Locales | 04 Ene La Comisión de Patrimonio y Áreas Protegidas del Departamento de Paysandú analiza una propuesta de solicitar la inclusión del Parque Nacional de Purificación y Meseta de Artigas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
La propuesta fue presentada por el representante de la Asociación de Agrimensores del Uruguay en dicha comisión, Leonardo Bulanti, quien manifestó que “se trata de una zona con mucha vegetación natural a proteger, está bastante invadido por especies foráneas que se deberían controlar y cortar, como los grategus en la meseta, pero además especies animales y naturales y el río Uruguay, que es objeto de depredación de pesca sin control”.
La propuesta presentada señala que “vista la importancia del futuro parque nacional de Purificación (Hervidero) y la Meseta de Artigas, los ríos Uruguay, Daymán, montes y arroyos efluentes, y su extenso entorno, no sólo desde el punto de vista cultural e histórico, sino también desde el punto de vista turístico natural, de fauna y flora autóctonas y otras especies a proteger” se solicite al intendente Bertil Bentos que “promueva ante el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, dependiente del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, el estudio e inclusión de las áreas de Meseta de Artigas, Parque Nacional de Purificación, río Uruguay, río Daymán y su entorno como área natural protegida”.
SNAP
Uruguay está implementando su Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), una herramienta que permite armonizar el cuidado del ambiente, en particular de la diversidad biológica, con el desarrollo económico y social del país. Dicho sistema incluye actualmente ocho áreas naturales protegidas, en tanto otras están a estudio y Montes del Queguay --cuya audiencia pública fue realizada en Guichón días atrás-- ingresará próximamente.
El objetivo del SNAP es incluir áreas representativas de los ambientes naturales de Uruguay, como ríos, sierras, montes, humedales, pastizales, quebradas, zonas marinas, costeras e islas, así como los valores culturales asociados a éstos en el entendido que “las áreas protegidas contribuyen a la conservación del patrimonio natural y cultural del país y ayudan a reducir las presiones causadas por algunas actividades humanas sobre estos ambientes”.
“En ellas el impacto se reduce a la mínima expresión y, por tanto, se transforman en sitios de referencia para apreciar los beneficios de la protección. Generan oportunidades para las comunidades locales y la sociedad: la recreación, el turismo, la educación, la investigación, el desarrollo de actividades productivas compatibles con la conservación, así como el mantenimiento de tradiciones y culturas locales que fortalecen nuestra identidad”.