Locales | 15 Oct Quedó formalmente inaugurado el nuevo molino de pet-coque y carbón mineral que alimentará de combustible al horno de la planta de portland de Ancap, y que permitirá al ente ahorrar un millón de dólares mensuales en combustible, al dejar de utilizar el fuel oil, y emitirá menos contaminantes. Este, además, es el paso previo a la instalación del tercer horno donde se produce el clinker, materia prima esencial del cemento. A las 12.26 comenzó el acto formal en la entrada a la planta, donde se había instalado una pantalla gigante en la que --en los minutos previos-- se exhibieron entrevistas a funcionarios de Ancap que explicaban los pormenores del nuevo equipamiento. También allí se transmitió el acto para que las más de 200 personas que había pudieran seguir todas las instancias, entre los que estaban los tres diputados sanduceros, Gustavo Rombys, Miguel Otegui y Walter Verri y el presidente de ALUR Leonardo de León, además de los integrantes del directorio de Ancap, el presidente José Coya, Juan Gómez, Elena Baldoira y Juan Máspoli.

CONTINUAR MEJORANDO
Bertil Bentos comenzó la parte oratoria agradeciendo la inversión hecha por Ancap en Paysandú, “que se incorpora a las muchas que han llegado”, mientras que dirigiéndose al directorio de Ancap hizo votos para “continuar con la campaña de mejorar día a día los servicios”.
En representación de los trabajadores de la planta habló Víctor Garaventa, presidente del sector Portland de la Federación Ancap, quien mostró su “satisfacción como clase trabajadora” por las mejoras en la planta, “que tendrá más producción, mejores condiciones de trabajo y mejor trato con el medio ambiente”, recordando “las intenciones de privatizar o asociar con privados a Ancap, como se dio en 1992 y 2003 y que no se concretaron por la voluntad del pueblo”, mientras que anunció que “defenderemos ALUR y las inversiones de Ancap”.
La ingeniera Cristina Moreira, jefa de producción de portland en Paysandú, detalló el proceso que se cumple en la planta con la inclusión del nuevo molino, haciendo hincapié además en que “es una planta amigable con el medio ambiente”. Con lujo de detalles brindó la información de cómo trabaja el nuevo molino, que “es vertical y de rodillo, más eficiente y con costos operativos más bajos” y lo mismo hizo después cuando --en grupos de 30 personas-- los interesados recorrieron las instalaciones de la planta recibiendo más información detallada del proceso.

UN MOJÓN MÁS
El director de Ancap, Juan Gómez, cerró el acto, afirmando que este “es un mojón más” en las tareas de Ancap, pero “es muy importante”. Luego hizo un repaso del desarrollo que se le dio en todo el país a Ancap en los últimos diez años, “y también del país, que tiene que ver y están emparentados”. Al respecto, dijo que en este lapso “se construyó o están construyendo diez nuevas fábricas, detallando las obras realizadas por ALUR en Bella Unión, las plantas de biodiesel en Cousa y Capurro, la desulfurizadora, la planta de gas natural, las dos caleras y la molienda de coque en Minas y Paysandú. “Esto se hizo con audacia, atrevimiento y osadía”, afirmó Gómez, agregando que se dio en el marco del crecimiento del país y mencionando a UTE, que ahora “llevó la electricidad al 100% de las escuelas rurales, y mientras antes teníamos que comprar energía a los vecinos para evitar apagones, ahora nosotros les vendemos a Argentina y Brasil”.

MÁS CONSUMO DE COMBUSTIBLE Y PORTLAND
En cuanto a Ancap, dijo que el crecimiento se confirma en cuanto “hace diez años el consumo de combustibles era de 270.000 metros cúbicos por año, y ahora es de 670.000 m3, y el consumo de portland aumentó de 570.000 toneladas anuales a 950.000 toneladas entre Ancap y cementos Artigas. Y eso solo para la demanda local, porque no hubo saldos para exportar”, anunciando que “cuando se instale el tercer horno en esta planta se triplicará la producción, y podremos cumplir con los pedidos que nos han hecho de Bolivia, Paraguay, Brasil y Argentina, y podremos ofrecer en la región cemento y clinker”.
Gómez tuvo un renglón aparte refiriéndose a “la discusión que hay en la sociedad entre el desarrollo de los proyectos productivos y el cuidado de la naturaleza. Demostramos que mejorando la tecnología se mejora el medio ambiente y también las condiciones de trabajo”.
Culminó con lo que definió como “triple reflexión”, y que “hablando por los cinco años de gestión que tuve en el directorio de Ancap, yo veo el vaso medio lleno. Faltan cosas, hay que corregir otras y seguir mejorando e innovando, pero estamos en ese camino con el esfuerzo personal y colectivo y la convicción que hay empresa para rato”.