Locales | 31 Jul Dos mil durmientes de la madera paraguaya Curupay llegaron ayer a la estación sanducera de la Administración de Ferrocarriles del Estado, sede de la Regional Norte de AFE, para cambiar los viejos durmientes --algunos con 30 años de colocados-- en el ramal ferroviario entre Tres Árboles y Salto. Se trata de “la primera partida de un total de 5.000 durmientes que están destinados a hacer recambios de algunos de los durmientes” que hay en los 270 kilómetros de vías entre las terminales mencionadas, según explicó a EL TELEGRAFO el funcionario de AFE Carlos Alvez.
Tienen 30 años
Especificó que se trata de una licitación global de AFE por 10.000 durmientes, de los cuales la mitad están destinados a esta zona, y los 3.000 restantes llegarán la semana entrante. Dijo que los durmientes que se cambian son “los que están en muy mal estado, con 30 años de colocados en la vía”,
Consultado sobre los durmientes de acero que pueden verse en la estación, Silva recordó que “son de la ex línea de Rivera, que fueron cambiados cuando la renovación en 2011”, y que esos materiales “reciben un proceso de reciclado en nuestros talleres propios y luego vuelven a las vías”. En el tramo de Salto --que está en el kilómetro 600-- a Tres Árboles --en el 330-- hay unos 270 kilómetros, por lo que la estimación del total de durmientes -considerando que están a unos 70 centímetros uno del otro- es de unos 350.000, de los cuales hay varios miles que deberían ser cambiados.
El recorrido interior
El recorrido del tren en tierras sanduceras comienza por Tres Arboles (que en realidad está en Río Negro, pero a pocos cientos de metros de nuestro departamento), Merinos, Capilla del Carmen, Piñera, Guichón, Guayabos, Algorta, Pandule, Piedras Coloradas, Kilómetro 171 (Etchemendy) Porvenir, Esperanza, Paysandú, Constancia, Queguay, Quebracho, Guaviyú, Rivas, Chapicuy y Daymán, hasta llegar luego a Salto.
En ese tramo desde Salto a Tres Árboles se han registrado varios descarrilamientos en los últimos años, y que se deberían precisamente al mal estado de la vía ferroviaria por la natural descomposición de la madera expuesta a las inclemencias del tiempo y también a soportar el paso del tren con varias toneladas de peso.