Locales | 28 Dic La temporada estival en el Este se presenta con los mejores augurios. Al menos así lo manifiestan desde el gobierno. Los operadores turísticos de los balnearios del Este del país, en tanto, prefieren la cautela y llaman a esperar cómo se desarrollan los acontecimientos. Por lo pronto, sí habrá un mejor desempeño que en los últimos veranos.
“Hay condiciones para que esta temporada sea mejor que las anteriores, que fueron muy malas para el sector turístico”, dijo Alberto Prandi, operador inmobiliario en Punta del Este y Rocha y exsubsecretario de Turismo. Eso se debe a que Argentina está cara y a que los ciudadanos de este país ya no sufren el cepo cambiario. Ahora, está por verse cuánto mejorará y si será suficiente para tildarla de temporada récord.
“Si venimos de varios años malos y ahora mejora, por supuesto que es positivo, pero no nos da una certeza de que será una temporada histórica; es un triunfalismo innecesario y contraproducente, y genera confusión”, aseguró Prandi a EL TELEGRAFO. Ese escenario ha impulsado a los propietarios a elevar los precios de los alquileres, muy por encima de los habituales, “en algunos casos entusiasmados por esos anuncios”.
A mediados de diciembre, la ministra de Turismo, Liliam Kechichián, dijo que el país acabará el año con un “récord histórico” de tres millones de turistas. Con esta cifra, Uruguay pasará a ser una de las 13 naciones “que tiene casi la misma cantidad de visitantes que de habitantes”. Contabilizado el pasado noviembre, el Ministerio de Turismo afirmó que 2.900.000 turistas visitaron Uruguay, lo que generó más de1.500 millones de dólares de ganancias.
Kechichián informó que la balanza comercial se encuentra en los 782 millones de dólares y aclaró que “en algún año los uruguayos se fueron mucho al exterior y gastaron mucho. En ese momento la balanza se descompensó, pero por suerte se está equilibrando y creciendo sostenidamente”.
Para el turismo se prevé un crecimiento del 4%. Montevideo es el principal destino y los eventos la actividad más rentable. El turismo, que emplea a unas 96.000 personas en todo el país, genera ingresos para el país por 2.000 millones de dólares por año (hace diez años eran 540 millones de dólares).
En Punta del Este, a esta altura del verano, se ha alquilado más que el año pasado aunque aún queda una “oferta grande”, afirmó Prandi. Añadió que la clase media argentina continúa con problemas, más allá de su nueva realidad cambiaria. Además, hay otros dos temas para tener en cuenta: la capacidad de gasto de esos turistas se ha reducido, al igual que la cantidad de días que veranean en nuestras playas.
“Solo el hecho que venga más gente no te asegura el éxito de la temporada. Es preferible una temporada con menos turistas pero con mayor poder adquisitivo”, recalcó el operador turístico. “Las mejores temporadas son las que se habla poquito, en las que no se hacen anuncios grandilocuentes”.
Esta época también es la de los turistas brasileñas que, en el llamado Reveillon, vienen en masa entre la Navidad y el 5 de enero. La primera quincena de enero se completa con una buena presencia de argentinos, como es habitual, y queda la incógnita sobre cómo será la segunda y cómo se desempeñará febrero. Allí, la cautela se incrementa entre los operadores turísticos del Este.

ADAPTARSE A OTRA CONDUCTA
Por Piriápolis los sentimientos son parecidos y la conducta de los turistas también. Se habla de un año mejor que el anterior, pero con los cambios en el mercado, donde el turista viene por pocos días. “Hay un público argentino bastante mayor, pero visita por pocos días, de cinco a siete días, diez como máximo. Aquel que alquilaba 15 días o un mes ya no existe”, dijo a EL TELEGRAFO Pablo Gasalla, secretario de la Asociación de Promoción Turística de Piriápolis. “Es un fenómeno que se da en el argentino y también el uruguayo. Quizás vienen más veces en el año pero por períodos más cortos. O salen a recorrer varias ciudades en las mismas vacaciones”.
Gasalla comentó que el sector inmobiliario se ha tenido que adaptar a ese requerimiento. Hay más recambio de turistas, lo que implica más limpieza y un mayor costo. “Si podés observar esa variante, la temporada te resultará mejor que el año pasado”, destacó. Consultado si cree que será un año récord, respondió que no: “Sí vendrán muchos turistas, donde la hotelería y la gastronomía trabajarán muy bien”.
El operador aseguró que realizaron una política de mantenimiento de precios y la mayoría de los propietarios de inmuebles acataron. Gasalla dijo que Piriápolis ha logrado “quebrar bastante” la estacionalidad y últimamente han tenido buenos fines de semana desde el punto de vista turístico.
Más al Este, en el balneario La Paloma en el departamento de Rocha, el movimiento se asemeja, con idas y venidas en los alquileres de casas o cabañas y en las reservas de hoteles. Julio Silvera, vicepresidente de la Liga de Turismo de La Paloma y propietario del hotel La Tuna, afirmó que el mayor movimiento se dará a partir del lunes 2 de enero.
Respecto a una probable temporada estival histórica, indicó que eso “nadie lo puede saber”. “No sabemos si luego de que venga todo el mundo en la primera quincena de enero, nos visitarán en la misma medida en la segunda y en febrero”, dijo a EL TELEGRAFO.
En su hotel se han caído muchas reservas, lo que denota que el público “no está con decisiones firmes”. Añadió que los argentinos han salido a buscar precios y “regatean” todo lo que pueden. Silvera también afirmó que La Paloma seguirá con su “toque familiar”, aunque para los primeros 15 días del año se espera un gran número de jóvenes.