Locales | 20 Oct Cuarenta y cuatro familias que integran la cooperativa de viviendas Covinorte finalmente inauguraron su complejo habitacional, construido bajo el modelo Fucvam, ubicado en Bulevar Artigas e Instrucciones del Año XIII, luego de más de tres años de obras que sumaron nueve en total desde el inicio de las gestiones para obtener el terreno.
El presidente de la comisión, Matías Santos, señaló a EL TELEGRAFO que la llovizna que acompañó los preparativos del acto, “no opacará la concreción de este sueño que nos llevó tres años de obra, más todos los años anteriores para conseguir el terreno y ejecutar el proyecto” del núcleo que se compone de 21 casas de dos dormitorios, 19 de tres dormitorios y las restantes de cuatro. Del total de 44 familias, solo seis mujeres conforman el grupo fundador de la cooperativa, no obstante “se mantuvo la característica de que en su mayoría son mujeres jefas de hogar”.
El directivo recordó al fallecido dirigente Edgardo Pratt, quien “impulsó la concreción de la cooperativa y realizó las gestiones pertinentes para obtener este terreno, además del asesoramiento y acompañamiento”, al tiempo que el salón comunal lleva su nombre en el marco de un homenaje efectuado con presencia de sus familiares. Santos recordó los trámites realizados ante las autoridades municipales de las gestiones anteriores, por las dificultades que presentó el terreno, que además ocupan otras dos cooperativas en construcción, “porque los desagües decantaban allí y nuestra lucha fue para la construcción de un cordón cuneta, que solucionó aquella problemática”.

MUJERES COOPERATIVISTAS
Nelly Bustos es socia fundadora de Covinorte y relató que la iniciativa surgió a partir de un grupo de mujeres jefas de hogar, que cumplían tareas para una cooperativa social del Ministerio de Desarrollo Social. “Tres años llevó la construcción de las viviendas, pero otros seis fueron para la formación del grupo, talleres y lograr el terreno, en reuniones que hacíamos en distintos salones”, relató. En su mayoría residían en casas de familiares, “pero con perseverancia y ante la necesidad de un techo propio pasamos de todo. En nuestro caso, extendemos un agradecimiento al 'Flaco' Pratt que nos alentó para que siguiéramos”.
Bustos rememoró entre risas que “a este terreno lo luchamos codo a codo con Fucvam y recuerdo que incluso le hicimos 'una sentada' en el Palacio Municipal al exintendente Pintos, cuando los contribuyentes concurrían a pagar la contribución. Pero al otro día, ya teníamos la custodia del terreno”.

LA LLAMA SANDUCERA
El secretario general de la Mesa Departamental de Fucvam, Julio Retamoza, precisó que “los trámites se demoraron ante las transacciones que tuvo que hacer el entonces intendente Pintos, porque una vez que se le concedió este terreno”, se supo que una parcela pertenecía a Primaria “y así se realizaron las gestiones entre entes públicos para su adjudicación”. Sin embargo, reconoció que Covinorte “trabajó muy bien y concluyó las obras en tiempo”, en la zona este de la ciudad, “donde no se contaba con cooperativas, pero ahora vemos que a esta zona ha llegado el urbanismo que ayuda al desarrollo territorial de la ciudad”.
Retamoza resaltó que este complejo de cooperativas “logró formar comunidad con otros barrios” ya instalados. En Paysandú “hay muchas viviendas sin gente y hay mucha gente sin viviendas, por eso creemos que la espera fortaleció al grupo y construyó un complejo con hermosas terminaciones en un gran punto de la ciudad. Por eso está a la vista la calidad que logra el movimiento”. El dirigente consignó que “Paysandú es el único lugar del país donde las viviendas se inauguran con el traslado de una antorcha desde las últimas viviendas inauguradas”. En tal sentido, un grupo de más de veinte niños cooperativistas estuvieron a cargo del encendido del pebetero desde Coviam, instalada en Vizconde de Mauá y Vázquez Varela hasta Covinorte. “Esto surgió en la década del 90 cuando se inauguraba un complejo en la zona sur de la ciudad y un directivo planteó que si nos trasladábamos hacia el norte, lleváramos una antorcha y así quedó; es una tradición que simboliza nuestra lucha”, concluyó.