Paysandú, Lunes 05 de Junio de 2017
Locales | 15 Ago La nafta Premium que se vende en Paysandú, no siempre tiene etanol agregado, dependiendo del origen que tenga. Si es abastecida desde la planta de combustibles de Nuevo Paysandú, es nafta cien por ciento de hidrocarburos, mientras que la traída en camión desde Montevideo en casos de desabastecimiento, es mezclada con el alcohol elaborado por Alur. Así lo explicó a EL TELEGRAFO el vicepresidente de Ancap, Germán Riet, quien justificó de esa manera la aparente confusión existente en los estacioneros locales y los consumidores.
EL ORIGEN DE LA NOTICIA
Desde hace más de 15 días, las estaciones de servicio no reciben el biocombustible, y en algunas de las empresas vendedoras se indicó a EL TELEGRAFO que la nafta Premium había creado algún tipo de problemas en el sistema de carburación de los vehículos que lo utilizaban, específicamente los modelos con varios años. Fuentes de algunas estaciones de servicio sanduceras, dijeron que la nafta de 97 octanos, que se había comenzado a mezclar con el alcohol en un 5 por ciento por disposición legal, no fue obligatoriamente adquirida por los distintos sellos que expenden combustible. Ahora los camiones cisterna traen la nafta Premium, y no hubo una comunicación formal sobre la razón del cambio. Las consultas efectuadas permiten suponer que seguramente en todo el país se presentaron problemas como los que señalaron algunas fuentes. Por ejemplo, se indicó que por una parte, las estaciones de servicio se encontraron con un trabajo extraordinario, como es tener que tomar hasta tres veces diarias muestras de los tanques de Premium, para analizar el estado del combustible mezclado. Eso determinó disponer de personal, frascos y tiempo. Además, y aparentemente por la desinformación que había sobre los efectos del alcohol en los tanques de las estaciones, en la mayoría de los casos se registraron problemas de remoción de herrumbre, que determinaron la acumulación de “basura”.
ESTACIONES A SALVO
De todas maneras, eso no causó demasiados inconvenientes directos, ya que según se detalló, los tanques subterráneos --con capacidad de entre 15.000 y 20.000 litros-- tienen un “colchón” de entre 800 y 900 litros, adonde no llega la manguera de la bomba que succiona el combustible para los surtidores. Allí se deposita la “basura” que pueda haber, y el agua que generalmente se acumula --de manera natural-- por la condensación dentro de los tanques, que es entre dos y cinco litros por semana, cuando se aspira con una bomba desde ese “colchón” para retirar agua y desperdicios.
Sin embargo, sí pudo causar inconvenientes entre los automovilistas que se surtían de Premium con etanol, fundamentalmente modelos anteriores, con algunos años de uso. Esto es porque el etanol puede remover el herrumbre y la “basura” que se acumula en los tanques de los vehículos, determinando que todo eso sea conducido al sistema de carburación y de ahí al motor, potencialmente causando mal funcionamiento y hasta desperfectos mecánicos.
FALTÓ INFORMACIÓN
“Primero habría que haber comunicado que se debían limpiar los tanques de combustible de los autos”, dijo uno de los consultados, mientras que reconoció que también debieron instalarse, en todas las estaciones, tanques nuevos expresamente para el combustible con etanol. De hecho, ese es uno de los problemas que se presenta, en la medida en que la ley dispone que en determinado lapso todas las naftas deberán tener agregados de etanol. Si se cumplen los plazos establecidos, todas las estaciones deberán adecuar sus tanques a los efectos que produce el alcohol natural --desprendimiento de impurezas-- o bien instalar nuevos. Para los automovilistas, el reto será el mismo, ya que si todas las naftas, común, supra y premium, tendrán etanol, todos los tanques serán afectados en cuanto al remoción de esas impurezas y herrumbre.
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