Locales | 20 Abr Menos de cinco minutos bastaron para que buena parte de la ciudad de Durazno recibiera una turbonada que “dejó la impresión de una ciudad sitiada”, definió a EL TELEGRAFO Francisco Bruno, de la redacción del periódico Acontecer Duraznense, aclarando que pese a la espectacularidad del evento meteorológico “no hubo heridos”. Problemas similares se dieron también en Buenos Aires.
El fuerte temporal de viento, agua y algo de granizo, comenzó alrededor de las 19.30 del domingo, y duró entre tres y cinco minutos, pero en ese ínterin llovió torrencialmente y hubieron vientos que, si bien no pudieron medirse, habrían superado los 140 kilómetros horarios. La velocidad no pudo medirse ya que el corte de energía eléctrica afectó los equipos de la brigada aérea de Durazno.
La turbonada motivó que volaran techos, cayeran más de cien árboles y decenas de columnas de alumbrado público, servicios telefónicos y de televisión por cable. “Hubo daños en viviendas por la caída de árboles y ramas, y también varios autos fueron aplastados”, detalló Bruno. Las plazas Sarandí y Artigas mostraban los efectos del viento, prácticamente cubiertas de ramas y árboles caídos.
MÁs que lo esperado
Hasta ayer aún había barrios duraznenses donde no se había restablecido la electricidad, y en algunas zonas donde no hay servicio de OSE y se utilizan bombas eléctricas para pozos semisurgentes, también comenzaba a escasear el agua.
De todas maneras, “el epicentro fue chico”, dijo nuestra fuente, agregando que “si bien no afectó a toda la ciudad, donde se registró el fenómeno dejó la impresión de una ciudad sitiada, con árboles y columnas caídos y techos volados”. Entre 15 y 20 casas resultaron con problemas graves por la caída de ramas o árboles.
Por ejemplo, el techo de la piscina municipal -aún no inaugurada- voló casi por completo, mientras que cayó el muro Este del Estadio Landoni. En el Estadio Cerrado Ernesto de León se rompieron los vidrios a causa del viento, y numerosas casas fueron afectadas de una u otra manera. “No hay antecedentes, al menos cercanos, de este tipo de viento tan fuerte”, explicó Bruno, cuyo lugar de trabajo, el periódico Acontecer Duraznense, también se vio afectado al haber caído una palmera sobre el edificio, destrozando una de las habitaciones y parte de la maquinaria. Durazno estaba con una alerta meteorológica amarilla con probabilidad de vientos y lluvias fuertes, aunque no se esperaba que fuera de esta magnitud.
PAYSANdú en amarillo
Ayer, la Dirección Nacional de Meteorología pronosticó para esta zona cielo nuboso y cubierto, precipitaciones y tormentas aisladas. Dispuso una alerta amarilla que incluía a Paysandú, junto a Durazno, Florida, Lavalleja y Rocha, y una naranja con posibles vientos de hasta 120 kilómetros por hora, intensa actividad eléctrica, precipitaciones puntualmente abundantes y posibilidad de granizo para Artigas, Salto, Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo y Treinta y Tres.
Se prevén rachas de viento de entre 90 y 120 km/h, ocasionalmente superiores, intensa actividad eléctrica y precipitaciones puntualmente abundantes. Es muy probable la ocurrencia de granizo, y en términos generales pueden registrarse rachas de viento con característica de temporal y asociadas a tormentas.
Un muerto en buenos aires
El intenso temporal de lluvias y granizo que se desató en Buenos Aires casi a la misma hora que en Durazno tuvo una víctima fatal, además de las decenas de heridos y los destrozos que originó en viviendas y automóviles. Se trata de un adolescente, de 14 años, que sufrió graves heridas al caer un cartel sobre su abdomen en General Pacheco, por lo que debió ser hospitalizado y luego murió. Entre 20 y 30 personas fueron heridas por el temporal.
La noche del domingo piedras de hielo que alcanzaron los seis centímetros de diámetro cayeron junto con una intensa lluvia entre las 19.30 y las 20.15 sobre la ciudad de Buenos Aires y diferentes localidades del norte y oeste del conurbano bonaerense.