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Paysandú, Lunes 05 de Junio de 2017

Casa Sorondo será centro comercial, cultural y gastronómico

Locales | 18 Sep Antes de fin de año estará terminada, de no surgir complicaciones imprevistas, la primera de dos etapas en que se dividió la recuperación y transformación de la Casa Sorondo, en 33 Orientales y Leandro Gómez, propiedad de Andrés Piaggio. En el proyecto se comenzó a trabajar en julio del año pasado y recientemente se iniciaron los trabajos. La propiedad original fue subdividida en dos padrones: los 600 metros cuadrados que incluyen la casa habitación con Grado de Protección Patrimonial 4 (protección integral; bien de valor excepcional que debe ser conservado integralmente. Sólo se admitirán en él apropiadas y discretas incorporaciones de elementos de acondicionamiento); y el sector de las antiguas caballerizas, hoy garage para estacionamiento de automotores.
La propiedad de Piaggio, a través de un proyecto del estudio de los arquitectos Andrea Ostuni, Lauro Pons y Paula Lanfranconi asociada, será transformada en un centro comercial con pleno respeto al valor patrimonial del inmueble, pero al mismo tiempo, permitiendo su uso, con comercios y oficinas, así como un patio central apto para actos culturales y un sector lateral, en el área donde se encuentra el patio y la escultura-fuente, destinada a restaurante o similar.
En una primera etapa, se procede a la recuperación de paredes (lo que incluye en “encadenamiento” para fortalecer la estructura) y techado, sustituyendo el “techo a la porteña” de bovedilla sobre tirantería, por techo liviano, de chapa, con cielorraso de yeso. La segunda etapa, que demandará entre doce y dieciocho meses y cuyo comienzo no ha sido determinado y depende de la disponibilidad de recursos, incluirá el reemplazo total de la instalación eléctrica y de los pisos, que serán monolíticos.
Más allá de la inversión inicial, en la propiedad propiamente dicha, el costo de la renovación total del inmueble significará un erogación muy importante. En Paysandú, el costo del metro cuadrado de construcción nueva se sitúa en los 1.000 dólares, pero frecuentemente trabajos de restauración determinan costos aún superiores.
“Un gran desafío”
Los arquitectos Ostuni y Pons comenzaron con trabajos de reciclaje de viviendas y restauración patrimonial en 2002 y desde entonces han continuado, luego con la incorporación como arquitecta asociada de Lanfranconi, recuperando viviendas que forman parte del acervo arquitectónico de la ciudad, más allá incluso de contar o no con un grado de resguardo patrimonial. Pero esta obra ofrece más esfuerzos, coordinaciones y presenta complejidades adicionales.
Para los arquitectos, “este proyecto es un gran desafío, pues representa por un lado aportarle a la ciudad un patrimonio recuperado pero por otro vivenciar, darle uso a un lugar vacío”, dijo Ostuni. “Llegar a concretar una obra de este tipo y que le aporte a la ciudad, no solo que valorice el bien, recuperar el espacio como arquitectos, pero a la vez generarle usos, es realmente en este caso en particular, como digo, un gran desafio que tenemos a nuestras espaldas”, agregó.
“Ese desafío partía del hecho de que por ser Grado 4, había que respetar una serie de normas y especificaciones y al mismo tiempo sentíamos que era imprescindible gestionar un edificio que fuera comercialmente promovido, que tuviera un resultado para el inversor. El resultado creemos que es favorable a esos objetivos”, comentó Pons. “Nuestra visión era la de un gestor, viendo el lado comercial. El hecho de facilitarle, de aclarar un montón de dudas a quien pudiese tener la capacidad de acceder a un bien de este tipo, fue una tarea previa de largo aliento”, destacó más adelante.
“En mi caso será el primer edificio con este grado de patrimonio y eso es sin dudas una parte clave a tener en cuenta para poder encarar el proyecto. Pero además, no solamente vamos a detener el deterioro, sino continuar con las siguientes etapas, lo que lo torna más intenso aún”, indicó en tanto Lanfranconi.
“Es una gran noticia”
“El proyecto fue presentado en la Comisión Departamental de Patrimonio, donde lo estudiamos desde todos los puntos de vista, hicimos las observaciones que entendimos pertinentes, con lo que el proyecto volvió a sus impulsores y posteriormente, con esas observaciones incorporadas, lo aprobamos”, dijo María Julia Burgueño, encargada de Museos de la Intendencia de Paysandú e integrante de la comisión. “Creemos que para Paysandú es una gran noticia recuperar la Casa Sorondo, que estaba en mal estado pero que nunca dejó de ser uno de nuestros orgullos patrimoniales”, agregó. “Se desafectó del patrimonio departamental la parte de los actuales garajes, las antiguas caballerizas, pero el resto se lo mantuvo como Patrimonio Grado 4”, dijo por su parte Leonardo Bulanti, también integrante de la Comisión Departamental de Patrimonio. “Se autorizaron reformas que no ponen en riesgo el valor patrimonial, para poder establecer las comodidades apropiadas para locales comerciales, entre ellos un restaurante”, agregó.
