Locales | 14 Ago Comenzó en la víspera, y continuará hoy, la poda y corte de árboles --sin llegar a la tala salvo algún ejemplar totalmente seco-- en Park Way entre Guayabos y Bulevar Artigas. Como fuera informado, a pedido de los vecinos y tras comprobarse la peligrosidad de una veintena de árboles de gran altura --entre 20 y 30 metros-- el Departamento de Servicios, a través de la Dirección de Paseos Públicos, determinó la necesidad de cortarles el peligroso ramaje, en una primera etapa. Asimismo, al menos un ejemplar fue talado debido a que estaba seco y sus raíces sueltas.
Los equipos de poda de la Intendencia comenzaron a trabajar precisamente en Park Way y Guayabos. Temprano en la mañana se comenzó con la tarea de invitar a los vecinos de las casas frente a los altos árboles a abandonar sus hogares mientras se procedía al trabajo de poda. Sin inconvenientes, conscientes del peligro, fueron abandonando sus casas y ubicándose en una zona de protección lejos del área de poda.
Del operativo participaron, además del personal municipal, UTE, Bomberos, Policía, Dirección de Tránsito, personal sanitario y voluntarios. Además, se contó con la coordinación del Centro Coordinador de Emergencias (Cecoed). “La tarea se viene cumpliendo con normalidad, pero ya hemos podido comprobar que no estaremos en condiciones de terminar el trabajo hoy (por ayer lunes)”, dijo Juan Villagra, director de Paseos Públicos.
“Se trata de una tarea que exige mucha concentración por parte de nuestro personal, que debe ir realizando cortes de marca para tratar de dirigir la caída de las grandes ramas en un área que no causen problemas”, indicó. “Nuestro personal se encuentra capacitado para la tarea y la va llevando adelante muy bien, aunque debe hacerse con el debido cuidado”, agregó.
Por su parte, el coordinador del Cecoed, Carlos Monzón, destacó el trabajo conjunto realizado, “conversando con los vecinos, alertándolos de los problemas que implicaba quedarse en sus hogares durante la poda, y hemos recibido su total apoyo”. Los vecinos, en tanto, se mostraron conformes. “Pedimos a la Intendencia que nos cortaran estos árboles. Cuando había fuertes vientos se ponía difícil porque los árboles están inclinados al sur y las ramas hacían un ruido estremecedor”, comentó un vecino. “Ahora vamos a poder estar más tranquilos. Era algo que realmente se necesitaba”, apuntó otro.
Los árboles que estaban sanos fueron cortados hasta una altura de entre ocho y diez metros. “Aunque no hay nada definido hay un proyecto para ensanchar la calle, y en ese caso se debería talar los árboles”, agregó. “Si ello sucediera, esa madera podría ser convertida en tablones o en varillas tutoras para árboles jóvenes”, había comentado Villagra.
La madera resultante de la poda fue entregada por un lado al Club Remeros Paysandú, que diariamente consume una tonelada de leña y cuenta con el apoyo de la Intendencia, y por otro a los propios vecinos de la zona, muchos de los cuales utilizan leña como combustible para cocinar y calentar agua.