Policiales | 30 Ene La fuga del peligroso delincuente Gonzalo Raúl Alvarez Pereira, de 34 años, alias “El Lalo”, desde la sala de siquiatría del Hospital Escuela del Litoral, causó una fuerte conmoción en la zona Sur de la ciudad y motivó un importante operativo policial, en horas de la tarde de la víspera.
Según información extraoficial, Alvarez Pereira estaba internado provisoriamente en sala de siquiatría tras ser procesado como resultado de un procedimiento de la Dirección de Investigaciones, a la espera de ser trasladado a Montevideo para ser sometido a un tratamiento de rehabilitación del consumo de drogas por resolución judicial. Se trata de un malviviente peligroso, quien antes de su último procesamiento cumplió prisión por una rapiña en una carnicería de Bulevar y Purificación.
Aprovechó el relevo
Pasadas las 19 de ayer el delincuente, sin medidas de seguridad y custodiado por el único policía que tiene a su cargo la vigilancia de todo el sector, aprovechó el relevo de su custodia para emprender la fuga. Inmediatamente se comunicó lo sucedido a todas las dependencias policiales y se desplegó un importante operativo en procura de recapturarlo, con la participación de personal y móviles de las seccionales Primera, Segunda, Radio Patrulla y Dirección de Investigaciones.
Momentos después fue visto por vecinos corriendo por José Pedro Varela al sur, a la altura de Benito Chaín, al parecer rumbo a su domicilio en Chaín 554 e Independencia, con el torso desnudo, con quemaduras en ambos antebrazos, tatuajes en varias partes de su cuerpo y un buzo verde en una mano. En la segunda ocasión en que fue visto, el prófugo, de cutis blanco, cabellos cortos, delgado y elevada estatura, vestía bermudas vaqueras, un buzo negro y se encontraba dialogando con un hombre. El móvil 123 de Radio Patrulla se instaló en la esquina en donde se domiciliaba el delincuente, ante la presunción de que ese fuera su destino, mientras personal de la Seccional Primera patrullaba intensamente la zona.
Amplio operativo
Cinco minutos después, vecinos observaron que corría por Montevideo e ingresaba al barrio Jardines del Hipódromo, en dirección oeste, hacia calle Independencia. En consecuencia, se instaló otro móvil con personal en los fondos del barrio, a la altura del puente de Independencia sobre el arroyo Sacra, mientras otras unidades rastrillaban el Parque Municipal y la costa del arroyo Sacra. El propósito de ese posicionamiento fue evitar que Alvarez Pereira intentara ingresar a su domicilio por el fondo, desde calle Independencia. Luego de más de dos horas de intenso rastrillaje y de verificar que el delincuente no había logrado llegar a su domicilio y presumiendo que se había ocultado en la densa vegetación ribereña del arroyo Sacra, se decidió retirar el operativo, permaneciendo personal de vigilancia instalado en diversos puntos de la zona.