La transformación
de la Casa Sorondo
La recuperación y transformación de la Casa Sorondo “implica la decisión de determinar un uso polifuncional, con la flexibilidad que amerita su uso comercial, cultural y gastronómico, donde cada local se abre hacia el patio central, al que se accede desde el ingreso original de la casa”, ubicado por calle 33 Orientales, según se lee en la Memoria de Restauración del estudio de arquitectos Ostuni, Pons y Lanfranconi asociada.
Dentro de la nueva funcionalidad, se valorizará el patio central de la claraboya, “a través de la gestión donde cada unidad pueda hacer uso de este patio para eventos especiales dependiendo del rubro que lo ocupe. Esto potencia la posibilidad de ser un lugar de encuentro de referencia para los sanduceros y un aporte al turismo como centro regional de actividades”. Las puertas de las habitaciones, que las comunicaban serán cerradas, para que puedan ser unidades independientes. Se instalará una batería de baños “de apoyo al nuevo uso”, ubicados en el corredor secundario de la casa, lo que hará innecesarios baños individuales para cada oficina o comercio y posibilitará usos complementarios. En la galería lateral, detrás del jardín, se construirán las facilidades necesarias para un local gastronómico. “Este local gastronómico, recupera el ventanal en su estilo tipo vitreaux en los sectores del mismo que poseen valor histórico”. Asimismo se ampliará con un deck de madera, en una galería semi cubierta por una pérgola o “un entramado de vigas horizontales en hierro o madera apoyadas en columnas”, cubierta por un techo traslúcido, lo que permitirá que no solo en verano, sino durante todo el año se pueda usar ese espacio. El ingreso al restaurante será por el corredor lateral norte, la antigua puerta a las caballerizas. “El mismo posee una pérgola de hierro curva, al estilo de bóveda, que será recuperada y se mantendrá con una vegetación tipo trepadora. El cerco que aún se mantiene, que separa el corredor con el patio abierto, será recuperado así como sus rejas”.
“El jardín será restaurado en su sentido histórico, manteniendo en lo posible, los canteros mejorados paisajísticamente y se le incorporará piedra partida en los caminos para que sean transitables”. Al mismo tiempo, la escultura-fuente también será recuperada. Será mantenida la pérgola de hierro T, contiguo al muro con rejas en la línea de la propiedad, por 33 Orientales.
Respeto a la
obra de Poncini
Las tareas de restauración respetarán en todo lo posible el rico patrimonio de la obra del maestro Francisco Poncini. Así, se mantendrá la fachada y se recuperarán los revoques, al tiempo que se intentará mantener en su estado original las molduras.
También se recuperará la balaustrada superior y se eliminarán las especies vegetales que proliferaron por la humedad de los muros. Los pisos de las habitaciones de tabla no será posible recuperarlos debido a su mal estado, por lo que se optó por sustituirlos por cerámica o similar, de primera calidad.
El patio central, posee un piso de mosaico estampado, el cual se intentará recuperar con limpieza y terminación a través de lacas de piso que le devuelvan en lo posible su estado original, pero si ello no funcionara se los cambiará por un piso de buena calidad que valorice este espacio. Los cielorrasos serán de yeso, a realizar una vez que estén planteadas todas las canalizaciones que la recuperación del techo impliquen, como canalones y caños de desagüe pluviales, así como las instalaciones eléctricas realizadas a nuevo. Las cornisas del cielorraso, se colocarán tipo estándar, existentes en el mercado, que se asemejen lo máximo posible al estilo de la casa. En cuanto a las aberturas, será prioritario mantener la puerta principal, recuperada a su estado inicial, en su carpintería y herrería. Las aberturas exteriores de las habitaciones, serán substituidas por vidrios fijos. La abertura de la galería lateral, con cerramiento vertical de hierro y vidrios de colores, serán recuperados con elementos existentes en el mercado actual. Las aberturas interiores de maderas, en su mayoría irrecuperables, serán sustituidas a similitud de las existentes, con maderas secas de mercado de costo accesible y con la terminación de pintura original.


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