Locales | 19 Abr “Con el tema de los accidentes de tránsito tenemos que educar, prevenir y fiscalizar y controlar. No hay otra vuelta. Y esto último es lo que más cuenta”, aseguró el ministro de Salud Pública, Jorge Enrique Venegas, quien en la víspera visitó Paysandú “para considerar dos temas: el combate al mosquito Aedes Aegypti y la epidemia de los siniestros de tránsito”.
Los accidentes de tránsito provocan “una muerte cada 16 horas y tenemos 27.827 damnificados” el año pasado, informó Venegas. “Un paciente en un CTI cuesta entre 1.100 y 1.600 dólares por día. Pero además esos casi 28.000 ciudadanos por año con algún tipo de daño personal, físico, también generan un enorme costo por la falta de ingresos económicos, problemas de familia y dificultad en el reingreso al trabajo. La recuperación y rehabilitación muchas veces lleva años. Eso es un largo proceso que provoca severos problemas al individuo en su entorno personal, familiar, laboral y social”, agregó el secretario de Estado. La Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) dio a conocer ayer su informe de Siniestralidad Vial, que indica que 572 personas fallecieron en accidentes de tránsito el año pasado y que 27.827 resultaron lesionadas. Por día, 78 personas resultaron lesionadas y 1,58 murieron por siniestros de tránsito. El 40% de los fallecidos y lesionados fueron jóvenes menores de 30 años. Respecto al tipo de vehículos, el informe expresa que en el 43,6% de los accidentes hubo involucrada una motocicleta. Casi el 80% de los fallecidos fueron hombres. Uruguay tiene una tasa de 23 fallecidos cada 100.000 habitantes en siniestros de tránsito, cuando en Europa esa tasa se reduce a seis.
Venegas aseguró que se trata de “un comportamiento humano que no compartimos, que pone en riesgo la vida propia y la ajena, de los que se la comen de garrón porque caminan por la vereda o esperan un ómnibus en una parada”.
Y ante los hechos de violencia ocurridos contra cinco inspectores de tránsito el pasado domingo, Venegas dijo: “Quiero expresar mi más profunda solidaridad con los trabajadores agredidos, en hechos de los que tengo conocimiento. Realmente no puede comprenderse cómo se puede atacar con violencia física a quienes con legitimidad y derecho llevan adelante el trabajo que se les ha encomendado”.
Ante esto, el intendente Bentos agradeció “esta muestra de solidaridad con nuestros inspectores de tránsito lesionados. Creo que se están sobrepasando los límites de la cordura, del entendimiento. Estas conductas que reflejan climas de violencia nos preocupan enormemente y esperamos poder ayudar a corregirlas, más allá que ya a nivel nacional se están considerando algunas medidas, precisamente por lo ocurrido aquí”.
“Para mí, reitero, es clave la fiscalización y el contralor. Países que tienen la experiencia de haber realizado esto han tenido éxito, porque una de las cosas que duele es el bolsillo, no hay vueltas. De todas formas, es cierto, estamos en un momento muy complejo donde el acceso rápido al consumo de determinados vehículos hace que muchas veces se prefiera no retirar una moto que ha sido fuertemente multada y comprarse otra. Yo diría que la fórmula es que si una persona quiere matarse puede comprar diez motos, pero de todas maneras eso no impedirá que una y otra vez sea fiscalizado de manera total y completa. Es el camino, es la manera”, precisó el ministro.
Recordó que “hay departamentos en los que ni siquiera se exige el uso de casco protector; y hemos visto muchas veces al padre conduciendo, el niño entre medio y la madre detrás. No son conductas seguras, por el contrario, pueden terminar mal y de hecho muchas veces terminan mal”. Por esa razón, junto a una fuerte fiscalización Venegas destacó la importancia de “trabajar en la prevención”, donde subrayó la labor de la Unasev, que precisamente no es un órgano fiscalizador sino que trabaja en el área de prevención, promoción y diagnósticos. “Por el contrario, la fiscalización queda en manos exclusivamente de las autoridades nacionales y departamentales”, dijo.
El ministro de Salud Pública visitó varios centros hospitalarios durante Semana de Turismo, precisamente para conocer de primera mano la incidencia de los siniestros de tránsito en esos días. “Una de las cosas que nos decían los familiares a la salida de los hospitales era: ‘sálvemelo a mi hijo ministro’. Y nada nos hubiera agradado más que eso, que salvar todas las vidas. El problema era que estaban en situación crítica. Y por supuesto hubo fallecimientos. Por esas víctimas ya nada se puede hacer, pero el tema no es ‘sálvemelo’, el tema es prevengamos. Se puede prevenir con conductas responsables y la sociedad tiene que tomar conciencia de lo que eso significa”, expresó.
Por otra parte, aunque hay preponderancia de jóvenes entre las víctimas fatales y los lesionados, Venegas pidió que “no estigmaticemos a los jóvenes, porque en los accidentes de tránsito participan también adultos. Este es un tema epidémico que ocurre en todos lados, en la periferia como en el centro, y si hay presencia de ingesta de alcohol u otras sustancias, el problema ciertamente se potencia. Lo que tenemos que tratar de lograr es que entre todos podamos cambiar la valoración de la vida que cada uno tenemos. Esta en juego la vida, por lo tanto el camino es trabajar más en la educación y en la prevención pero no olvidemos fiscalizar y controlar. Hay que tomar medidas sin costo político o con costo político; hay que tomarlas a todas porque va la vida en ese sentido”.