Paysandú, Lunes 05 de Junio de 2017
Locales | 06 Jun Volver a recorrer el Palacio de los Deportes hoy, despierta la misma sorpresa que hace varios meses atrás. Los vándalos de siempre han mostrado su falta de civilización rompiendo vidrios de todos los tamaños, y al entrar al edificio la realidad se le cae encima al visitante.
El techo luce diferente. La azotea está en perfectas condiciones y los ocupantes de un par de habitaciones en la planta alta, es decir los trabajadores del Ministerio de Transporte y Obras Públicas que están inmersos en las tareas del dragado del río Uruguay, afirman que no se llueve. Pero la humedad reinante en las paredes no desaparece.
Pero vamos por partes. En la planta baja los baños no han sufrido mayores cambios; el salón número 1 --según se indica con fibra en los vidrios de las puertas de ingreso— está destinado a “clases y alojamientos” y en su interior tiene varias sillas destinadas a tal fin. En el salón número 2, el de “alojamientos”, hay varias cuchetas a la espera. En el salón más grande, que es el que la curia pretende mantener para su utilización, solo se muestra en soledad una inmensa piedra que rompió, tirada por los vándalos de siempre, uno de los ventanales.
En el primer piso, uno de los salones está lleno de cuchetas, frazadas y almohadas, y en un rincón esperan tres o cuatro inodoros a ser colocados. En otra de las habitaciones se han dispuesto los dormitorios de los trabajadores del Ministerio, que también utilizan otro salón a modo de cocina, comedor y estar.
“Somos cuatro personas las que estamos acá. Han dejado abandonar todo esto. Es una lástima”, dijo uno de los funcionarios que hace meses está alojado en el Palacio de los Deportes, aunque señaló que “los baños de este sector están en buenas condiciones”.
"DEPENDERÁ DEL GOBIERNO DE TURNO"
“Ahora dependerá del gobierno de turno. Se hizo una primera etapa, se iba a hacer la segunda pero los resultados (de las elecciones) dieron otra cosa”, explicó otra de las fuentes consultadas, también vinculada a la Intendencia, respecto a las obras en el ex Colegio Don Bosco.
La idea, según se explicitó, era abrir un convenio con el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) de cara a la segunda etapa de las obras, “pero no se puede iniciar un convenio cuando la administración está saliendo”. ¿Por qué acudir a un acuerdo con el SUNCA? Según se entiende, porque contratar a una empresa sería ilógico dado que, al ir solucionando problemas de las instalaciones, seguramente aparecerán otros nuevos. Como una caja de sorpresas. “Y, si así fuera, es posible que el dinero no alcanzara para cubrir los gastos pactados inicialmente con una empresa”. Si bien el convenio con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas está vigente, “el tema es que hay recambio de todo y esto se ha dado justo cuando habrá una transición en el gobierno departamental. Por eso se frenó todo: la orden fue no continuar”, se aclaró.
“Esto viene del otro gobierno blanco, luego ganó el Frente y se hizo algo en esta superficie gigantesca”, dijo el consultado, quien agregó en forma contundente: “no es serio continuar con algo cuando la actual administración no va a seguir. No pareció lo correcto”.
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