POR FERIADO LARGO ARGENTINO

Locales | 09 Dic Rostros cansados, transpirados, hastiados, pero sobre todo con rictus de furia. Miles de personas, especialmente turistas provenientes de Argentina, quedaron atrapados en el Área de Control Integrado (ACI) y áreas circundantes del puente internacional Paysandú-Colón debido a la lentitud de los controles de Migración (especialmente) que hicieron que muchos debieran esperar hasta “cinco horas”, soportando el sol, la falta de servicios, de agua y sombra.
En la víspera comenzó el feriado largo de 4 días en Argentina. Fue feriado no laborable por Inmaculada Concepción de María. A eso se agregó un “feriado puente turístico”, el de hoy viernes, y junto a sábado y domingo completan cuatro días de asueto que provocaron un aluvión estimado en 1,8 millones de porteños hacia diferentes partes del país y Uruguay.
Todo parece indicar que el brusco aumento de pasajeros dispuestos a ingresar a Uruguay por los puentes internacionales tomó por desprevenidas a las autoridades de la Dirección Nacional de Migraciones, pues en el puente internacional Paysandú-Colón la fila de espera fue de entre tres y cuatro kilómetros durante buena parte del día y en Fray Bentos-Puerto Unzué de una extensión similar. Pese a que la Dirección Nacional de Migración se había comprometido a anunciar el pasado martes las medidas de contingencia a aplicar, para coordinar de manera más efectiva entre los organismos que operan en el puente, tal como hace pocos días lo declaró a EL TELEGRAFO la diputada en ejercicio (suplente de Gustavo Rombys) Cecilia Bottino, ninguna previsión fue tomada en la víspera. La propia Bottino había indicado que las coordinaciones apuntaban a que los usuarios no demoraran más de dos horas en el ACI --y aunque igualmente ese plazo parece muy excesivo, significaba un avance-- pero en la víspera los turistas denunciaron a EL TELEGRAFO, apostado a pocos metros de las casetas compartidas por las migraciones de ambos países, que habían demorado cuatro o cinco horas.
El sanducero Fernando Peirano Yañez, quien trabaja en la Dirección de Cultura de la Honorable Cámara de Diputados de Argentina, salió a las 6 de la mañana de Buenos Aires con unos amigos, a los que quería mostrarles Paysandú y luego seguir viaje a Montevideo. Llegó poco después del mediodía pero no pudo avanzar más allá del Arroyo de la Leche. Llegar a la cabecera argentina del puente le demandó varias horas. Y acceder a la ventanilla del ACI “más de cinco horas”.
“Seguro que esta es la primera y última vez que mis amigos vienen a Uruguay. Esto es increíble; no entiendo como se puede demorar tanto. No hay forma de que podamos aumentar el turismo si no recibimos bien a los turistas. Juro que no lo puedo creer; incluso después de ver situaciones penosas hoy de madres con niños pequeños al rayo del sol, sin siquiera agua. Terrible realmente”, comentó.
“Les dije de todo a estos sinvergüenzas; cinco horas en el puente; tienen computadoras del 1800”, gritó indignado otro turista argentino, mientras aceleraba su vehículo rumbo a la salida del ACI.
LA PRESENCIA DEL INTENDENTE BENTOS
El director de Asuntos Limítrofes del Ministerio de Relaciones Exteriores, Daniel Bentancur, llamó a media tarde al intendente Bertil Bentos porque le habían “llegado informes” de la situación en el puente. Bentos acudió de inmediato, acompañado por el director general de Promoción y Desarrollo, Ramiro Díaz, para apreciar personalmente lo que ocurría.
“Esto es un caos”, dijo a EL TELEGRAFO. “Esto hay que solucionarlo; no hablando en foros, sino sentando a los ministerios de relaciones exteriores y a los presidente de los dos países. Ellos pueden solucionarlo. Mire a su alrededor, esto es una locura total; la gente se siente maltratada si tiene que esperar todo este tiempo”. Poco después de la llegada de Bentos al puente internacional, se habilitaron cuatro puestos de atención a los que ingresaban desde Argentina y se mantuvo uno solo para los que egresaban, que aunque eran un número menor, igualmente la fila por momentos se extendía por unos 200 metros.
“Recién ahora toman una medida que creo, me parece a mí, debió estar desde cuando se detectó la gran cantidad de vehículos que estaban ingresando”, dijo Bentos. “Me voy mal; no hay otra manera al ver este caos; voy a hacer un informe a Bentancur y voy a seguir peleando porque esto se solucione en cuanto lugar pueda, pero la solución --que no puede ser muy difícil-- está en manos de los presidentes”, concluyó.