Locales | 13 Nov Casi diez kilómetros de ciclovías se proyectan incorporar a la ciudad, aunque no queda claro aún cuál será el proyecto que la intendencia realizará para su construcción. De acuerdo con la consultora CDS Ingenieros, que realizó un estudio de diferentes variables del tránsito en la ciudad, se propone un circuito de 4.705 metros. A este se sumaría un proyecto de la intendencia, de 5.023 metros.
La consultora propone una ciclovía en calle Charrúas (1.676 metros) y en Ituzaingó (1.683 metros) hasta Cerrito y por esta arteria hasta avenida Salto (1.346 metros). Este proyecto se conectaría a Cerrito al Norte de Salto (1.778 metros) al tiempo que también habrá senda para ciclistas en Instrucciones del Año XIII (3.245 metros). Entre ambos circuitos, 9.728 metros.
ESQUEMA DE CIRCULACIÓN
La consultora estableció tres posibles esquemas de circulación para una red ciclista. Puede ser compartida, donde el espacio de circulación vehicular es de uso común para todos los modos de transporte, motorizados y físicamente activos. Si se utiliza esta, la velocidad de circulación no puede superar los 30 km/h y los niveles de flujo vehicular motorizado deben ser inferiores a 2.000 vehículos por día.
Otro esquema puede ser segregada: para casos con velocidad de circulación mayor a 30 km/h y flujo de vehículos motorizados superior a 2.000 vehículos por día, parte de la calzada se destina al uso exclusivo de bicicletas. La senda se separará del flujo motorizado únicamente por pintura para casos de velocidades entre 31 y 50 km/h, y se utilizarán separadores físicos para velocidades superiores a 50 km/h independientemente del nivel de flujo motorizado. En ambos casos la separación será de medio metro como mínimo.
El tercer esquema es el verdeo independiente. Como su nombre lo indica, es un trazado independiente a las calzadas de uso de vehículos motorizados. Sirve exclusivamente a las necesidades de usuarios de la bicicleta o caminata y no contempla la circulación de vehículos motorizados.
Tomando eso como base, el estudio ha establecido que en las calles Ituzaingó, Cerrito y Charrúas, el flujo vehicular supera los 2.500 vehículos por día y la velocidad máxima de circulación reglamentaria es de 45 km/h. El estudio ha certificado mediciones realizadas a velocidades mayores.
En consecuencia, tomando las condiciones del entorno y de velocidad de circulación y flujo vehicular, se define un esquema de circulación para ciclistas. Al tener pistas exclusivas de circulación, a los ciclistas se les protege del tráfico motorizado y, al mismo tiempo, se entrega una vía despejada libre de congestión.
OTRAS CONSIDERACIONES
“La implementación de ciclovías en la calzada, como simples fajas segregadas para separar modos, son rápidas de realizar, de bajo costo, cómodas, directas y coherentes. Si se resuelven bien sus cruces, son más seguras, debido a que los movimientos de los ciclistas son más predecibles y visibles”, indicó la consultora. Agregó que “se emplazará la ciclovía al costado derecho del sentido de la vía y operando de modo unidireccional, debido a que la bicicleta se integra de forma más natural al sentido del flujo de tránsito, generando menos conflictos en los cruces, en las maniobras de giro y en las conexiones con otras vías”.
En las ciclovías, en las intersecciones, la maniobra de mayor complejidad para los ciclistas es el giro a la izquierda. “Es una maniobra pensada principalmente para ve-hículos motorizados, parece adecuada para bicicletas únicamente en caminos con muy bajo flujo vehicular y demanda a los ciclistas habilidades para su ejecución”, indica CDS Ingenieros. Por tal motivo se establecerán en las esquinas zonas de espera para giros a la izquierda. Para doblar a la izquierda, primero desde una zona de espera se deberá cruzar la calle hasta otra zona de espera, y luego avanzar por la otra arteria ya en sentido hacia la izquierda.
La intendencia debe ahora estudiar el trabajo de la consultora y definir las obras a realizar y las prioridades de cada tramo.