Camino a una gestión civil

Locales | 24 May Con casi la misma estructura de organización que tenía --a la que se suman tres subdirectores-- la ex Cárcel departamental pasó a depender ayer del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) en resolución firmada por el Ministro del Interior, Eduardo Bonomi. También pasaron a depender del INR los bienes inmuebles, uno donde está el ahora Centro de rehabilitación con más de 6.000 metros de superficie, y la chacra policial con casi 10 hectáreas.
También el personal policial que estaba afectado a la Cárcel pasó en comisión al INR, hasta que ingresen los funcionarios civiles que se harán cargo del nuevo sistema.
El comisario Alfredo Coelho se mantiene como director, y se agregan como subdirector de seguridad el oficial ayudante Roberto Acosta Fagúndez, subdirectora técnica la oficial ayudante (PT) licenciada en sicología Laura Dutrenit Palermo y como subdirector administrativo el cabo (PA) Gonzalo Ennis Baldi, lo que representa la estructura del comando de cada centro de rehabilitación. Los tres subdirectores son sanduceros, si bien Dutrenit estaba hace años en Montevideo y se trasladó recientemente.
“decisión acertada”
El acto formal se cumplió frente a los portones del centro, sobre avenida San Martín, e hicieron uso de la palabra tres jerarcas que ocuparon casi el mismo tiempo cada uno, poco más de cuatro minutos y medio de discurso.
El primero fue el jefe de Policía de Paysandú, Alberto Camacho, quien recordó que los establecimientos de reclusión, desde 1934 hasta 1971 dependieron del Ministerio de Educación, y ese año pasaron al Ministerio del Interior, mientras que ahora se crea el INR, que “tiene como eje fundamental el tratamiento de las personas privadas de libertad con profesionales altamente calificados y con fines que comprenden su rehabilitación y reinserción social” y afirmó que “creo que es una decisión acertada, porque eso facilitará que se apliquen políticas carcelarias nacionales y coordinadas”. Camacho agradeció a los civiles que “en forma desinteresada colaboraron con el centro carcelario” y destacó como “justo” el reconocimiento “a quienes tuvieron la mayor parte del peso de esta responsabilidad”, refiriéndose al personal policial que “convive con el privado de libertad” y que logró “ejercer la custodia y administración con un gran profesionalismo, logrando la armonía en un contexto muy problemático”, por lo que “la Jefatura de Policía de Paysandú agradece a todos, desde el director hasta el último de los policías en esta sacrificada función”.
“todos involucrados”
El inspector principal (R) Luis Mendoza, director del INR, señaló que este es el sexto establecimiento que pasa al INR, y “para el año 2015 todos van a estar en la órbita del instituto”, recordando que se comenzó hace un año en Canelones, y siguieron Rivera, Maldonado, Colonia, Cerro Largo, ahora Paysandú y en junio Campanero de Minas. La importancia destacada por el funcionario fue que “la política en la administración de la reinserción de las personas privadas de libertad” será para tratar a las personas con “trabajo, educación, cultura, recreación y deportes como forma de que esa persona cuando cumpla su condena sea útil a nuestra sociedad. Y para eso estamos todos involucrados en este tema”
Dijo que es “una etapa de transición”, pues del “viejo Instituto penal con una característica policial pasamos al INR con característica civil, por lo que conviven dos sistemas, el policial que en forma paulatina va dejando lugar al sistema civil”.
Finalmente destacó el trabajo de todo el comando de jefatura como del centro penitenciario y que “cuando se habla de Paysandú, es una referencia dentro de nuestro país por el respeto a los derechos humanos y toda la obra de rehabilitación que ha hecho”.
Acto de significación histórica
Cerró el acto formal --pese al olvido del presentador, que no lo llamó al estrado-- el subsecretario del Interior, Jorge Vázquez, quien recordó que la reforma del sistema penitenciario comenzó en 2005, y ahora se está concretando. “No es un acto de rutina, tiene significación histórica, no solo debido a los compromisos asumidos por el país a nivel internacional, sino por la necesidad de plasmar en el terreno y no solo en la teoría los roles que atañen a la Policía en su misión de prevención y represión del delito”, dijo.
Afirmó que “quien previene y reprime el delito no puede ser la misma persona que se ocupe de la rehabilitación del privado de libertad. Y por eso el INR se encamina, en el largo plazo, a convertirse en una institución de carácter civil”.
Como los demás, felicitó a los funcionarios por el trabajo que se ha realizado hasta ahora, y recordó la participación del Ministerio de Educación y Cultura con las usinas culturales y al Ministerio de Desarrollo Social con sus programas de distintos niveles y que “es por esta relación interinstitucional que se puede augurar un mejor futuro”, llamando a seguir trabajando como hasta ahora en el problema del hacinamiento y “a progresar en el diseño de tratamiento individualizado jerarquizando las tareas del trabajo, deporte, cultura y programas en el área de salud mental para tratar los problemas de adicciones y conductas violentas”.