Paysandú, Lunes 05 de Junio de 2017
Locales | 18 Ene Mientras el Ministerio de Salud Pública investiga para conocer las causas del botulismo adquirido por tres mujeres sanduceras, la dirección de Bromatología de la Intendencia de Paysandú relevó la mayoría de los comercios que están en la zona de influencia de las viviendas de las tres afectadas, aunque hasta ahora no se encontraron irregularidades.
Como anunciamos, un equipo de la división de Epidemiología de Montevideo arribó a nuestra ciudad para trabajar en el caso. Ayer llegó un nuevo equipo que sigue trabajando en la búsqueda de información que permita identificar qué tipo de alimento pudieron haber consumido las afectadas.
También ayer en la mañana hubo una videoconferencia entre los integrantes de la Dirección Departamental de Salud, encabezados por Magdalena Espillar y el director general de Salud, Gilberto Ríos, del Servicio de Toxicología del MSP, y representantes del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, la Dirección de Bromatología de la Intendencia de Montevideo y la Organización Panamericana de la Salud, con el objetivo de actualizar la información.
Ríos confirmó plenamente que los tres casos son de botulismo “desde el aspecto clínico y epidemiológico, restando el análisis de laboratorio, que debió enviarse a Argentina, y cuyo resultado estará disponible en 48 horas”.
SE “TAMIZAN” LOS DATOS
En Paysandú, mientras tanto, se sigue trabajando activamente en la búsqueda de las causas de la enfermedad y “se está haciendo un tamizaje de los datos” para llegar a conclusiones sobre las causas, dijo a EL TELEGRAFO la nurse Olga Rodríguez, de la Dirección Departamental de Salud.
Explicó que “se han ido recogiendo alimentos diversos en distintos lugares”, lo que se están considerando para su análisis, aunque no hay nada firme aún en cuanto a las causas. Entre esos alimentos hay “latas y preparaciones caseras, todos se consideran por igual”.
La situación es más difícil porque los casos se dieron con diferencia de tiempo entre madre e hija, y la tercera mujer no tiene nada en común con las dos primeras. La joven de 24 años consultó en el Hospital Escuela del Litoral el 11 de noviembre, mientras que los otros dos casos son de los primeros días de enero, tanto la mamá de 56 años como la tercera señora, también de más de 50 años de edad.
No aportan información
La joven está internada desde el 10 de diciembre en el Hospital Maciel y su estado es estable, pero grave ya que está con respiración artificial. La segunda paciente está internada en Hospital Español, en una situación similar. Ninguna de las dos pueden comunicarse ni en forma oral ni escrita, ya que perdieron la movilidad de sus músculos.
La tercer paciente --la mamá de la primera afectada-- permanece en el CTI del HEL y fue el único caso en que se detectó a tiempo la patología. Por tanto, le fue administrado el suero antibotulínico, presentándose una leve mejoría en el aspecto neurológico, según reconoció Ríos. Es además la única que puede comunicarse por escrito.
Gerardo Ríos dijo que en la situación actual, lo único que se puede determinar es que pudieron haber sido dos fuentes, ya que es muy difícil unir un mismo alimento de una persona que se enfermó en noviembre con dos personas que se enfermaron entre fines de diciembre y principios de enero.
Casos anteriores
El último caso presentado de botulismo en Uruguay fue de 1999, en el departamento de Colonia, donde se enfermaron cuatro personas al ingerir conserva casera de morrones crudos en sal y vinagre. Uno de los afectados murió.
En último caso que se presentó en América Latina, fue en 2005, en Buenos Aires y se debió a la ingesta de hamburguesas en mal estado.
El botulismo es una intoxicación rara, pero grave, causada por una toxina producida por la bacteria Clostridium botullinum. La enfermedad puede surgir al ingerir alimentos que contienen la toxina, siendo los alimentos enlatados los más frecuentemente involucrados. No obstante, también es posible vincularlo al consumo de otro tipo de alimentos, como pueden ser conservas caseras en mal estado u otros alimentos mal cocinados.
Los síntomas presentan “manifestaciones clínicas del sistema nervioso principalmente, ptosis palpebral (incapacidad de elevar a su posición normal el párpado superior), visión borrosa, diplopía y parálisis fláccida descendente y simétrica que puede evolucionar a insuficiencia respiratoria y paro respiratorio”.
En caso de niños lactantes, según se informó, la enfermedad presenta “estreñimiento, inapetencia, indiferencia, ptosis palpebral, dificultad a la deglución y aparición de debilidad progresiva que puede evolucionar a insuficiencia y paro respiratorio”.
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