Locales | 12 Sep Casa Blanca celebró la Tercera Fiesta de la Integración, en un domingo soleado y con temperatura agradable, lo que permitió una gran concurrencia, no solamente de la zona sino especialmente de la ciudad de Paysandú. Los servicios de ómnibus y de taxis, por ejemplo, fueron muy requeridos, al tiempo que cientos de vehículos particulares estacionaron en los alrededores del lugar donde se desarrolló la fiesta.
Tras “varios meses de preparación”, como dijo María Esther Pesce, tesorera de la Comisión Vecinal, el centro poblado instalado en torno al Frigorífico Casa Blanca vio largamente superada su población habitual de 380 personas. Desde el mediodía se apreció gran concurrencia, atraída por los buenos platos ofrecidos para el almuerzo.
Como el año pasado, destacó la gran buseca preparada por el chef Javier Hoffman, quien, según dijo, “inicié el fuego a las 20.30” del sábado y a las 10.30 de la víspera “desayuné un plato de buseca”, servida en cazuelas de 650 cc. (el año pasado eran de 350 cc.). “Pasé la noche sin dormir, pero valió la pena, es algo muy lindo de hacer”, agregó. Para la buseca, “como una comida comunitaria”, se utilizaron 125 kilos de mondongo (un poco menos de los 140 kilos previamente informados), 70 kilos de carne de vaca, cuarenta kilos de carne de cerdo, 70 kilos de chorizo, 50 kilos de porotos, cebollas, morrón, orégano, pimentón y otros ingredientes. “De todo un poco”, dijo Hoffman. En total, 900 litros de buseca.
Había también chorizos y asado para la venta, lo mismo que diversas especialidades, entre ellas shaslik, pasteles, tortas fritas y tortas y postres dulces. También treinta estands, con vestimenta, hortalizas, frutas y verduras envasadas y artesanías. Entre los grupos de artesanos, se contaban también estudiantes de 7º, 8º y 9º de la Escuela Nº 21, que por primera vez participaban de la fiesta.
Este festejo, además de proveer esparcimiento y diversión, sirve para que las comisiones del centro poblado obtengan recursos económicos para trabajar durante el resto del año. Con lo recaudado el año pasado, por ejemplo, se hicieron reparaciones en la Escuela 21. “Arreglamos el edificio escolar, lo pintamos en su exterior e interior, así como hicimos compras para beneficio de nuestra tarea y la educación de los niños”, indicó el director Omar Ramos.
Para este año la Comisión Vecinal, en tanto, esperaba obtener más recursos para poder continuar con su proyecto de construir un salón comunal. “Para esa obra tenemos dinero del Presupuesto Participativo, tenemos materiales comprados, pero ahora necesitamos el dinero para adquirir el terreno”, indicó Pesce.