Policiales | 28 Jul Un hombre de 61 años, empleado de una institución dedicada a atender a personas con discapacidades, fue procesado por la Justicia tras comprobarse su responsabilidad en delitos de abuso en perjuicio de dos alumnas del centro.
Los infortunados hechos se produjeron en un centro dependiente del INAU, ubicado en camino al Parque Municipal, al que concurren niños, adolescentes y adultos con dificultades motrices e intelectuales. Allí, además de diversas clases, se les brinda terapias relacionadas con huerta, así como equinoterapia.
En tal sentido, un familiar de una de las víctimas expresó a EL TELEGRAFO su malestar ante el proceder de la institución, “porque se dijo lo que pasaba y no se tomó ningún recaudo. Es más, el trabajador siguió yendo y estando en contacto con otros alumnos”.
“Se debería investigar más porque también hay otros involucrados que tienen que caer. Uno deja su familiar en un lugar donde se supone va a ser atendido correctamente y que pasen estas cosas es lamentable. Ojalá que la justicia vaya más allá y que también el INAU proceda como corresponde”, indicó quien prefirió proteger su identidad para no estigmatizar públicamente a la jovencita.

LAS DENUNCIAS PRESENTADAS
En febrero fue radicada la primera denuncia contra el trabajador. La misma fue realizada por la progenitora de una adolescente. “A ella le encantaba ir todos los días al instituto pero de un momento a otro empezó a tener un comportamiento diferente y nos pedía que no la lleváramos. Eso nos llamó la atención y empezamos a preguntarle por qué”, comenzó relatando.
La menor “no se animaba a contar, le daba pudor y también le causaba dolor. Un día empezó a decirnos que un el cuidador de los caballos la llevaba a un galpón, la besaba y la tocaba”, mencionó. Con ese escalofriante dato, sus familiares concurrieron al local educativo y notificaron lo ocurrido a la dirección. “Pasamos a instancia penal, la vieron el sicólogo y el forense, pero no pasó más nada. Desde la dirección nunca se nos preguntó siquiera por qué ella no iba más a clases. Nunca llamaron para saber cómo estaba ni nada”, agregó visiblemente dolida.
Asimismo, la denuncia presentada en la Seccional Cuarta fue el puntapié para que salieran a la luz otros casos similares. De acuerdo con información remitida por Jefatura, los efectivos de la citada comisaría supieron que al parecer, un menor de 13 años, que se encuentra con una cuidadora del INAU, había sido sometido a vejámenes por otros adolescentes, compañeros del mismo instituto. Citada, la madre sustituta expresó que a fines del año pasado, desde el centro le informaron que el jovencito había sido suspendido y no podía concurrir más. Y mencionó que al consultar sobre el motivo, una docente le dijo que lo habían sorprendido en actitudes comprometedoras con otros adolescentes discapacitados. En tanto, expresó que comenzó a notar cambios sustanciales en la conducta del adolescente y que durante una charla mantenida, éste le relató lo que había pasado. Dijo, además, que optó por no llevarlo a que le efectuaran un examen médico y lo revisó ella misma. Asimismo, por recomendación de una funcionaria del centro concurrió a denunciar lo ocurrido, ocasión en que “fue destratada por su director quien le argumentó sobre el cuidado y trato a los niños del lugar, siéndole sugerido por recomendación del centro que diera de baja al adolescente. Y que, ni ella, ni INAU, ni el centro de referencia denunciaron los hechos”, según indica el parte oficial.
Por su parte, un policía comunitario se entrevistó con la madre de una joven de 28 años, alumna del instituto, la que denunció que a comienzos de año ésta fue abusada sexualmente por C.M.R.D.A.V. (carente de antecedentes penales), de 61 años, encargado de las tareas de campo, y que esa no había sido la única vez. Sobre el hecho en cuestión, relató que el depravado le pidió a la joven que limpiara uno de los baños del local, instancia en que aprovechó para someterla a sus bajos instintos, motivo por el cual su hija no quiso concurrir más al centro.
Ante esto, la Justicia Penal dispuso el procesamiento con prisión de C.M.R.D.A.V., por un delito de atentado violento al pudor, continuándose con otras averiguaciones.