpe recibido por parte de los aztecas. El técnico Oscar Tabárez apeló a cuatro variantes (una obligada por la expulsión de Vecino), con el objetivo de darle otra tónica de juego al equipo.
Pero no hubo caso. Uruguay fue una sombra. A tal punto que el líder de las eliminatorias perdió ante el último y prácticamente sin respuesta, dejando pasar de forma poco creíble las pocas ocasiones de gol que generó a lo largo del partido.
Venezuela se sacó el complejo de “Cenicienta” continental para dar la gran sorpresa del torneo hasta el momento. Apenas comenzado el partido obligó a Godín para generar un tiro de esquina prácticamente salvador. Iban apenas 30 segundos, y quedaba en claro ya a esa altura que Uruguay no se encontraba.
Cortado como equipo, costándole sobremanera poder recuperar la pelota en la mitad de la cancha y, sobre todo, sin ningún tipo de idea futbolística en procura de avanzar sobre el arco rival.
Intentó, quiso hacer valer alguna subida por derecha, pero encontrar a los delanteros era prácticamente un milagro.
Venezuela se afirmó en la marca, quiso cerrar espacios y buscar el contragolpe.
Y a los 36 minutos llegó el baldazo de agua fría: una genialidad de Guerra, que aprovechó una pelota perdida de Uruguay y los espacios por la izquierda celeste para mandar, apenas cruzando la mitad de cancha, la pelota al arco.
Muslera, adelantado, voló hacia atrás y llevó a que la pelota diera en el travesaño, pero sin mucha suerte: Rondón la mandó a guardar.
Uruguay había intentado dominar pero sin pesar. Apenas generó un par de ocasiones, aunque la más clara, cuando Cavani erró la volea, terminó en fuera de juego. Nada cambió. Uruguay, eso sí, intentó un poco más arriba ante un rival que la tenía clara, que debía esperar y contragolpear.
Los celestes apostaron con algún remate, mientras que Venezuela le perdonó la vida en un par de ocasiones, incluyendo una gran reacción de Muslera en un mano a mano.
Los cambios tampoco dieron resultado. Pero se miraba al banco: Suárez calentó con sus compañeros, estuvo vestido como suplente, pese a que el cuerpo técnico había anunciado que estaba descatado. Todos pedían a Suárez, y el “Pistolero” quería entrar.
Al punto que visiblemente mostró su molestia, golpeando incluso el banco de suplentes, cuando le dijeron que no estaba a disposición.
“Quizás quería moverse un poquito. Él pensará que la decisión es del cuerpo técnico, pero los médicos dijeron que no está listo”, explicó Tabárez.
La rara situación dejó en claro que había que arreglarse con lo que estaba en cancha. Y pese a no tener ideas futbolísticas, Uruguay tuvo sobre el cierre la más clara del partido, pero Cavani erró un gol de forma increíble. A esa altura la suerte estaba echada. Y así fue. La Celeste sumó una derrota increíble, y rápidamente se despidió de la Copa, con un fracaso a cuestas.