Locales | 17 Dic Cincuenta familias de Paysandú resultaron favorecidas en el sorteo del programa Compra de Vivienda Usada del Ministerio de Vivienda, para el cual se inscribieron cumpliendo con los requisitos establecidos. Este programa otorga un préstamo para la compra de vivienda usada, subsidiando la cuota mensual de su pago, con recursos del Fondo Nacional de Vivienda y Urbanización.
El director nacional de Vivienda, arquitecto Gonzalo Altamirano, la directora de la División Social de la Dinavi, licenciada Perla Rodríguez, y el intendente Julio Pintos participaron en la apertura del sorteo, realizado en la Dirección de Cultura.
Pintos valoró la gestión de Altamirano, en la cual “se hizo un análisis muy profundo de la situación de la vivienda en el país”, y a pesar de que “costó mucho ordenar la situación de esta cartera”,  “por suerte se han empezado a desplegar esas líneas estratégicas” marcadas al comienzo de la administración. Destacó el rumbo de subsidios tomado por el ministerio para el acceso a viviendas, contribuyendo a que las familias puedan acceder a estas de forma más rápida y puedan pagarlas.
Por su parte, Altamirano explicó el procedimiento para desarrollar el sorteo y brindó consejos para las familias que resultaron beneficiadas, así como aquellas que no. En primer lugar se refirió a las ocho familias que no resultarían favorecidas, recordándoles que “hay un conjunto de programas del ministerio al cual pueden llegar a acceder, no solo este, que el año que viene vamos a intentar reiterarlo”.
Explicó que las familias favorecidas deberán esperar la resolución ministerial, trámite administrativo que les otorgará el préstamo para la adquisición de la vivienda. Las familias saldrán al mercado inmobiliario a buscar una vivienda cuyo valor no sea superior al máximo del préstamo otorgado -2.000 Unidades Reajustables-, incluido el ahorro.
Señaló que es difícil encontrar una vivienda adecuada a la necesidad de cada familia, y que por lo tanto el ministerio otorga un año de plazo para la compra. Debido a que el mercado está dolarizado, aconsejó ver el negocio en la moneda en que se comprará. También recordó que la vivienda debe cumplir con todos los requisitos legales para que pueda ser escriturada, para lo cual se debe contar con un escribano de confianza que realice las averiguaciones pertinentes.
Luego de la resolución ministerial, la familia deberá presentarse para el estudio del valor de la propiedad, ya que el ministerio hace la transacción a través de la Agencia Nacional de Vivienda. Si la vivienda cumple con los requisitos de habitabilidad y el valor es aprobado, se realiza la escritura a nombre de los favorecidos, quienes quedan con una hipoteca con el ministerio, la cual deberán pagar mensualmente en función de sus ingresos y el número de miembros. El ministerio otorga un subsidio a la cuota mensual, que es revisable, pues los ingresos familiares no se pueden prever en este proceso, que generalmente se extiende a 25 años.
Recomendó tener en cuenta el costo de escribano, escritura e impuesto a las transacciones, que debe ser asumido por la familia. Debido a que esto no es un costo menor, la familia debe ahorrar un poco más para hacer frente a esto. 
MÁS VIVIENDAS
Anunció que el año próximo se iniciará en Paysandú la construcción de 120 viviendas de dos, tres y cuatro dormitorios. “Tenemos también para el año que viene 40 viviendas para el sector de pasivos del BPS”, indicó Altamirano, quien destacó el papel del cooperativismo sanducero, que permite el acceso a viviendas.
Dijo que existe falta de “cultura de ahorro”, algo necesario para acceder a estos programas. “Esperemos que las familias empiecen a confiar y el Ministerio pueda empezar a dar soluciones”, sostuvo. Admitió que lo propuesto por el ministerio “no es suficiente” ante la conocida demanda de viviendas existente, pero que poco a poco se irán invirtiendo mayores recursos en el tema de vivienda única.
EMOCIÓN DE FAVORECIDOS
La escribana Clara Sirio, con la colaboración de María Noel Araújo, funcionaria del ministerio en Paysandú, ingresó los números correspondientes a cada familia inscripta. A medida que se sacaban uno a uno los números favorecidos, se apreciaba la emoción de las familias favorecidas en el sorteo. Frases de alegría, aplausos y llamados inmediatos para comunicar la alegre noticia.
Sin duda, hubo ocho familias que no pudieron celebrar pero que, según prometió el director de Vivienda, tendrán otra oportunidad el próximo año.