Paysandú, Lunes 05 de Junio de 2017
Deportes | 11 Mar Tenían razón: fue una fiesta única. Fue un regocijo para el corazón, una caricia para el alma. Fue mucho más que un ejemplo de vida el que dieron los más de 140 niños, jóvenes y adultos que integran este grupo único que son los Tiburones de Paraná, proveniente de la santafesina Arroyo Seco, que día a día se propone enterrar la discriminación y demostrar que las personas con discapacidad pueden superar la barrera de “su envase”, como les gusta decir a varios de ellos.
Por eso se propusieron un desafío único: unir a nado Colón con Paysandú. Sin importar los 12 kilómetros de recorrido, las dificultades, el cansancio. Dejaron atrás la incertidumbre inicial y se sumergieron de lleno en 18 meses de trabajo en silencio, de alegrías y de miedos. Y ayer, a lo largo de una tarde inolvidable que quedará grabada en la mente de dos pueblos, se dieron el lujo de emocionar a miles y miles de personas. Y de demostrarles que su aporte, ese granito de arena que fue más parecido a una montaña, estuvo lleno de vida, de integración por donde se lo mire.
Miles de colonenses se volcaron a la playa para alentar a los nadadores que llegaron desde Arroyo Seco para iniciar esta aventura, que se tirarían al agua para romper con todos los prejuicios, con el objetivo de unir a Argentina y Uruguay.
Autoridades locales, diputados y senadores entrerrianos, se dieron cita en Colón en medio de lo que fue una verdadera fiesta, tanto en la arena como en el agua. Porque también los sanduceros, que preparaban el recibimiento en la playa del Club Remeros, se sumaron a esta travesía integradora, ya sea para nadar, como para acompañar a los deportistas en el agua a modo de guardavidas, o colaborando con embarcaciones. La travesía se desarrolló mediante postas en grupos, aunque algunos de los Tiburones llegaron a nadar hasta 8 kilómetros, seguramente los más experientes. Personas con y sin discapacidad de Paysandú se sumó a la propuesta, mientras el Remeros se fue poblando de gente y su playa fue tomando un colorido único, al igual que sucedió horas antes en Colón, cuando sobre las 13 se inició la aventura.
El cruce demoró un poco más de lo previsto. Pero valió la pena. Poco a poco los grupos fueron llegando entre el aplauso generalizado, los carteles de agradecimiento, los abrazos y las lágrimas que aparecieron en forma inevitable.
“Para hacer esto tenés que estar loco. ¡Estamos locos!”, fueron las primeras palabras del profesor Patricio Huerga, el alma mater de los Tiburones, que apenas podía contener la emoción. Y entre sonrisas y emocionado llegó también el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, que también fue protagonista, nadando, de esta fuesta. Después fue tiempo del reconocimiento a los Tiburones del Paraná, y a quienes se integraron a este desafío único, como por ejemplo los chicos de Asdopay o Cooperdi, que tuvieron una actuación fenomenal. Fue tiempo del reconocimiento de las autoridades de uno y otro lado del charco. Pero la atención se la llevaron ellos. Los protagonistas. Los que se comieron el río Uruguay en un día. Los que dejaron una huella eterna: los Tiburones del Paraná.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Jun / 2017
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com