Locales | 25 Oct En la plaza Constitución se vivió una jornada especial durante el primer congreso departamental para la promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, en el marco del Programa de Participación Infantil y Adolescente (Propia) que INAU lanzó en 2006.
Durante la mañana anterior, los niños y adolescentes expresaron su sentir sobre el respeto y la vulneración de sus derechos a través de carteles, artesanías, música y malabarismo, entre otras formas de expresión.
Silvia Camerotta, promotora para la participación del Propia, explicó a EL TELEGRAFO que «desde hace tres meses se está trabajando con dos grupos. Un grupo de niños de entre 8 y 12 años y otro de adolescentes de entre 13 y 18 años están trabajando sobre los derechos. Estos grupos deciden y organizan este congreso. Así que se invitó a las escuelas, los liceos y distintas instituciones de la comunidad para que cada uno exprese lo que siente en relación a los derechos, si están siendo respetados o no, cuál es el más vulnerado, según lo que cada institución haya trabajado, y que se acercaran a la plaza a compartirlo con el resto de los niños y jóvenes».
El de Paysandú fue el primer congreso que se realizó en el país. En noviembre se efectuarán congresos departamentales en todo el país. «Estamos muy contentos porque la respuesta ha sido muy buena, superó totalmente nuestras expectativas», añadió Camerotta. Posteriormente se elaborará un documento que será entregado el 20 de noviembre al intendente Julio Pintos. «Se realizará una síntesis de todo esto que se está viviendo y trabajado, y se presentará al intendente. Esa semana se celebra la Semana de Derechos del Niño, cuando se firmó la convención, y habrá distintas actividades que se están organizando», dijo. En diciembre delegados de ambos grupos de niños y adolescentes de Paysandú participarán en el congreso nacional en Montevideo.
Participación
es fundamental
Por su parte, la jefa departamental del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, Mónica Innella, indicó que se está «trabajando en pro de que los chiquilines conozcan sus derechos y puedan incorporarlos. Desde el pensar que la Convención de los Derechos del Niño se hizo por personas adultas, que vayan viendo que se escribió en función de esos objetivos, pero que es bueno que participen, que los conozcan y den su opinión de lo que se ha trabajado para ellos.
La participación para nosotros es fundamental, en el conocimiento y en el ir trabajando la responsabilidad que conlleva esos derechos».
Sostuvo que el INAU está trabajando sobre la protección y cumplimiento de todos los derechos de los niños, aunque reconoció que «algunos con más dificultades y otros con menos. Además del de la protección que indudablemente es uno importante y el cual no podemos perder de vista, tenemos que trabajar también el derecho a la libertad referido a los chicos en conflicto con la ley. No podemos trabajar en bajar la edad de la imputabilidad de los chiquilines», dijo. Consideró que «hay que trabajar desde la familia, que si los chicos sufrieron un deterioro al punto de tener un conflicto con la ley, es porque hubo todo un deterioro de su estructura familiar y de su personalidad, que para revertirse hay que hacer todo un trabajo que venga hacia atrás. Eso no es fácil, pero hay que asumirlo y trabajarlo. Ese es un compromiso no solo de INAU sino de todas las instituciones y de la sociedad en general». Recordó que desde junio se está llevando a cabo en Paysandú un proyecto que trabaja con medidas socio-educativas. «Significa ver qué fue lo que pasó con ese niño, qué tipo de infracción cumplió, qué perfil psicológico y emocional tiene e ir derivándolo a distintos programas y actividades», explicó Innella.