Paysandú, Lunes 05 de Junio de 2017
Locales | 22 Mar “No hay acuerdo por el tema de bajar el horario laboral al call center, y estamos trancados en eso”, dijo a EL TELEGRAFO uno de los representantes de la Cámara del gas licuado, Gustavo Graña. La reunión cumplida ayer en el Ministerio de Trabajo (MTSS) entre el sindicato, Ancap, las empresas y la Dirección Nacional de Trabajo no fue fructífera para ninguna de las partes, y menos aún para quienes --ciudadanos, empresas e instituciones-- ya están sin gas.
De todas maneras, hoy a la mañana los trabajadores realizarán una asamblea para considerar los pasos a seguir ante la posición de las empresas. Se espera que a las 9 y 30 continúen las negociaciones en el MTSS, donde se conocerá la posición definitiva de los trabajadores. De haber solución, podría envasarse desde hoy.
Call center no
De todas maneras, desde la Cámara del gas se dijo a EL TELEGRAFO que “estamos esperanzados que se destrabe el problema del call center y hay algunas propuestas alternativas en una comisión que se formó para eso”. En los call center de las empresas envasadoras trabajan “entre 40 y 50 personas de manera estable y en zafra, los tres meses de invierno, tal vez llegue a duplicarse el número de trabajadores”, dijo la fuente empresarial. Los trabajadores, por su parte, sostienen que hay 30 trabajadores en las centrales telefónicas.
Las empresas definitivamente no aceptan que se rebaje el horario de trabajo a quienes reciben las llamadas telefónicas. “Es un tema que ya se ha discutido, y pensamos que no está dentro de la argumentación que ellos manejan. Además, es una escalada interminable de temas nuevos”, dijo Graña.
Lo que está acordado entre trabajadores y empresarios es que los empleados de las plantas de supergas, que son quienes llenan y manipulan las garrafas, pasen a trabajar 40 horas en lugar de las 44 actuales y manteniendo el mismo sueldo. En el envasado de gas licuado de petróleo trabajan directamente unas 500 personas en las cuatro empresas.
Salen pocas garrafas
Ayer, como en los días anteriores, los trabajadores llenaron garrafas durante dos horas, lo que totalizó entre 7.000 y 9.000 (no hay cifras oficiales), que no alcanzan ni al 50 % de la demanda solamente de Montevideo, que supera las 20.000 garrafas diarias. En el Interior la cifra es similar.
Mientras tanto, ayer se reu nieron los distribuidores de garrafas, que analizaron el problema desde su óptica. Este sector está en una situación difícil, desde que dependen exclusivamente de la venta de gas, y hace más de 15 días que tienen sus negocios prácticamente cerrados pero manteniendo los gastos fijos y sin facturar.
En el sector de distribución de gas trabajan alrededor de tres mil personas.
Sobre la posible declaración de esencialidad, es un tema que se habla en los corrillos ministeriales y del Palacio Legislativo, pero no se analiza su declaratoria ya que no integra los sectores que establece la ley, que están vinculados específicamente a la seguridad o la salud nacional.
De todas maneras, podría haber alguna rápida definición legislativa para evitar que la escasez de supergas --que ya llegó a la mayoría de las empresas gastronómicas, escuelas e instituciones-- afecte al consumo domiciliario, donde en la mayoría de los hogares aún quedan algunos kilos de gas.
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