Habría remate a fin de año

Locales | 14 Abr La Administración de Aduanas de Paysandú está culminando la concentración de los decomisos en un solo local, mientras se prevé un remate general de mercaderías secuestradas para los últimos meses del año.
Mientras que las viejas oficinas y depósito en el edificio del puerto --compartido con Prefectura-- tienen aún muchas cajas y bolsas con mercadería decomisada, el nuevo local alquilado muestra la diversidad de productos que pretendieron ser ingresados ilegalmente por el puente internacional “General Artigas” pero --en esos casos-- los funcionarios cumplieron con su deber. No obstante, también hay decomisos aduaneros realizados por policías (particularmente de Investigaciones) y de Caminera.
En el amplio local de más de 600 metros cuadrados hay desde automóviles y camionetas (ocho en ese lugar, más otros en la Seccional Tercera de Policía) hasta palos de cricket y guantes de box. Con la instalación de las estanterías para estibar mejor la mercadería, hubo un importante avance en la conservación de la mayoría de los productos, sumado al hecho que es un local amplio, aireado, que no se llueve ni tiene problemas de infraestructura, como el viejo edificio del puerto.
“Como en botica”
Literalmente hay de todo en el depósito. En un rápido relevamiento realizado por EL TELEGRAFO se apreció que hay decenas de cajas con ropa de todo tipo, pero también otras cosas más insólitas, como un juego de baño, porcelanato, asientos de auto, parlantes, motores eléctricos, bordeadoras, lingas, cubiertas, aberturas (ventanas de dos hojas corredizas, por ejemplo) y las rejas para más seguridad, elásticos de autos y repuestos de todo tipo, tablas de surf, pintura, impermeabilizante, lonas, un cartel con el nombre de un comercio sanducero (pero hecho en Colón), lavarropas, secarropas, una motosierra, champú, crema de manos y cuerpo, “tachos” para luces de discoteca, una campana secadora de granos, dos camas desarmables para masajes, dos parapentes y hasta patos de plástico usados como señuelos para cazar.
Los funcionarios también decomisan alimentos, bebidas alcohólicas y sin alcohol, medicamentos, armas y municiones, pero todo eso tiene diferentes destinos que lo demás.
Los alimentos y la mercadería perecedera en general, según lo dispuesto por la Ley 17.743 se distribuyen en el Hospital, la Inspección de Escuelas, el Patronato del Liberado (ayer había una bolsa de “mejorador” de harina para la panadería que tienen) y el INAU, aunque éste último no recibe pues está abastecido totalmente por el Instituto Nacional de Alimentación (INDA). A todos estos lugares, además, va algo de ropa cuando es necesaria. El Ejército --por medio del Batallón Nº 8-- recibe las armas, municiones, petardos y fuegos artificiales; al Hospital van también los medicamentos decomisados (donde se selecciona, no se usa todo) y Ancap recibe las bebidas alcohólicas destiladas.
El vino, los cigarrillos y los discos compactos o DVD de música y películas se destruyen por cuenta de la Administración local, y la droga se concentra en Montevideo, donde se destruye la secuestrada en todo el país.
Hay muchos expedientes
Por cada decomiso se genera un expediente que se trata a nivel administrativo y judicial. En el caso de Paysandú, hay cientos de ellos, algunos ya culminados pero la mayoría en trámite.
Una vez que se terminan las acciones legales, la mercadería es de los funcionarios que actuaron en el decomiso, que pueden ser aduaneros o policías. La mercadería ya “liberada” judicialmente es tasada y el funcionario puede retirarla y venderla, pero antes debe pagar las tasas de importación y las multas correspondientes para “legalizarla”. Ello generalmente sucede cuando encuentran un comprador y está asegurada la venta, lo que es normal. Son varias las tiendas y boutiques sanduceras que adquieren --ya legalizados-- los bultos completos de ropa, aunque también hay comercios sanduceros y montevideanos que compran el resto de las mercaderías.
Bandera de remate
Hace años que no se ve una bandera de remate de aduanas. Sin embargo, luego de la aprobación de una nueva ley que está en el Parlamento --prevista para después de junio-- podría realizarse un remate local, con lo que se descomprimirían los depósitos que tiene la Aduana con muchísima mercadería, incluyendo expedientes del año 2002. Según pudo saber EL TELEGRAFO, el remate incluiría miles de productos en decenas de rubros distintos, pero no de mercadería decomisada recientemente.